Niña Bonita

Parte 6

El bastardo se ha quedado con todo. La atención de los abuelos. La atención de los profesores. Las miradas de las compañeras. Y es algo extraño para niña bonita, porque esa atención no lo pone feliz. Se le ve cada vez más callado y ausente en la escuela.

—Su memoria es perfecta —le dice el director de la escuela por teléfono a su abuela. Los escucha desde otra línea—. Kas tiene una memoria fotográfica. Recuerda todo a la perfección. Estamos hablando de un coeficiente intelectual muy alto, señora María. Este colegio no es un desafío para el joven.

—¿No lo quieren ahí? —pregunta triste.

—Por supuesto que sí. Yo estoy hablando con usted de manera confidencial. El chico se aburre en clases. Está distraído.

—¿Y qué propone? ¿Otro colegio mejor? ¿Alguna educación desde la casa?

—No, no lo saque de la escuela. Si bien la llamaba para contarle de este hallazgo, también la llamaba para contarle de un problema con el chico.

—¿Problemas? ¿Se ha metido en peleas? ¿Ha contestado mal?

—No, señora María. Todo lo contrario. Él no se ha involucrado de ninguna manera. No habla con nadie, no mira a nadie... a veces solo existe ahí sentado ¿lo entiende?

—No, la verdad es que no.

—Creo... creemos junto a otros profesores, que necesita ayuda profesional. Yo no soy un especialista, pero me parece deprimido.

—¿Deprimido? Acá siempre habla mucho y está muy feliz.

—Hay diferentes formas de estar deprimido. Él constantemente está intentando... fingir.

—¿Mentir?

—Sí, fingir que no pasa nada. Que está bien. Los otros chicos de su edad sienten curiosidad. Los profesores tienen dudas y... el centro de apoderados, Dios mío, hoy solo se habla de Kas. Están preocupados que pueda ser peligroso, violento, bipolar e incluso esquizofrénico.

—¿Esquizofrénico?

—Por tranquilidad de toda la comunidad, necesitamos que lo evalúe un profesional. Un psiquiatra. Es la única condición para seguir aceptándolo sin toda su documentación al día y los papeles de la adopción firmados.

—Es un ultimátum.

—Señora María, valoramos mucho su ayuda y donativos a la escuela. Su nieta Ámbar siempre ha sido nuestro mayor orgullo. Kas, por otro lado, es un chico muy inteligente, pero debo velar por toda una comunidad. Si ese chico pone en riesgo a los otros o existen reclamos de los apoderados, tendremos que congelar su matrícula. ¿Lo entiende?

—Lo entiendo Francisco —dijo con tono dulce y cercano—. Nos vemos en la próxima junta de socios y presupuestaria, creo que yo también tendré que congelar ciertas ayudas.

—Señora María...

La abuela corta. Una gentil amenaza. La anciana es bastante manipuladora también. Algo de familia.

Niña bonita sabe cómo comenzar a deshacerse del bastado. Tiene que probar que es loco y peligroso, para que sus abuelos tengan que devolverlo o mejor aún... internarlo en un psiquiátrico.