Impure Moon (Scourganic & Shadonic)

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Dos ojos color almendra se encontraban observando el cielo, pero no de una manera romántica sino llena de suspenso y tensión. En el ambiente se podía sentir una vibra que le hizo sentirse temeroso y lleno de dudas. Rookie esperaba pacientemente al regreso de Infinite, jugaba con sus manos mientras los nervios eran evidentes. Después de la revelación que le hizo el alfa no pudo calmarse. Abrazó sus piernas para reconfortarse a sí mismo, un fuerte presentimiento se apoderaba de su pecho, como la premisa de que algo muy oscuro y tenebroso se estaba presentando. 

No tuvo que esperar mucho, ya que el sonido de la puerta lo alertó, sus ojos se enfocaron a la entrada de la casa y lo vio, se incorporó para acercarse hasta él. 

—Infinite —susurra el lobo rojo deteniéndose, en su rostro se forma una sonrisa—. Regresaste... 

—Rookie —susurra el alfa, acerca su mano hasta la cabeza del lobo y se acerca para depositar un beso en su frente. 

El rojizo se sonroja al ver el gesto del mayor. 

—Tardaste mucho en volver... —sus ojos siguen el trayecto del lobo quien camina unos pasos delante de él, una vibra cargada de preocupación se refleja en su rostro—. ¿Estás bien? 

El alfa se ve apático y un poco nostálgico, no tiene el valor para verlo al rostro, después de la reunión que tuvo con Zokar, quedó con una mala sensación, pero desconocía de que se trataba. 

—Tengo que llevarte a otro lugar, más seguro —le comenta mientras se cruza de brazos y suspira—. No podemos quedarnos en este mismo sitio. 

Infinite había regresado a Rookie a al lugar en donde se conocieron, por algún motivo ese lugar era más seguro que sus otros refugios, pero sabiendo lo que venía por delante consideró que ya no tendría la misma garantía. 

—¿Otro lugar? Pero si este es nuestro hogar, hemos pasado muchos años en este sitio —le pregunta sin comprender—. ¿A dónde más iremos? —en su rostro se aprecia el dolor de abandonar su hogar. 

Infinite comprende que para el rojizo no es fácil abandonar su hogar, hay demasiados recuerdos y una promesa que aún no ha cumplido, pero está encaminado a llevarla a cabo. 

—Hay un sitio, al que quiero que vayamos. Tendrás que esperarme allí, sin importar lo que pase —le pide volteando a verlo. 

Rookie lo observa confundido. 

—¿Infinite qué es lo que sucede? ¿Por qué siento que estás tratando de alejarme de ti? —lo cuestiona con intriga. 

El alfa toma sus manos y se aferra a ellas. 

—Solo quiero ponerte a salvo, hasta que podamos vivir tranquilos en el bosque... —menciona cerrando los ojos— necesito que hagas esto por... nosotros. 

Rookie aleja sus manos y le sujeta de los brazos con desespero. 

—Dime la verdad... ¿Qué está pasando? —le pide—. Estás actuando muy diferente... 

No tiene caso ocultarlo, Infinite es consciente de ello. 

—La guerra es inevitable en los mundos... me temo que estamos muy cerca de ella y es por eso que he buscado un refugio para ti lejos de todo... —Rookie se iba a alejar, pero los brazos del lobo lo atraen hasta su pecho y lo estruja entre sus brazos— eres lo único que tengo en esta vida y tengo que evitar que salgas herido. 

Los ojos de Rookie se nublan a causa de las lágrimas que brotan al enterarse de la razón por la cual debe marcharse. 

—¿Cómo puedes decirme eso y estar de acuerdo en causar daño a las demás criaturas?... —la voz del lobo rojo se quiebra mientras habla.