Me desperté por la mañana, a las 10:30 porque era sábado. Mi madre estaba por casa y me hizo tortitas con Nutella. Desayuné y ella, mi madre, se fue a dar una vuelta con unas amigas. Por lo que yo, me decidí a vestirme para salir a darme una vuelta y despejarme de todo lo que había pasado en la semana, que ya está bien. Me puse mis pantalones negros con una camiseta de rayas grises y azules, con un corazón en medio lleno de mariposas de colores y unas botas negras. Como hacía mucho calor no me puse chaqueta ni nada solo cogí mi bolso y mi móvil y me marché.
Aquel día caluroso de mayo iba a ser extraño como todo lo demás pero yo no lo sabía. Mientras caminaba por la calle se me ocurrió hacer una visita a Simon, pero, vi entrando gente que no conocía en su casa y decidí no arriesgarme. Así que decidí mandarle un Whatsapp:
"Simon, estoy abajo, ¿te apetece bajar un rato y tomar un batido?"
Pasó el rato y no obtuve respuesta, por lo que me fui sola a tomar un batido de chocolate, obviamente, y con nata por encima y topping de chocolate de colores, le hice una foto con el móvil, se la pasé a Simon y le dije:
"Mira lo que te estás perdiendo jaja, me has abandonado asqueroso, esta me la apunto XD"
Me tomé el delicioso batido con toda la calma del mundo, esperando a que quizás Simon viniera a acompañarme. De momento recibí un Whatsapp, lo abrí con toda la ilusión del mundo pensando que era de Simon, pero era de mi madre:
"Hija, ¿te vienes a comer conmigo y con mi amiga, Miriam, la que viene a veces a comer a casa con Isabel, su hija, al Foster?"
"Sí, voy ahora, antes paso por casa para cambiarme"
escribiendo... escribiendo.... escribiendo... (así 10 minutos)
"Te espero aquí"
Me fui a casa después de pagar el batido, antes decidí volver a visitar a Simon, pero cuando estaba en su puerta, otra familia entraba. Me quedé extrañada y seguí el camino hacia el Foster, ya me había cambiado, con una camisa rosa y unos pantalones cortos negros, me estaba achicharrando en esta ciudad, con 33º, o eso ponía en la parada.
Me encontré a mi madre y a su amiga Miriam en el restaurante. Comimos un filete de ternera con patatas, con una Coca-Cola y un helado de chocolate, hoy estaba golosa. Cuando acabamos de comer mi madre fue a visitar a la abuela y como la siguiente semana tenía exámenes, me fui a casa a estudiar.
Fui por un camino diferente, lleno de tiendas para entretenerme cuando iba a mi casa. Pasé por un Stradivarius, tenía que volver para comprar una falda que me encantó, y cuando pasé al lado de una agencia inmoviliaria, me llamó la atención que había una casa igual que la de Simon. Me fijé, me leí lo que ponía una vez y otra así como veinte veces intentando confirmar algo que no me podía creer. Le hice una foto con el móvil, porque así se vería obligado a contestar sin poner ninguna excusa:
"Tenemos que hablar..." Archivo adjuntado.
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Diario de una luchadora
Teen FictionMe llamo Inés, soy una chica normal, como cualquiera que te puedes encontrar andando por la calle, mi vida es lo que no es normal. Como toda adolescente vivo enamorada de un chico, Fernando, pero el vive enamorado de Alicia. Tengo dos mejores amigos...