Donde Amy Harrington tiene que enfrentar a Vecna y proteger a su ex novio mientras los recuerdos de su relación la atormentan.
O
Donde Eddie Munson esta arrepentido de lastimar a Amy y decide recuperarla mientras luchan con seres de otra dimensión.
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Pasado
La noche estaba tranquila, los autos habían dejado de pasar por las calles y solo se escuchaba el susurro del viento moviendo con suavidad las hojas.
Amy Soltó un suspiro y cerró el libro de matemáticas, odiaba estar castigada, no lo odiaba por el hecho de no salir o no ver televisión lo odiaba por ser tan estúpida como para que sus padres la descubrieran haciendo algo que por palabras de ellos, no debía hacer.
Eso la llevo a un viernes en la noche encerrada en su cuarto, demasiado enojada y con hambre.
Hace unas noches Steve se había escapado de cada para visitar a Nancy, y por obvias razones Amy no se quería quedar sola toda la noche así que llamo a su novio y en solo 10 minutos, llegó un muy contento Eddie con el cabello húmedo y una brillante sonrisa.
Habían visto unas cuentas películas en la sala y cada cuanto se daban besos y pequeños toques coquetos pero todo era inofensivo, ambos estaban tan relajados que simplemente querían sentir la presencia del otro.
Pero en un pequeño descuido, la soda de Amy fue derramada en la camisa de su novio.
-Esto se está haciendo muuuuy habitual entre nosotros, Harrington - habló Eddie viendo la gran mancha en su camisa. - Si quieres que me quite la camisa solo debes pedirlo.
Amy le dio un manotazo en la frente al verlo guiñarle el ojo.
-¡Callate! Tu eres el que me distrae y haces que me vuelva más torpe de lo habitual - divago un poco la castaña moviendo las manos.
Eddie Soltó una gran carcajada y se dejó caer en el sofá-Admitelo. Te encanta verme son camisa.
-Claro que me encanta - sonrió divertida acercándose a él- Porque puedo hacer esto.
Con sus dedos pellizco los pezones del chico sobre la camisa haciéndolo soltar un chillido para nada masculino.
-Eres mala conmigo - hizo un puchero y se sobo la zona lastimada.
-Aún así me amas - sonrió recargandose en el respaldo.
-Tristemente.
Amy se hinco en el sillón y dejó un dulce beso en la mejilla de Eddie.
-Te traeré una playera de Steve, mientras quítate esa. No quiero que te resfries como la semana pasada. - dicho eso subió las escaleras hacia el cuarto de su hermano.
