Manic siempre se considero irrelevante en su vida, sin un propósito en específico y con la soledad como única compañera. Eso hasta que un día conocerá a un extraño sujeto que le hará ver la vida de otro modo.
Scourge un curioso chico punk-rock que l...
"Conforme los avances realizados, se puede asegurar a la población que las criaturas que atacaron días pasados se han alejado y la seguridad se ha reforzado... sin embargo se le pide a la población mantenerse en sus hogares hasta que las alertas disminuyan, además de que un peligroso delincuente se encuentra fugado... lo nombran Manic y de verlo deberán reportarlo para su captura. El criminal es altamente peligroso y capaz de cualquier cosa".
Una taza se destruyó en el suelo cuando sus orejas escucharon esa noticia. Sonic permaneció estático frente a la televisión, sin poder digerir la noticia que le provoca un sin fin de interrogantes.
Sus ojos quedaron atónitos cuando vio la foto del chico al que le compraba cosas en el market. Apenas habían pasado unos días desde los sucesos con los lycans y todo se volvió tan confuso.
—¿Manic un fugitivo? —se pregunta sin entender que sucede— pero si trabajaba en ese lugar... ¿Cómo puede ser un delincuente? —dice consternado—. ¡Debe ser una broma de muy mal gusto!
Sonic no se había percatado de lo que sus manos botaron y cuando vuelve en sí, se da cuenta del desastre que ha ocasionado. Se agacha para recoger los pedazos de la taza, pero solo logra perderse aún más entre sus pensamientos.
—Manic no puede ser un delincuente —dice seguro de sus palabras— es solo un muchacho... —susurra viendo los pedazos de la taza—. Inocente, puro... no Manic no podría hacer cosas malas —menciona convenciéndose.
Desde hace unas noches las cosas se volvieron caóticas, Shadow tuvo que dejarlo inconsciente para que no se metiera en la batalla y aún no tenía noticias sobre él. Lo llamó en innumerables ocasiones y solo le enviaba a buzón, pero cuando comenzaba su histeria Shadow le dejo unos mensajes pidiéndole que guardará la calma y que pronto estaría con él.
—¿Qué está pasando? ¿Por qué Manic es un fugitivo? ¿Acaso el lobo lo abandono? —muchas preguntas salían de su boca, se sentía lleno de angustia, preocupación e impotencia.
Los nervios eran muy crueles con Sonic y no le ayudaban en lo absoluto. Una presión comenzó a formarse poco a poco sobre su estómago hasta que sintió las enormes ganas de devolver lo poco que había desayunado, dejó de lado el desastre para incorporarse rápidamente y correr al baño para vomitar, cuando acabó se limpió y lavó la boca, salió del baño mientras sentía como los espasmos se adueñaban de su cuerpo.
Sonic se dirigió a la cama, se sentía tan mal como si estuviera enfermo. Se recostó para tratar de que sus mareos disminuyeran. Pero ni aun así logro controlarse, con las pocas fuerzas que tenía llamo a su suegro para pedirle ayuda y posteriormente todo se volvió negro.
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Despertó lentamente, se sentía tan cansado. Con movimientos algo torpes y lentos logró sentarse en la cama, a su costado había una taza con agua. Sonic ladeó el rostro un poco desubicado, pero pronto sintió un aroma muy conocido. En la puerta se asomó la silueta de aquel a quien pidió ayuda hace unas horas detrás.
