Diario de una luchadora

End

Ya habían pasado unas semanas, estaba de vacaciones, con un novio maravilloso y una vida estupenda. Me levanté feliz hoy hacía un mes con Fernando, íbamos a ir al cine donde nos besamos por primera vez. Cuando ya estaba arreglada y preparada para irme le fui a enviar un Whataspp  a Fernando para que viniera a buscarme. Abrí la aplicación y vi un número que no conocía y aquel mensaje decía:

-Hola Inés, te hablo desde el número de mi tía, ya que me has bloqueado, no sabía cómo decírtelo, pero bueno. Verónica, la chica que estaba conmigo, era una chica de intercambio, vino a aprender Francés, te dije que no podía porque estaba Fercardo y Verónica, y no me pareció correcto, quería esperar a que estuvieras sola... Lo siento.

Mi cara cambió en medio segundo, me temblaban las manos, pero aún así le mandé un  mensaje a Fernando, tardó cinco en venir. Fuimos al cine, estaba distante, no paraba de pensar en el mensaje, ¿sigo enamorada de Simon? No puede ser, yo amo a Fernando desde hace 4 años, y ahora que le tengo... No, no me niego. Me acerqué a Fernando y me apoyé en su hombro, hice como si nada pasara.

Vimos la película y más tarde me llevó a comer a el italiano donde vendían esos espaghetis. Mientras comíamos Fernando me preguntaba qué me pasaba, no sabía si contárselo, pero al final lo hice. Le enseñé el mensaje de Simon, puso una cara rara y me dijo:

-¿Le sigues queriendo?

No sabía qué responder, hubo un silencio muy largo y dijo Fernando:

-No contestes, el silencio lo dice todo.

Se levantó y se fue, yo me quedé ahí pesando, me saltaron las lágrimas, pero me las sequé yo sola y me fui a mirar tiendas, necesitaba pensar. Pasé por una tienda de videojuegos, me recordaba a Simon, una de Bershka, me recordaba a Fernando, un Starbucks, me recordaba a Fernando, una inmobiliaria, Simon, el cine... Fernando, entré y me metí en el baño me miré al espejo y vi a Fernando, no estaba, pero aún recuerdo nuestro primer beso, bueno segundo, pero para mi primero, estaba consciente.

Salí del cine, me compré algo de beber, mientras miraba a la nada, solo pensaba qué hacer, pensaba en esos momentos con Simon, cuando venía a mi casa y jugábamos, cuando pegó a Fernando, pero también me acordaba de esos momentos con Fernando, sobre todo cuando le abracé y no tenía camiseta, aquel día en el aula de castigo, aquellas palabras por la noche... Mi cabeza iba a explotar cuando de repente oí que alguien me saludaba, era Marina:

-Hola, ¿pasa algo?

-No, tranquila estoy bien.

-He hablado con Simon...-levanté la cabeza y empecé a escuchar a Marina- sé lo que ha pasado con él y con Fernando, sé que ahora estás hecha un lío, te conozco y sé que de verdad amas a Fernando.

-Pero... no sé.

-Sí ahora me tuvieras que decir, cuál ha sido el mejor momento de tu vida cuál me dirías.

-No sé.

-Sí sabes piensa, no me seas parada de la vida.

-Quizás... cuando dormí con el, no se.

-Has dormido con los dos- me miró rara- especifica.

-No se, cuando dormí con Fernando, me quedé mirándole toda la noche y no quería despertar era como una fantasía, pero cuando dormí con Simon, era algo... no sabría explicarlo, fue algo especial.

-¿Si tuvieras qué repetir con quién sería?

-Con Fernando claramente.

-Ya está tonta, corre a por él- se levantó- ¡CORRE!

Salí corriendo mientras Marina gritaba

-¡CORRE EN BUSCA DE TU AMOR!

Todo el mundo me miraba mientras yo me puse roja y corría, cuando ya llegué a casa de Fernando me abrió él la puerta

-Fernando, te quiero, enserio, te necesito, lo eres todo para mi

-Pero todavía sigues enamorada de Simon...

-Realmente solo he estado enamorada de ti, Simon fue algo pasajero, necesitaba a alguien y ahí estuvo Simon, pero se fue y me dolió, pero me dolió porque estaba sola, por así decirlo le estaba utilizando... pero sin darme cuenta...

-Bueno

-¿Puedo besarte?

-Eso no se pregunta

Le besé y sentí que era el amor de mi vida.

Ahora mismo estoy casada con él, conseguí un vestido de novia de princesa, como siempre quise, tenemos una niña, la llamamos Marina como su madrina, al final nos reconciliamos del todo, y después de toda una vida de "sufrimiento", no puedo ser más feliz.

FIN