Se ausenta

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Era temprano en la mañana, pero también tarde para cierto castaño.

Peter se movía lo más rápido que podía evadiendo a las personas y a los autos mientras avanzaba por calles y callejones, a veces arriesgándose a ser visto al saltar sobre los techos.

Se había quedado dormido y había dejado sonar la alarma por demasiado tiempo. Tanto así que tuvo que vestirse como pudo, sin poder tomar una ducha, al igual que su desayuno. Ahora, se encontraba yendo a toda velocidad hacia su instituto; siendo algunos minutos de retraso los que le había llevado a recurrir a sus habilidades para conseguir llegar a tiempo al examen más importante del ciclo escolar para la materia de ciencias.

Peter corría tan rápido que casi podía parecer que estaba volando, vio que faltaba poco para llegar al salón donde se estaba realizando la prueba hacia más de una hora y media; aliviado de que faltaban unos cuantos escalones redujo su velocidad y empezó a trotar y a evadir a otros estudiantes, que como él, presentía que tenían la misma prisa.

Cuando estuvo frente al salón, empujó la puerta lo suficiente como para ver hacia el interior.

Vacío.

No había nadie allí ocupando los asientos.

Y fue entonces cuando lo recordó.

-Hoy es sábado... -Peter se mordió el interior de los cachetes.

Aunque los sábados no era horario de clases, algunos estudiantes preferían ir a las instalaciones y estudiar por su cuenta; reunirse en sus clubs, o ir a la biblioteca.

-¿Peter? -Una voz conocida le llamó detrás de su espalda. - ¿Qué haces aquí?

-Oh, hola MJ. -Los ojos de Michelle Jones cayeron hacia la mochila que cargaba, así como al libro de física en una de sus manos.

-Ya... Te equivocaste de horario, genio.

El castaño subió y bajo sus hombros incapaz de defenderse.

-Ya que estás, únete a nosotros hoy también. -Sugirió Michelle.

-Bueno, -aceptó sin tener escapatoria alguna- pero no le digas a nadie que me he equivocado. -MJ lo observó y asintió.

Claro que no lo escucharía.

-Hoy tenemos un nuevo miembro, sería una lástima dar una mala impresión. -Michelle fingió preocupación- Obviamente no ignoraste mis mensajes dónde les pedí a todos reunirnos y darle la bienvenida.

-Oh, ¿En serio? Por favor. -Peter la siguió caminando de espaldas frente a ella, tratando de convencerla de no mencionar nada sobre el asunto; hasta prometió hacer lo que quisiera a cambio de su silencio.

-Ok, bien -Michelle bufó dejándose llevar por el estrés, cuando no le fastidiaba que el castaño no parara de insistir una y mil veces sin ceder. -Pero, es todo tuyo.

-¿Eh?

-¿Cómo que "Eh"?, encargarte de instruirlo.

*

-MJ...

-¿Qué?

Peter se estaba poniendo nervioso, si se le encargaba al nuevo estudiante tendría que hacer tiempo libre para él; hacer tareas como acompañarle, mantenerse en contacto; mostrarle las instalaciones y ayudarle a actualizarse con cada una de las materias.

No tenía tiempo de ser el encargado de alguien, estaría muy ocupado siendo el protector de todos...

Al menos en New Jersey.

-MJ... -Insistió.

-¡No! -Michelle se volteó y continuó arreglando las decoraciones de la sala de club. - En todo nuestro tiempo como club, nunca te has encargado de dirigir un nuevo miembro, es tu turno.

Ese mocoso...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora