Playa...
AITANA.
La mano de Damon aferrada a mí muñeca me lástima.
--¿Sabes que puede que hayas creado una guerra? -cuestiona en mí oído con rabia.
--Lo sé y la verdad no me importa. O bueno... Me importa pero no tanto como saber porqué los estúpidos dejaron que entraras a Italia como si nada. -respondo.
Los cuatro Italianos, la japonesa, Damon y yo caminamos por lo pasillos y no sé a dónde vamos pero todos parecen muy enojados.
Después de minutos llegamos a una gran oficina donde hay una mesa redonda con aproximadamente veinte puestos.
--Toma asiento. -exige Damon.
Le hago caso solo para quedar frente a los Italianos que me reparan con seriedad por lo que les sonrío.
--Hola. -saludo alegre.
Todos, absolutamente todos en ésta habitación me están mirando. Algo de nervios llega a mí cuerpo pero desaparece de inmediato al recordar por todo lo que he pasado.
--No sabíamos que el Boss estaba en Italia. --habla uno de los gemelos- De haberlo sabido lo habríamos tenido vigilado. Además... -sus palabras se cortan.
--Usted misma lo dijo, es una ciudadana del común. --completa el otro gemelo apretando sus puños.
Damon toma asiento a mí lado y me agarra la mano colocándola encima de la mesa.
--Creo que quiero que se presenten porque no sé con quién mierda hablo. -aclaro de inmediato, miro al chico rubio de ojos azules- Sé que tú eres Matheo. -paso mí mirada al castaño de ojos miel- Y tú Leonardo. Y ustedes son los gemelos D'Angelo pero sigo necesitando saber cómo diferenciarlos.
--¿Donde conociste a Matheo? -me interrumpe Damon con el ceño fruncido.
Volteo a verlo sin borrar mí sonrisa, dejo un casto beso en sus labios.
--En la cocina; donde intentó follarme. --digo con una sonrisa.
Eso es todo lo que se necesita para que el salón se vuelva un desastre, Damon se lanza con furia sobre Matheo el cuál lo recibe con un puño.
Me levanto de la silla para agarrar una botella del pequeño minibar y ver el hermoso show.
Leonardo y uno de los gemelos intentan quitar a mí esposo de encima del rubio mientras el otro gemelo me repara con seriedad.--Salud. -alzo la botella.
La llevo a mis labios y doy un gran trago, eso mientras observo a la japonesa mirándome con una sonrisa, se acerca a mí a pasos lentos.
--Eres como un arma. -susurra con los ojos brillantes- Cuántas cosas no haría contigo en Japón...
--¿Planeas enamorarte de mí? -cuestiono pasándole la botella.
--No. -me acaricia la mejilla- Pero adoraría tenerte de mí lado. Cómo ya lo dije: Eres el arma perfecta.
--¿Por qué?
--Linda por fuera, pero podrida por dentro. Perfecta para ser una bomba nuclear. -sus palabras me lastiman.
Recuerdo a la yo de hace unas semanas y el corazón se me oprime, por un momento voy a flaquear sintiendo que mis ojos se cristalizan pero... El recuerdo de Flor diciéndome que tiene miedo me noquea, me hace saber que no puedo desfallecer sin antes llevarme a Damon Ivanov conmigo.
--Para ésto. -exige el gemelo que se acerca con rabia.
--Dime tu nombre. -refuto.
--Marcelo D'Angelo, rey de la primera famiglia y representante de toda la mafia Italiana. -asiento.

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THE QUEEN
AksiHay personas que son indispensables en la vida aunque nos neguemos a aceptarlo o lo aceptemos con solo verlas. Aitana Cassano es la única necesidad del Boss de la mafia Rusa, él la describe así; cómo el aire que respira y los latidos de su corazón. ...