-Señor Stark... -Peter pronunció el nombre del mayor en un susurro, su voz colgando de un hilo.
Peter se encogió en su lugar esperando un regaño, sin poder moverse o mover su rostro del suelo. Mientras que el hombre se acercaba hasta el y se sentaba a su costado.
-Peter Benjamin Parker... -comenzó y el castaño se tensó al oír de cerca la voz del mayor. Sabía que no estaba gritando, pero a causa de sus sentidos era capaz de escuchar sus respiraciones pesadas.- Hace un par de semanas estaba tan enojado que consideré el quitarte el traje y descartar tu participación en futuras misiones.
Peter era reacio a conectar su mirada con el mayor, no tenía la fuerza para ver qué tipo de expresión tenía.
-Pero, ahora me basta con que estés a salvo.
Peter se mordió internamente las mejillas, sin saber por dónde empezar a explicarse.
-Señor Stark yo... -Intentó hablar, pero el castaño se encontraba inmóvil ante la presencia imponente del hombre.
Simplemente, las palabras se acumulaban en su boca sin permitirle articular alguna oración o frase que decir. Sus pensamientos se mezclaban los unos con los otros, formular aunque fuese una sola oración coherente le era imposible.
-No es necesario que digas algo, solo descansa por ahora y... -Tony finalmente centró su mirada sobre el mocoso sentado a su lado, esperaba que estuviera molesto o enojado con él por "interferir cuando él perfectamente podía solo", pero en su lugar los ojos vidriosos y cristalinos le decían justamente lo contrario a lo que pensaba.- Tú, niño tonto.
-Señor Stark... -Peter apenas dijo antes de estallar en silenciosas lágrimas, en llanto; o más bien, en cortos y pausados suspiros que se asemejaban a quejidos ahogados, agachando la cabeza hacia la dirección del mayor quien inesperadamente ofreció su hombro para dejarle descansar en sobre él. No era demasiado ruidoso, se limitaba únicamente a derramar liquido salado de sus retinas.- Discúlpeme. -El castaño no sabía si en ese instante se mostraba arrepentido sobre sus claros errores que había tomado hasta llegar al punto dónde se encontraba, o de estar empapando el elegante e impecable traje oscuro de su mentor.
-Está bien. -Tony habló y movió su mano sobre la cabeza del castaño reconfortándolo, revolviendo sus cabellos entre los dedos de su mano. El joven no supo interpretar si con esas palabras el hombre se refería a su acto de llorar como un niño, o a que estaría bien de ahora en más que estaba a su lado.
De cualquier manera, el castaño no continuó debatiendo por mucho tiempo en su mente sobre la razón; porque de cierta manera Peter sabía que si el señor Stark le decía que absolutamente todo estaría bien, es porque; en efecto, todo lo estaría.
Y él siempre cumplía con sus promesas.
Minutos seguidos, Peter logró desahogar parte de su tristeza, enojo, frustración e ira acumulados dentro suyo durante mucho tiempo. Cuando el chico pareció detenerse para tomar distancia Tony sacó un pañuelo del bolsillo del saco de su traje y lo pasó por su rostro limpiando la superficie húmeda ante las lágrimas que permanecían atrapadas aún en sus mejillas.
Entre que llevaba a cabo su tarea, Peter maldijo mentalmente a su propia debilidad y falta de autocontrol. Estaba avergonzado de dar esa imagen suya tan vulnerable y débil a quien prácticamente era su ídolo de toda la vida, pero no era algo que podía cambiar porque ya había sucedido.
El agradecimiento, el cariño y el sentirse protegido le ganaban sobre su deseo de conservar su imagen de héroe invencible frente a aquel hombre, quien tan solo se había quedado callado para acompañarle en su momento de quiebre más personal.

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Ese mocoso...
FanfictionRecibir la tarea de mantenerse en contacto con el joven Peter Parker no era nada sencillo para Happy Hogan. Escuchar las peculiares y extrañas bitácoras del muchacho era tolerable, pero tener que tomar un vuelo de emergencia desde New York no era al...