Morir De Amor

Thabit

Faltaban dos días para que Egipto por fin vuelva a tener Faraón, todo el mundo estaba emocionado, cada noche la gente va a los lugares frecuentes de fiestas y lo celebran, y se sabe que dentro de dos días se hará una fiesta enorme, los jefes van a ir todos a la coronación del Faraón así que nos dan libre a todos los que no podemos ir para que también podamos celebrarlo, uno de esos soy yo, Thabit.

Soy un muchacho de clase baja que vive con su padre y sus 2 hermanos, aun que tengo tres, uno mayor y los otros dos pequeños, trabajo en la huerta con mi familia, o transporto lo que me manden de aquí para allá y de allá para acá.

—Thabit, sch, Thabit.

Arshinoe comenzó a llamarme desde fuera de la portilla de mi casa, pero no tengo intención de responderla, la verdad. Tenemos, o teníamos, no se, una relación, secreta, prohibida, por así decirlo, por el padre de Arshinoe, cosas de las clases sociales y eso.

—Oye, Thabit.

No pienso contestarla, un chico será quien la acompañe a la coronación del Faraón , un chico que ella misma a decidido...

—Thabit, te pido que me escuches.

—Vale, pues venga, a ver, ¿Qué excusa me vas a poner ahora? --soy débil.

—Me han dejado.

—¿Que?

—Que mi hermano a convencido a mi padre para que tú me puedas acompañar.

—En.. ¿enserio?

No me lo puedo creer.

—¡Sí!

— Mier... Gracias...

—Ay tonto no hay de que.

—No, gracias en serio he sido muy injusto contigo, perdón.

—Yo también lo he sido, ni siquiera lo pedí, y encima elegí a quien me acompañaría y a ti ni siquiera te puse de opción, y eso está mal, por qué se supone que eres mi novio.

—De todas formas lo siento.

—Yo también.

Me acerque a ella para darla un beso que la tumbe.

—Y ahora vete antes de que alguna de las costillas te vean-- la dije a lo que ella se rio.

—Vale, mañana te traigo el traje para ver si te sirve, alfaraón.

—Alfaraón.

Cuando a Arshinoe ya no se la veía desde mi casa mi hermana pequeña, Bunefer, me llamó a cenar. Guarde todas mis herramientas y entre en casa, a coger un poco de calor con el fuego, cosa que no venia nada mal, el olor a sopa de pollo me invadió y me senté super rápido a la mesa.

—Venga hijo, que se enfría.

Todos ya estaban sentados cenando, así que aproveche para contarle a mi padre la nueva.

—Padre, la muchacha de la clase media me a invitado a ir con ella a la coronación del rey.

De repente a mis dos hermanos se les cayeron los cubiertos y se quedaron con la boca muy abierta. Mi padre, sin embargo comenzó a mirarme con una gran sonrisa.

—No estás de bromas ¿no?

—No, acaba de venir a decírmelo y mañana me traerá el traje.

— ¡¡¡O hijo pero que orgulloso que estoy!!! — exclamó su padre poniéndose en pie — Sabía que tu madre no mentía cuando dijo que conquistarías a alguien importante.

Solo me limite a reírme mientras mis hermanos comenzaron a hacer sus intensas preguntas.

Al día siguiente, Arshinoe se presento en mi casa, con demasiados trajes, aun que ella decía que eran pocos.