Me levanté a las 8:00, ya era tarde. No me dio tiempo de arreglarme, así que fui hecha un desastre al instituto, donde estaría Fernando y su mensaje de anoche. Mientras iba en el autobús releí los mensajes que los había dejado en visto, desde luego mataré a Simon, ¿cómo pudo ser capaz de no decirme que era Fernando? Por mucho que lo odie, sabe que lo amo y debería haberme pasado la llamada.
Nada más llegar vi en su esquina a Alicia y Fernando dándose el lote, ¡cómo no!, mientras yo pensaba todas las palabrotas que había en el diccionario, apareció Simon y me tapó los ojos, me zafé de él y le miré con rabia:
-¿Cómo puedes ser tan cínico?- exclamé
-¿Cómo?- preguntó Simon
-Comiendo lomo- bromeé- ¿Cómo fuiste capaz de no pasarme la llamada anoche?¿No te das cuenta de lo importante que es él para mi?
-¿Qué? No entendiendo, ¿al final sabías quien era el de anoche?
-Sí, me mandó un mensaje- dije yéndome por las nubes.
-Siento si te molestó, como estabas enfadada con él... Y a demás estaba pasando una buena tarde contigo y no quería que me abandonases y me estuvieras hablando de ese estúpido.- dijo Simon y se fue cabizbajo.
Me ardía la sangre, no puedo confiar ni en mi mejor amigo, además que habrá querido decir con lo de "no quería que me abandonases y me estuvieras hablando de ese estúpido." Me dejé de ralladas y me dirigí a clase.
Pasaron las tres eternas horas de la mañana. Me llegó una nota que decía:
Fiesta en casa de Carlos, mañana a las 19:00, si vienes avisa a Fernando.
La nota escrita con "Eding" me dejó loca, pensaba ir pero no quería invitar a Simon, así que cuando nos juntamos en el recreo evité la conversación, además estaba enfadada, por lo que tampoco hablamos mucho.
Justo antes de que se acabara el recreo, vi a Fernando solo, me echó una mirada de esas que matan con sus ojazos verdes y me acerqué, él que lo notó me hizo un gesto con la mano para que lo siguiera. Lo seguí. Llegamos a las mesas de atrás de clase y me dijo:
-¿Que quieres?- me interrogó
-Mañana iré a la fiesta.
-No contestaste a mi mensaje
-No sabía que decir...- me sonrojé
En ese momento apareció su amigo Miguel y le dijo en susurro.
-¿Qué haces hablando con esta pringadilla?Que, ¿asistirá a la fiesta?
-Sí, iré- dije en un acto de valentía. Me fui a sentar en mi mesa, cuando escuché la voz de Fernando que gritó mi nombre:
-¡Inés!- intentó cogerme del brazo, pero no me alcanzó y llegó el profesor. Me quedé con la duda de qué me quería decir.
Cuando llegó la hora de informática con "el buen hombre", profesor de informática, me senté en mi ordenador pero como Marina no había venido hoy pensé que me esperaba una hora eterna. De pronto Fernando se acercó y se sentó a mi lado, me quedé atónita, mientras, observé que Simon nos miraba con recelo. Miré a Fernando como preguntándome este qué hace aquí y él sonrió.
-Siento que hayas tenido que escuchar eso
- ¿El qué?- dije sabiendo la respuesta.
- Lo de...-silencio- pringadilla
-Supongo que estoy acostumbrada, soy una pringadilla con orgullo- sonreí.
También sonrió y se fue a su ordenador.
A la salida Simon se acercó y me dijo "ten cuidado" y se fue.
Llegué a casa, hice los deberes mientras me rallaba por lo de "ten cuidado" y a la vez feliz por lo de Fernando y al fin me quedé dormida con Miau al lado.
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Diario de una luchadora
Novela JuvenilMe llamo Inés, soy una chica normal, como cualquiera que te puedes encontrar andando por la calle, mi vida es lo que no es normal. Como toda adolescente vivo enamorada de un chico, Fernando, pero el vive enamorado de Alicia. Tengo dos mejores amigos...