Donde Amy Harrington tiene que enfrentar a Vecna y proteger a su ex novio mientras los recuerdos de su relación la atormentan.
O
Donde Eddie Munson esta arrepentido de lastimar a Amy y decide recuperarla mientras luchan con seres de otra dimensión.
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Ya había oscurecido, la brisa nocturna golpeaba la ventana con fuerza, Amy y Brandon estaban acostados en el sofá viendo una aburrida película y comiendo frituras, eran pasadas las 10 de la noche y Steve aun no regresaba, eso empezaba a preocupar a la castaña.
-Esta película es tan ridícula-solto con aburrimiento el deportista dejando caer su cabeza en el respaldo.
-Tu la elegiste-bufo.
-No había otra cosa, las demás eran peor. Tienes un horrible gusto cinematográfico Amy.
-Jodete-dijo con molestia y se paro para dejar los platos en la cocina.
Mientras los lavaba y escuchaba las idioteces que Brandon decía, vio una especie de firma extraña caminar por la ventana, la forma se acercaba cada vez más haciendo ruidos extraños y escalofriantes.
El terror invadió su cuerpo y el vaso se resbaló de sus manos cayendo sobre el fregadero rompiéndose en mil pedazos, con terror movió la cortina blanca y se asomo por la ventana, no vio nada así que empezó a recoger los pedazos de vidrio.
Pero lo volvió a escuchar, el maldito reloj sonando una y otra vez, volteo a todas direcciones pero no estaba por ningún lado, su pecho se empezó a apretar y el aire faltaba en sus pulmones todo daba vueltas a su alrededor bajo la mirada al fregadero de donde se escuchaba el sonido con más fuerza, acercó el oído para escucharlo mejor pero cuando estaba a escasos centímetros de la coladera empezaron a salir grandes arañas negras que se colgaron en su rostro y brazos comenzando a picarls y recorriendo todo su cuerpo.
Un grito demasiado fuerte salió de su garganta al sentir los piquetes por todos lados, se sacudió violentamente y se llevó las manos a la cara con desesperación.
-¡Amy! ¡Amy! -escucho el grito de Brandon mientras la sacudía intentando regresarla a la realidad.
-¡QUITAMELAS! ¡QUITAMELAS! -Repitió con pánico sin dejar de sacudirse.
-Amy tranquilizante. No tienes nada - intento hacerla entrar en razón-Tranquila. Tranquila.
La castaña se empezó a calmar poco a poco al ya no sentir los escurridizos piquetes en su piel, respiro pesadamente y vio a Brandon con ojos de terror.
-Tranquila, todo está bien-la tranquilizó masajeando con suavidad sus hombros.
-Ha... Había una...as-trato de hablar pero su voz salió difusa y sin fuerza.
-Esta bien, no tienes que explicarlo, está bien.
Amy asintió lentamente y se recargo en la fría madera de la cocina intentando recuperar el aire pero una ráfaga de cansancio invadió su cuerpo mientras sentía la preocupación de Brandon en toda la cocina.
Intentó agarrarse del marco pero su mano fallo haciendo que se desestabilizara y casi cayera de cara al suelo, el chico la sostuvo con fuerza.
-Creo que el cansancio está cobrando factura de tu cuerpo. Vamos a llevarte a la cama - dijo con suavidad mientras la ayudaba a caminar hacia las escaleras.
