THE QUEEN

Capitulo 13

Manipulación...

FRANCHESCO.

Tengo el corazón agitado, Damon quiere técnicamente derrumbar la puerta de la habitación en la que se encerró Aitana.

--¡Ya basta! -grito intentando calmarlo- ¡La estás asustando!

Recuerdo las marcas en el cuello de Aitana y el corazón se me oprime, es una niña... Y demasiado inocente.

--Abre la puerta bebé. -dice fingiendo calma- No te haré daño.

Nadie contesta adentro y temo que Aitana se haya desmayado, Damon pierde la calma y otra vez comienza a golpear, no sé cómo mierda no ha derrumbado la puerta.

--Lo siento, Boss. -digo enterrando una inyección en su brazo y vaciando el contenido.

Mí mejor amigo voltea lentamente a mirarme, está totalmente serio, luego baja la mirada a la inyección.

--No lo hiciste. -dice mirándome con rabia.

--Si lo hice.

Damon cae desmayado en el suelo por el sedante que le inyecté, su psiquiatra nos dió indicaciones de qué debíamos hacer si perdía el control... Yo prometí jamás hacerle eso, pero iba a dañar a la mocosa, y eso sí le dolería.

Dimitry me encuentra luchando para cargar el pesado cuerpo del Boss.

--¿Que pasó? -pregunta sin entender- ¿Donde está mí hijo?

--Lleva a Damon a su habitación, ahora busco a tu hijo. -respondo enojado mientras le entrego a su hermano.

--Sólo quería ver que estuviera bien, no lo quiero devuelta, demasiado trabajo. --agarra Damon y lo arrastra por el pasillo.

Toco la puerta con delicadeza, suspiro al no oír nada, vuelvo a tocar y nuevamente no hay respuesta.

--Mocosa, soy yo. --digo apoyando mí cabeza en la puerta- Damon ya se fue, solo soy yo. Lo prometo por el dedo chiquito.

--No te creo. -escucho un susurro.

Se me oprime el pecho al notar su voz ronca, es por la ahorcada, ¡Joder! Damon la cagó.

--Perché dovrei mentire? Ti prometto in italiano che Damon non è qui per farti del male. --hablo en ese asqueroso idioma que me repugna saber. Y más me repugna el que tengo sangre italiana.

Escucho como ruedan algo adentro y después de minutos la pequeña abre la puerta de la habitación con lágrimas rodando por sus mejillas.

El ojo que no está vendado lo tiene rojo e inflamado, la nariz roja y lo que me hace apretar los labios son las marcas de las manos de Damon en su cuello, son moradas y lucen horribles.

No son marcas sexuales, todo lo contrario, se nota la violencia con la que fueron hechas.

Recuerdo el aspecto de Aitana cuando llegó y es obvio que ha cambiado, antes sonreía y ahora solo llora. Y en el físico es igual, luce despeinada y maltratada.

--Franchesco.

La pequeña corre a mis brazos y me abraza con fuerza, llora pegando su cabeza a mí estómago mientras yo paso mí mano por su espalda y acaricio su cabello.

--Tranquila. -pido escuchando sus escandalosos sollozos.

Aitana demora minutos llorando y apretándose contra mí, miento si digo que ella no llama mí atención... Es tan efusiva y alegre que es imposible pasarla por alto, y aunque ahora luce algo apagada, no deja de desprender belleza y sensualidad.