—Se lo llevaron drogado a Estados Unidos. Me dijo que recordaba que lo metieron a una camioneta y luego nada más. Despertó en gringolandia.
—¿Te contó qué pasó luego?
—No.
Ámbar sonríe. Al menos sigue existiendo historia desconocida.
La niña saca su celular de la nada y empieza a usarlo. Es un gesto muy raro. Luego le entrega el celular a la abuela que debe ponerse los lentes para ver. Ámbar ve la noticia antes.
"Chil kidnapped from Chile is found in a basement dying."
La abuela lee y habla inglés a la perfección. Se pone a leer la noticia con atención. Ámbar la lee a grandes rasgos.
Básicamente hablan de una red de pedofilia. Usan a niños huérfanos de otros países y graban videos con ellos y adultos.
A Kas lo encontraron entremedio de un incendio. Intentaron deshacerse de la evidencia y de él. Tres otros menores fallecieron.
La historia termina con que se encuentra en un hospital psiquiátrico.
El rostro de la abuela es estupefacto e irreconocible. Parece por unos segundos muerta. Ámbar se pregunta si le ha dado un infarto al leer todo.
No dice el nombre de Kas, pero hay una fotografía donde tapan el rostro del niño. Se nota que es el mismo bastardo, unos años más joven y mucho más muerto que vivo.
Pese a todo esto, niña bonita no siente ni una pizca de empatía. Lo que más siente es celos y rabia. Arruga la nariz y se cruza de brazos.
La abuela llora. La niña la consuela. Es una escena muy patética.
—-
Aparece el abuelo con Kas. Llegan de improviso. Kas obligado y con mala cara, pero al ver a su hermana dibuja una sonrisa muy sincera y la abraza.
Mientras eso pasa, la abuela le muestra la noticia a su esposo y la traduce para él en el oído. Todo esto lejos de la atención de Kas.
—Kas, sabemos lo que te ha pasado en Estados Unidos. No sabes cuánto lo siento.
—Nada ha pasado en Estados Unidos.
"Venga, por favor", piensa niña bonita, "que lloren todos juntos y termine esto de una vez". Al contrario de decir lo que piensa se muestra empática. No tiene de otra. Le da un abrazo.
—Lo siento mucho —le dice sin sentirlo.
—Nada ha pasado en Estados Unidos —la aleja él—. No sé qué es todo esto, pero...
La abuela le muestra el celular.
—Es mentira —rechaza la noticia de inmediato. Ni siquiera la lee.
—Lo sé —le dice la hermana—. Necesitas calmarte un poco.
El bastardo retrocede... retrocede. Choca con una pared. Su pecho se agita desesperado. No puede respirar. Cierra los ojos.
—Nada ha pasado. Nada ha pasado. El orfanato se quemó. El orfanato se quemó.
Es una historia que realmente cree. "Vaya, quizás esto no sea tan malo", piensa niña bonita. Su actitud está a un paso de llevarlo al loquero. Una entrada directa.
Y le da un pequeño empujón para que se vuelva loco de una vez. El bastardo ya está sentado en el suelo con las piernas en el pecho. Sabe muy bien qué hacer en un ataque de ansiedad. Su cuerpo tiembla, pero se repite lo mismo como una oración. Parece tranquilizarlo.
Ámbar se pone de cuclillas frente a él. Le toma la mano trayendo su mente al presente.
—Creo que debemos darle su espacio —opina su hermana. Se siente culpable. Retroceden. Esto no es nuevo para ella.
—Es muy fuerte todo lo que pasaste en Estados Unidos —le recuerda—. Esa gente asquerosa y horrible aprovechándose de ti.
—Basta —le suplica. Le implora—. Nada ha pasado allá. No soy yo. Yo... yo estuve con una familia. Luego vol-vol... —y se queda trabado—, el orfanato se incendió. Nada pasó en Estados Unidos. El orfanato se quemó.
—No hay orfanato quemado —le recuerda Ámbar, todavía le toca la mano—. Estás confundido. Te secuestraron a Estados Unidos y te usaron para...
Y el bastardo le da un empujón fuerte que la hace caer de espaldas al suelo. Ha sido mejor de lo pensado. Muchísimo mejor. Se queja que se ha golpeado el brazo. Los abuelos corren a recogerla.
Graciela llama a una ambulancia.
El bastado tiene los ojos cerrados y las manos empuñadas. Empieza a hiperventilar, temblar y llorar. Ya lo último es que se da de golpes la nuca contra la pared y lo hace fuerte hasta hacerse daño. Quiere aturdirse.
Graciela se sienta junto a él sin tocarlo. Se nota tan arrepentida, tan dolida y preocupada.
—¡No lo toquen! —advierte dando un ladrido.
La pequeña se ha convertido en una fiera capaz de morder.
Es perfecto.
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Niña Bonita
RandomLa niña más hermosa del mundo, la que siempre fue amada, consentida y mimada, es reemplazada por un extraño que llega a la casa; inocente, herido y tierno; como un perrito bajo la lluvia. Inmediatamente niña bonita trazará un plan para volver a gana...