Es una mala persona...
AITANA.
Corro por los pasillos buscando un lugar tranquilo en el cual desahogarme, siento la mirada penetrante de Damon en mi espalda así que me escondo por uno de los salones y me apoyo en una de las gigantes murallas para comenzar a llorar.
Yo solo quería hablar con madre, no quiero que se preocupe por mí y ni siquiera le he escrito sobre el secuestro, al contrario, por primera vez en mi vida le mentí tantas veces en una misma oracion o en un mismo parrafo.
Miro el salon mientras lloro recordando mi vida en Italia, tal vez debimos ir a un centro comercial y no a una playa.
--¿Donde está? -escucho la voz de Franchesco.
--Llorando en algún lado, ¿Entregaste lo que te pedí? -cuestiona Damon, me acomodo mejor en la muralla aprovechando mi tamaño para pasar desapercibida.
--Sí, encontramos a un hombre robando la mercancía, ¿Qué hacemos? -cuestiona Franchesco mostrando una sonrisa siniestra.
--Matalo. -se sientan en el bar.
¿Todos los salones tienen bar? Definitivamente él es muy rico.
--¿Como te va con la mocosa? -cuestiona Franchesco sonriente.
--No se como mierda estoy aguantando mis impulsos. -responde Damon tomando de un solo trago su vaso de whisky.
Limpio las lágrimas de mis mejillas para no parecer más tonta de lo que ya parezco, he llorado mas veces en ésta semana de lo que he llorado en toda mi vida.
--Le tienes que decir que sí envi...
--Callate. -lo interrumpe Damon antes de que termine lo que sea que iba a decir- Sal de ahí, Aitana...
Mi piel se eriza y aprieto mis muslos sintiendo como mi respiración se corta dejándome helada, solo estoy alucinando.
--No me hagas perder la poca paciencia que tengo... -advierte, me levanto del suelo y sacudo mi trasero, Damon repara mi rostro y sonríe.
Seguramente estoy roja de tanto haber llorado, Franchesco recorre mi cuerpo, aprieto la falda de hacer ejercicios sintiendo nervios.
--Te vez hermosa después de haber llorado... -dice Damon con una sonrisa ladeada.
--Creo que tengo que regresar al entrenamiento. -le digo mientras acomodo los mechones de cabello que se pegan a mi rostro.
--Ya tu entrenador se fue... -dice Franchesco procediendo a tomar un trago de su martini.
--Bueno... Iré a practicar gimnasia. -mi respuesta hace que la sonrisa de Damon se agrande.
--¿Eres flexible? -cuestiona mojando sus labios de una manera seductora.
--Sí, me gusta la gimnasia. -respondo abrazándome para no sentirme tan mal.
Él se levanta y camina lentamente hacia mí, muerdo mis labios con miedo.
--Puedes hacer lo que te plazca pero a las veintiún horas te quiero en la puerta principal del castillo... -asiento mirando esos ojos verdes que me provocan miedo pero también una sensación en el estómago.
--Está bien. -respondo, al darme la vuelta para salir escucho como susurra un Deliciosa... Con su voz ronca.
Camino por los pasillos sin rumbo fijo, escucho como los guardias susurran cosas humillantes.
Me inclino un momento para quitar mis zapatos y veo unos tacones de punta fina, termino de quitar mis zapatos y los acomodo en mis manos para levantar mi mirada.

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THE QUEEN
ActionHay personas que son indispensables en la vida aunque nos neguemos a aceptarlo o lo aceptemos con solo verlas. Aitana Cassano es la única necesidad del Boss de la mafia Rusa, él la describe así; cómo el aire que respira y los latidos de su corazón. ...