🅣🅡🅔🅘🅝🅣🅐 🅨 🅒🅤🅐🅣🅡🅞

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Aquellos momentos le recordaban mucho a su vida hace tan solo unos años atrás, cuando era un solitario vagando por el mundo, sin ninguna dirección y sin ninguna esperanza. Era de los pocos recuerdos que odiaba tener en su mente. Pero en ese momento algo era diferente, quizás no siempre estuvo solo, sino que sus pasos lo llevaron hasta encontrar a ese compañero perfecto de viaje.

La noche volvía a tomar protagonismo en aquel bosque. Scourge cargaba a Manic sobre su espalda mientras corría por los caminos de aquel lugar. Habían pasado unos días más en donde seguían la ruta a la nueva parada en donde pasarían al menos unas dos semanas antes de partir.

Manic llevaba puesta la chaqueta del lobo, habían dejado la zona costera y subían al altiplano en donde el frío era más fuerte. Scourge le brindaba calor a Manic mediante su cuerpo y buscaba hacerlo sentir cómodo. Scourge era muy protector con Manic, pero en esa noche los habían interceptado los aliados de Infinite y por ende, el lycan tuvo que escapar con Manic en ese instante.

Los fuertes vientos eran notorios, ya que esa zona era distinta a las que antes visitó y no quería admitirlo, pero de cierta manera no le agradaba volver a ese refugio.

—Lo lamento, pero no tenía otra opción —se disculpa con Manic mientras que siente como el erizo lo abraza aún más.

Manic siente mucho frío, no estaba acostumbrado a viajar de ese modo.

—Está bien, no podíamos arriesgarnos a que Infinite nos atrapase —menciona de una manera tranquila y serena—. Solo quisiera llegar pronto a tu refugio —le pide poniéndose más cómodo sobre la espalda del lobo.

Scourge se detiene mientras observa el lugar y aspira el ambiente.

—No falta mucho realmente —le dice Scourge reconociendo los aromas— conozco este camino.

Manic mira por delante, lo poco claro que se deja apreciar son unas extensiones de rocas, y más lejos se ve una cueva.

—¡Allí está ese lugar! —confirma Scourge con alegría.

—¡Entonces vayamos! En serio necesito descansar —pide Manic emocionado.

Scourge corre un poco más rápido hasta que llega a la entrada, se acerca con cuidado y buscando alguna pista si no ha sido profanado su escondite. Se percata que todo sigue igual a como lo dejo antes.

—Todo en orden —le dice a Manic mientras lo baja— solo tengo que buscar la llave.

Manic lo mira extrañado. De nuevo vuelve a ver a su alrededor y solo puede ver rocas.

—¿Qué clase de llave? —le cuestiona sin entender.

Scourge se agacha para mover algunas rocas hasta que da con una de color rosado. La toma y se vuelve a poner en pie mientras la inserta en un apartado dentro de la pared. La rosa se une y con magia muestra una puerta.

—Vayamos Manic —le pide alzando la mano para guiarlo— ya estamos cerca del descanso.

Manic corresponde a su solicitud y se deja guiar. Siente como un hormigueo en su cuerpo al atravesar esa puerta, sus ojos se muestran impactados al ver que se encuentra en una casa hecha totalmente de piedras.

—¡Vaya! —musita fascinado y viendo a su alrededor—. ¡Qué lugar tan grande!

De todos los sitios a lo que Scourge lo ha llevado, aquel era sin duda el más grande y parecido a una casa normal.

—Solo he venido unas dos veces a este lugar, es un poco difícil convivir con las bajas temperaturas y necesito de mucha leña para poder mantenerlo caliente. Menos mal dejé un poco de reserva por si volvía de emergencia —le explica adelantándose unos metros, se agacha para tomar algunos trozos de leña para llevarlos hasta lo que parece ser una chimenea improvisada.

Impure Moon (Scourganic & Shadonic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora