DUDA PERFECTA.

Capitulo 1

Otro día comenzaba, me había despertado mas temprano por los nervios que tenia. No estaba segura si era por entrar a clases o por que una nueva época para mi comenzaba.

Siempre había sido la nerd de la clase, y cuando digo siempre; es siempre. Nunca me empeñe en cambiar la manera en la que los demás me veían, no me creía perfecta; pero en esos momentos era la mejor versión para mi misma después de mucho tiempo.

—Buenos días, ¿como estás?

—Bien—me limite a responder.

Mientras me sentaba, mi madre me sirvió el desayuno con una sonrisa, volvió a la cocina y después se dirigió hacia su dormitorio. Amo que socialice tanto conmigo... Y después dicen que uno no pasa tiempo con sus padres.

El desayuno consistía en una ensalada de frutas y yogurt, agarre mi mochila y fui hacia la puerta. Mi mamá me estaba esperando junto al garaje.

Quería hacer un poco de ejercicio y sabía que llegaría más rápido a pie, ya que mi mama es demasiado lenta para manejar.

Finalmente, llegué a la puerta del colegio y me despedí de mi mamá.

— ¡Que Dios te bendiga y te proteja! —susurro y me dio un beso en la frente antes de irse.

Porque los padres eran tan sobre protectores, a veces creía que me iban a matar en el colegio despues de todas esa bendiciones que me daba.

Cuando llegó la profesora, hizo que cada uno se presentara diciendo: el nombre, edad y aspiraciones para este año. Odiaba estas presentaciones, era como si no fuera suficiente conocernos durante casi 7 años.

—Soy Emma Jones tengo 16 años y quiero pasar el año —dije bastante aburrida y mirando al piso.

Sé que no es el gran discurso pero algo es algo, ¿o no?

Los siguientes minutos transcurrieron tan monótonamente que me daba ganas de golpearme con la mesa a ver si eso ayuda en algo. Así que pues me di unos golpecitos con la mesa y note como varios me estaban mirando como loca, les sonreí y me recosté en la silla intentando que pasara la vergüenza.

Yo y mis ideas tan estúpidas.

(...)

Al terminar la clase de sociología fui a tomar un café cargado, me levanté del asiento de la cafetería y al volver al salón avisaron que el profesor de la asignatura no había venido. En conclusión, ¡clase libre! Solo debia aguantar dos horas más este terrible infierno.

Al terminar me sentí aliviada y salí corriendo a la puerta de salida. En el camino vi a Lucas el chico nuevo, que en poco tiempo se había vuelto "popular" por así decirlo, se la pasaba de fiesta en fiesta, y era un bombón de chocolate completico.

Tenía pequeñas ondas en su cabello rubio oscuro, era musculoso, pero no del tipo que toman esteroides, aun así sentía que por dentro era una persona muy amable. Moví mi cabeza de un lado a otro intentando quitarme esas ideas de la cabeza, pareciera como si estuviera enamorada de el, al decir esas cosas. Aunque si el quisiera una noche conmigo, tampoco me negaria.

Me hizo un gesto simple con la cabeza, como un tipo de saludo. Y cual fue mi reaccion alejarme lo más posible. Era extraño que él me saludara, si recordamos la pirámide del Instituto yo estoy en el nivel 2 de inadaptados y él está en el último nivel, ósea, el nivel 5 de populares, ricos y atractivos. Debemos siempre mantener el status quo.

Salí del Instituto y no dejaba de pensar en que quería saber más de él. Frene en seco en el momento que me di cuenta de mis pensamientos y me di varias bofetadas mentales.

Llegue a mi casa y me encontré con mi mamá caminando de un lado al otro.

— ¿Estas bien? —le pregunto dejando mi maleta en el sillón y acercándome lentamente.

—Hola, querida —dice con una sonrisa —. Te tengo una gran noticia: Imagínate que tu primo Jackson se vendrá a vivir con nosotros.

Quede totalmente atónita, de solo recordar a Jackson me da ganas de vomitar. Él amaba molestarme y hacerme bromas, además tenía suficiente con tener que estar en el mismo plantel educativo que él. No me imagino como será sobrevivir a él.

— ¡Qué gran noticia! —digo irónicamente y mi madre rueda los ojos.

—Recuerda que debes ser amable con él. Él es un gran muchacho.

Si solo supiera en verdad como es, no le tendría ni un poco de cariño pero, que más se le hace.

—Claro, tú sabes que siempre soy muy amable.

Y era cierto, pero Jackson era la gran excepción. Tome mi mochila y subí corriendo a mi cuarto intentando escapar de la realidad, para leer mi libro favorito titulado "La crisis del siglo XX".

Se trataba de Abigail una mujer que enfrentaba las dificultades del cambio de siglo y la nueva introducción de la mujer a la historia. Este era uno de los libros que podía releer mil veces y nunca me cansaría de él. Si yo se, soy bien friki.

Mientras me sumergía en la lectura no deja de pensar en esos ojos azules de Lucas, los cuales invadían cada uno de mis pensamientos. No sabía cómo sacármelo de la mente. Ni siquiera cuando leía, estaba atascada. 

Adelante un poco de lectura y como no logré concentrarme, me prepare para dormir. En eso escucho un grito de parte de mi mama:

— ¡Emma, ya llegó!

¡Que comience la tortura! Salgo del cuarto y bajó las escaleras lentamente encontrándome con Jackson.

—Hola, primita, ¿me extrañaste? —dice mi primo sonriendo con malicia, mientras me jala de un brazo y comienza despelucarme.

— ¡Suéltame! —digo un poco alto y me aparto —. Sabes que no me gusta que me hagan así.

—Pero primita... —hace un puchero y ruedo los ojos.

—No me digas primita y eso no funciona conmigo —le digo dándome la vuelta para irme a mi cuarto.

—Te amo hija, duerme bien —dice mi mamá lanzándome un beso —. Dulces sueños "primita" —Jackson resalta la última palabra y yo niego con la cabeza. 

Al llegar a mi cuarto, me recosté en la cama. Fui cerrado los ojos lentamente, aunque mis párpados se querían cerrar, yo no lo deseaba, quería seguir pensando en esos ojos azules. Pero no quería volver a sentir esa opresión en el pecho, ese sentimiento que desde pequeñas todas quieren vivir.  Yo era diferente había prometido no volver a caer en eso y quería cumplir mi promesa.

Finalmente, mis párpados cedieron ante el sueño. Esa noche mis sueños fueron invadidos por esos ojos color azul que tanto quería.