Parte 15

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Cuando Naya entró en su despacho, estaba radiante.

-El correo.

*-Gracias ¿Qué te ocurre? Pareces especialmente feliz

-Estoy muy contenta. Hace un rato Jarrel vino a verme con maravillosas noticas.

*-Vaya, cuéntame.

-Le han ofrecido un trabajo en otra empresa, y en otra ciudad, un puesto superior en categoría y sueldo.

*-¿Se va de la empresa ahora?

-Es un momento tan bueno como cualquier otro.

*-Si tú lo dices será, pero no podréis lanzaros a comprar la casa perfecta hasta que este afianzado en su nuevo puesto, nunca se sabe que puede pasar.

-Solo tendré que seguir trabajando un tiempo más, hasta que nuestros ahorros suban para estar seguros.

Él rechino los dientes

*-Quieres ir a comer?

-Tengo que ir al centro de acogida.

*-Puedo llevarte y así aun tendríamos tiempo para comer.

-¿Puedes quedarte en el vehículo?

Él afirmo con la cabeza y de ese modo empezaron a compartir tiempo nuevamente.

Durante esa semana solo se separaron para dormir y trabajar.

Ese tiempo fue maravilloso, apenas se dio cuenta de que había llegado el momento de casarse.

-Britany no sé si debo casarme.

-Puedes y debes, ya lo hemos hablado un montón de veces y decidiste ser la protagonista de este día, pasara lo que pasara.

-Pero y si no...

-Pues será que no y estarás casada con un hombre que sabes que te puede dar lo que has querido siempre.

Los golpes en la puerta las indicaron que todo ya estaba en marcha y era su momento de aparecer.

Naya salió del cuartito y Britany se despidió de Son con la mano, para ir a la capilla.

*-Estas guapísima.

-Gracias.

Comprobando que nadie tenía visión de ellos, la aparto un poco y la beso por última vez.

*-¿Estas segura de esto Naya¿ Si no es aso, dímelo, dímelo y saldrás de aquí inmediatamente. Dime algo...por favor.

Naya le miro, mostrándole su corazón por los ojos, parecía que iba a comenzar a llorar.

La música del comienzo de la ceremonia, sonó indicándoles que era su turno de entrar.

Se agarró del brazo y bajo la cabeza.

Caminaron hasta el altar.

Cuando la dejo al lado de aquel muchacho, tuvo que apretar los dientes para no machacarle a golpes allí mismo.

El sacerdote, estaba lanzando en un apasionado discurso, cuando Jarrel se dio la vuelta para quedar de frente a ella.

-Naya tengo que...

Don adelanto una pierna para ir a meterse en medio de la pareja, pero solo avanzó un paso.

-Perdóname Naya, pero no puedo hacerlo.

No te amo y sé que tú tampoco me amas a mí, podría darte algunos motivos más, pero no delante de toda esta gente.

Jarrel giró sobre sus pies y se marchó, dejándola sola delante del altar.

Los invitados comenzaron a murmura y moverse incomodos en sus sitios sin saber que hacer.

Naya parecía igual de incrédula que los invitados, de hecho miraba la puerta por donde había salido Jarrel, a los invitados y a Don y completado el círculo, volvía a empezar.

Britany, fue la primera en reaccionar.

-Don, llévala al mismo cuarto en donde estábamos antes. Pol tranquiliza a la gente, que esperen unos minutos hasta que podamos decirles algo.

Don la ayudo a caminar hasta la habitación mientras Britany les seguía.

-¿Qué voy a hacer Britany?

-Tendremos que suspender la boda.

-Yo no puedo hacerlo, no voy a salir fuera y decir...

-Si Jarrel no te ama, es mejor así...

-Ya estoy sufriendo.

Don carraspeó.

*-Hay otra solución.

-Cual ?

*-Algo fácil, puedo ocupar su lugar.

El silencio se hizo en el cuarto.

-No puedo consentirlo, es ir demasiado lejos en nuestra amistas. Una farsa. No

*-Britany por favor, puedes dejarnos solos.

Su cuñada sonrió, recogió el bolso de la silla en la que lo había dejado y salió silenciosamente del cuarto

*- ¿Puedes decirme exactamente porque no?

-Me avisaste y yo cometí el error. Aceptar tu oferta, solo sería agravarlo aún más todo. Tú no crees en el matrimonio, además estamos en la misma postura. No hay amor entre nosotros. Ese es el motivo por el que Jarrel se ha ido, además tu mente siempre piensa lo peor de mí, nunca estarías totalmente convencido de si te engaño con otro.

*- ¿Lo harías? Ella se encogió de hombros.

*-Sé que no lo harías. Quizás es cierto que en el pasado he dudado de ti, pero sé que si pronuncias esos dichosos votos serás mía. Tenemos una buena base, en la que apuntalar este matrimonio.

- ¿Atracción física?

*-Sí. Es una base primordial para el buen matrimonio y siempre hemos tenido una buena comunicación verbal.

- ¿Tú crees?

*-Siempre que consiga tener mis manos lejos de tu cuerpo, por supuesto.

-No puedo casarme por la Iglesia contigo.

*-Tardare unos minutos en arreglarlo, mandaré a alguien para informarte de cuando debes salir.

Mi Querida NoviciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora