La música de una radio estéreo sonaba en sintonía de fondo, mientras el sonido de una sartén hirviendo y el de un par de ollas de presión laborando se escuchaba a la par el delicioso aroma de la comida se esparcía por el aire.
En una cabaña sencilla, ni pequeña ni muy grande; rodeada de un campo verde y distanciada de cualquier rastro de la ciudad más cercana, una pareja de superhéroes prófugos solían pasar sus días en tranquilidad.
Habían pasado poco menos de unos cuantos meses después de... Bueno, de que tomaran caminos separados del resto del equipo y que comenzaron a vivir por su cuenta.
Al principio, cuando el capitán rescató a Wanda de "la balsa", Wanda se había unido a ellos y había permanecido a su lado.
No conocía un lugar al dónde ir o a quién acudir.
Además de Visión, no había espacio en su mente sobre alguna persona que llegase a importarle su paradero; pero él estaba comprometido con su decisión de aceptar el tratado y le tomó un tiempo comprender que ella lo necesitaba, justo cómo él a ella.
Su cuerpo entero podía ser el de un sintetizoide compuesto en su mayor parte por vibranio, pero tenía un corazón -al menos metafórico- que solo podía latir por la mujer de sus sueños, Wanda.
Los sentimientos que tenía eran reales, tan verdaderos y complicados. Llevaba poco tiempo existiendo, pero sentía que podía estar el resto de su vida a su lado.
Wanda sacaba su lado más humano, aquella parte de él que podía sentir como cualquier hombre en la tierra capaz de amar.
De cierta manera, Tony Stark era su creador; a lo cual muchos llamarían como su "padre", al igual que el dios del trueno Thor, el doctor Bruce Banner y la doctora Helen Cho lo eran.
Pero de nada servía tratar de acoplar roles familiares a quienes debía su existencia.
Wanda era su familia, pero necesitó de tiempo para abrir los ojos y ser capaz de razonar de la misma manera a como lo haría un ser humano.
Con el corazón.
Y mientras eso pasaba, encontró su camino a ella regresando a sus brazos y a su vida con la promesa de nunca apartarse de su lado.
Después de su reencuentro, la pareja los siguió y vivió con sus rescatantes cuál nómada sin hogar fijo, tuvieron una estadía breve en Wakanda y luego de eso decidieron asentarse en una casa que el portador de la gema de la mente trajo consigo junto a los documentos correspondientes de propiedad.
-Es un regalo. -Dijo él en ese entonces, pero Wanda no estaría complemente tranquila hasta no asegurar un sitio donde su ubicación no sea conocida por ningún medio.
-De Stark, debemos venderla. -Sentenció la mujer y la expresión de su pareja no cambió ni un poco a su decisión.- Es lo mejor...
Sí, sabía que lo era.
Era comprensible su rechazo, algunas heridas necesitan más tiempo para sanar que otras, y más aún si llevaban tanto tiempo abiertas.
Wanda claramente no estuvo feliz de tomar aquella decisión, pues en verdad había llegado a amar la morada en el primer instante de verla. Pero lo decidido se hizo y luego con el dinero obtenido se asentaron en una cabaña acogedora lejos de todo y de todos.
-¡Oh, por... !, -Wanda casi gritó al sentir la presencia de su pareja tocar su hombro con delicadeza.- Ah, eres tu V.
-Wanda, te he traído las cosas que perdiste. -Visión habló y dejó la caja llena de DVDs y cintas retricas de diversas épocas sobre la mesa cerca de la mujer que llevó la vista a los objetos para después suspirar.

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Ese mocoso...
Fiksi PenggemarRecibir la tarea de mantenerse en contacto con el joven Peter Parker no era nada sencillo para Happy Hogan. Escuchar las peculiares y extrañas bitácoras del muchacho era tolerable, pero tener que tomar un vuelo de emergencia desde New York no era al...