A la salida, el calor del sol sobre la piel del castaño le hizo además cubrir con su mano la luz cegadora de sus ojos.
Los ruidos de los autos, las voces de la gente bulliciosa, la infinidad de olores en la calle comenzaban a molestarle a un nivel que no podía ignorar.
Pero antes de lograr escabullirse, Ned casi que le arrastró a sentarse a una banda en el parque cerca del instituto.
-¿Qué pasó?
Peter bufó ante la persistencia de su amigo, quien jadeó perdiendo el aliento ante el tiempo que tardó en responder.
-Ya sé que no puedes hablar sobre todo pero esto en serio no está cool. -Dijo cruzándose de brazos-. Todo el mes pensé en dónde, con quién, cómo te encontrabas...
-Lo siento, Ned pero...
-No puedes decirme.
Peter negó con la cabeza algo apenado, cosa que a su amigo pareció entristecer con su respuesta.
-Bien, -Ned sentenció algo molesto, no tenía intenciones de insistir más-. Solo no me hagas eso de nuevo... Si te hubiese pasado algo entonces yo sería el culpable de no haberte detenido.
-Juro que no lo haré otra vez. Lo que sucedió fue una circunstancia especial, siento haberte preocupado amigo.
Ned suspiró, el castaño no parecía tener remedio en su necesidad de ocultar cosas importantes y guardarlas para sí mismo sin aceptar ser ayudado por alguien.
-¿De verdad lo prometes? -preguntó al cabo de unos segundos, Peter posó una de sus manos sobre el hombro ajeno con una expresión apacible en su rostro.
-Lo prometo. -Dijo el castaño retomando con su caminata.
*
Al llegar a su departamento, apenas y saludó a May al cruzar por la sala y subir las escaleras hacia su habitación.
Su tía no le reprochó su actitud, al menos no por ahora al saber que necesitaba tener más espacio para él mismo.
Era genial que ese pacto no estipulado entre ellos se aplicara.
Y en ese momento, si que lo estaba aprovechando.
Peter se forzó a cerrar los párpados buscando eliminar la sensación de abatimiento producto de el ajetreo del día. Se retiró de sus prendas exteriores y se tumbó sobre el colchón desatendiendo las sábanas sobre el.
El calor era muy insoportable.
No, de hecho.
Todo lo era.
-Las pastillas... -murmuró como si de un recordatorio automático se tratase, tomando una de ellas sin necesidad de pasarla con agua, justo después de asegurarse de haber cerrado la puerta.
Porque sí, su tía no sabía nada aún sobre su situación actual; al menos no al nivel de detalle a cómo conocía su tutor, el doctor Connors, la señorita Potts y Harry.
Tony pensó que era propio y correcto que él mismo debía explicarle apenas y se sintiera preparado para hacerlo.
Cosa que no estaba, en lo absoluto ya que lo consideraba innecesario ante la posibilidad de adquirir la fórmula de reversión que resolvería aquel problema.
Solo era cuestión de tiempo, de paciencia y de rezos para que la única escapatoria que le quedaba funcionara.
-Ugh. -Se quejó golpeando una de las almohadas, arrojándola a algún lugar del cuarto.
Ese día Peter descansó durante toda la tarde y al anochecer se levantó para adelantar los trabajos pendientes de sus materias. Antes de acostarse a la medianoche, aprovechó su tiempo libre para chatear con su amigo Ned sobre temas triviales hasta lograr conciliar el sueño, logrando dormir con una paz abrumadora.

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Ese mocoso...
ФанфикRecibir la tarea de mantenerse en contacto con el joven Peter Parker no era nada sencillo para Happy Hogan. Escuchar las peculiares y extrañas bitácoras del muchacho era tolerable, pero tener que tomar un vuelo de emergencia desde New York no era al...