Ese mocoso...

Bestia

Advertencia de lenguaje explícito. 🔞

*

El cuarto día del primer celo de Peter no estaba siendo nada amigable con él.

Desde su inexperiencia, podría compararlo con estar enfermo y con fiebre alta; aunque era clara la diferencia por los síntomas que este acarreaba.

Con cada nuevo día que pasaba los síntomas cambiaban y se hacían más duraderos, y Peter se cuestionaba con más frecuencia la decisión que tomó al decidir permanecer como Omega por el resto de su vida.

Oh, si supiera lo que luego conllevaba serlo.

Tal vez no estaría entrando en pánico al sentir el calor de su cuerpo ser más fuerte y sensible en partes que no sabía podían serlo más.

Bañarse con agua helada era su único medio por el cual avivar las llamas de "la bestia juvenil" -como Tony se refirió cuando muy, pero muy apenado preguntó sobre aquel problemita- que amenazaba con manifestarse a cada segundo.

Nunca se había sentido tan... Necesitado de atención en ciertas zonas específicas.

Y es que, no es como si Peter se considerase a si mismo como un adolescente depravado y calenturiento; no era del tipo cuyas hormonas se alborotaran al ver material gráfico y visual en sitios clasificados para adultos, ni mucho menos "se toqueteaba" más como una necesidad por saciar su "líbido" que como un vanal deseo fugaz en las noches de "consuelo" de un adolescente promedio en sus días enérgicos.

El castaño se removió enrollando su cuerpo bajo las sábanas en su cuarto tratando de forzar a desaparecer su vergüenza, y entre más se acordaba de los términos utilizados por su mentor en su última charla, más deseaba que su periodo de celo llegara a su fin.

Pero para eso faltaba una semana más.

Y no sabía si podía soportar no hacer nada indecente mientras ese lapso de tiempo transcurría con suma lentitud.

«Maldito celo, ¿En qué me metí? Todo porque quería darle un oportunidad, ah... ¡Peter Parker, más te vale mantenerte con la cabeza fría!» -Se regañaba a si mismo, mordiendo la funda de una de las almohadas blancas de la habitación.- «Piensa en el himno nacional, en la tarea acumulada que estás dejando de adelantar por esto. Estudia, ve películas, responde a Ned el mensaje de hace seis horas, ¡Pero haz algo, por favor!»

-Sí... Mi teléfono. -Peter chasqueó los dedos y tomó su celular de la mesa de noche como único medio de ignorar las necesidades poco puras que exigía su cuerpo satisfacer.

Abrió el chat de su amigo y leyó los mensajes, entre la oscuridad de la habitación la luz blanca caía sobre su rostro traspasando la luminosidad por la cobija en la que se había contenido.

Ned le había escrito un mensaje corto y de pocas palabras.

"Amigo, ¿Conoces a Harley?"

Peter pensó un momento en la pregunta, hasta que cierto rostro glorioso y atractivo se paseó por su mente...

Se sonrojó al instante.

-¡Basta! -gritó en un susurro frustrado ante a la manera en la que había comenzado a fantasear con el rubio de esencia agradable.

"¿Keener?" -respondió tecleando con rapidez en el teclado.

El estado de su amigo de inmediato cambió a "en línea", mostrando en la barra superior que se encontraba escribiendo antes de enviar su siguiente mensaje.

"Ah, ¿Sigues despierto también? "

"No es tan tarde... Por cierto hola Ned..."

"Pete, deberías ver más seguido la hora en la barra de herramientas. ¿Qué tanto hacías para dejar que el tiempo vuele?".