Axel
Vader se ovilla en mi cuello, aprovechando el calor corporal de mi cuerpo al estar con algo de fiebre otra vez. Esta pequeña bola de pelos no se ha separado de mí desde el sábado por la mañana en que Adriana lo encontró revoloteando por la sala y casi le dio un ataque pensando que era una rata.
Luego de llamarlo gato durante todo el día, decidí buscar algún nombre y en una videollamada con Gabe, donde le expliqué que no podría verlo porque estaba enfermo, nos entretuvimos durante casi 1 hora eligiendo nombres para el pequeño gato.
Después de descartar «Chillon» «Catboy» o «Pluto» -era original un nombre de perro para un gato, pero no- convencí a Gabe de llamarlo Vader. Creo que lo aceptó solo porque estaba distraído y cansado de hablar tanto.
El timbre del departamento me molesta cuando despierto nuevamente de un sueño aletargado sin saber bien ni que hora es. Me levanto dejando a Vader sobre la almohada para ir a abrir la puerta.
Mi madre está de pie con una sonrisa nerviosa en su rostro.
-Mamá, no tenías que venir -murmuro volviendo a la habitación. No me acerco a saludarla o abrazarla para evitar algún posible contagio.
-No puedes esperar que no venga a verte si me dices que estás enfermo, Axel -se queja cerrando la puerta tras ella.
-Tengo 26 años.
-Y sigues siendo mi hijo.
Me recuesto en la cama, procurando no aplastar a Vader que se ha metido debajo de la almohada buscando calor, mi madre entra en la habitación y se sienta a los pies de mi cama poniendo una mano en mi rodilla.
-¿Cuándo fue la última vez que te enfermaste de esta manera? -Es una pregunta retórica, porque en realidad ha pasado tanto tiempo que ni yo lo recuerdo.
-Quien sabe. Desde que terminé la universidad talvez.
-¿Has comido? -pregunta. Niego con la cabeza, cubriéndome con las mantas-. Duerme un poco, te prepararé algo para almorzar.
-Gracias.
No necesita decirlo, en cuanto me acomodo vuelvo a caer dormido de lo cansado y afiebrado que estoy.
Despierto un poco más renovado luego de unas horas más de sueño, miro mi celular, son casi las 2 de la tarde, vaya...
No tengo llamadas perdidas o nuevos mensajes de Martina. Solo unos cuantos de mis amigos en nuestro grupo preguntándome como sigo. El último de ella fue el viernes por la mañana diciéndome que estaba muy ocupada con los ensayos, pero que todo estaba bien, luego, me la he pasado más tiempo durmiendo, así que tampoco le he escrito o llamado para no interrumpirla.
Me levanto y voy hasta la cocina, donde mi madre está terminando de preparar algo que huele muy bien. O tengo demasiada hambre, no lo sé.
Se gira al escucharme y al verme, se echa a reír cuando me ve con Vader ovillado en mi hombro mientras lo sujeto, evitando que pueda caerse desde esa altura.
-¿Tienes un gato? ¿Desde cuándo? -cuestiona, divertida.
-No es mío, es de Gabe.
-Ya. Entérate que es tuyo, cariño. Él ya te adoptó a ti.
Vuelvo a tomarme un analgésico que me ayuda a mejorar un poco mi estado de ánimo y aprovecho ese instante para comer algo y hablar un momento con mi madre. Se supone que Martina y yo iríamos a verla nosotros, pero claro, tuvo que irse y los planes cambiaron.
Mi madre nunca viene al departamento porque tiene miedo a las alturas, así que el solo hecho que esté aquí es un gran esfuerzo para ella.
Me quedo sentado en la mesa mientras mi madre retira los platos y me habla desde la cocina de todas las cosas que ha estado haciendo este último tiempo. Nunca la había visto tan contenta como ahora.
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22.- Conquistarte otra vez © [Libro 2 Bilogía 21 meses]
Fiksi RemajaMartina decide perseguir el deseo de toda su vida dejando atrás mucho mas de lo que ella esperaba y se dará cuenta que a veces los sueños no son tan brillantes en la realidad. Mientras que Axel, se arrastra otra vez a su soledad y sus miedos intenta...