Capitulo 16

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Per favore...

AITANA.

Me siento incómoda en la cama, me pesan los ojos y quiero abrirlos pero no puedo, estoy algo mareada y tengo ganas de vomitar.

--Auch. -susurro al sentir un horrible dolor en mí estómago bajo.

Abro mis ojos con una lentitud que me preocupa y las luces de la habitación me dejan viendo negro por unos segundos.

--Buenos días. -dice Damon.

Volteo y está en el pequeño bar que tiene aquí en su habitación, tiene una sonrisa ladeada y me mira con astucia.

--¿Que pasó? -pregunto sin entender mí estado.

--Debes estar unos días en reposo. --mi ceño se frunce.

Una leve punzada en mí estómago bajo me obliga a bajar la mirada, alzo la sábana con cuidado y me asusto al ver que estoy vendada, intento levantarme con rapidez y el dolor me envía de vuelta.

--¡¿Que tengo?! ¡¿Me caí?! ¡¿Estoy enferma?! -comienzo a hacer todo tipo de preguntas y él no responde solo sonríe.

--Ninguna de las anteriores. -me interrumpe- Solo ordené que te sacaran la matriz.

Mí ceño se frunce sin entender de qué habla.

--¿Qué?

--Tenía que castigarte por querer escapar y qué mejor que quitando la oportunidad de qué tengas hijos. Eso es para siempre.

Decir que siento que algo dentro de mí se rompe es poco, siento que mis muros se derrumban dejándome helada.

--N-No es ci-cierto. -digo mientras mis ojos se cristalizan.

Puedo sentir el zumbido de mí corazón en mis oídos, me pican los ojos y la nariz, es imposible que no llore.
Cubro mí boca y comienzo a sollozar sin saber porqué me hace ésto.

--¡No tenías derecho! -grito mientras se me desgarra el alma.

Tal vez para muchas chicas el sueño de ser madre es algo patético, pero no para mí... Yo quería tener un bebé, quería formar una familia, era mí mayor sueño.

--Claro que tengo derecho de hacerte daño, eres mía para lastimarte.

Quiero retener mis lágrimas pero en lugar de eso comienzo a gritar en medio de sollozos, golpeo la cama mientras mí mayor sueño se derrumba.

Alguien abre la puerta con rapidez y es Franchesco, al verme queda en shock y yo sigo gritando tratando de sacar el dolor que me quema.

--¡Fuera! -grito mirándolos- ¡Fuera los dos! ¡Hijos de puta! ¡Los odio!

Damon sale de la habitación sin mirar atrás y Franchesco queda unos segundos en el marco.

--Lo siento. -dice antes de irse cerrando la puerta.

Me encojo en la cama abrazando mis rodillas mientras me muevo de adelante hacia atrás tratando de calmarme.

Las cortinas bloquean la luz día. Mí respiración está entrecortada por los sollozos que rompen el silencio que me envuelve.

Mí universo se ha reducido a la desgarradora realidad. Las palabras de Damon se repiten en mí cabeza de una manera cruel, robándome cualquier consuelo.

--¿Por qué a mí? -susurro mirando el techo que no me ofrece respuestas- ¿Qué voy a hacer ahora? Me jodió...

Fuera de la habitación escucho la risa de Alek y si antes me dolía ahora creo que moriré. Ahora él es un cruel recordatorio de lo que nunca tendré.

THE QUEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora