Capitulo 10

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Tenía clase de literatura y estaba bastante emocionada, obvio, a mi manera. El profesor José era bastante atento y un muy buen profesor. Además quería escribir otra vez, quería sentir otra vez el lápiz en mi mano y esa sensación de paz.

—Señorita Jones, un gusto volver a verla por acá—dijo el profesor José

—El gusto es mío profesor-sonreí—ademas extrañaba escribir

—Pues viniste en el momento correcto, siéntate y esperemos a los demás estudiantes—me sonrió y señaló una silla

Los estudiantes comenzaron a llegar, y estaba impaciente. Con esta clase no podía ser desdichada,ni mala persona, este era mi ámbito, mi lugar de paz.

—Buenos Días chicos y chicas

—Buenos Días Profesor—dijeron todos

—Hoy tenemos una gran actividad de escritura-se giró y comenzó a escribir en el tablero.—Así que comencemos—Y si no estaba mal, creo que estaba escribiendo el tema del cual nos toca escribir.

Y el tema era SECRETOS

No pudo elegir otro tema, tenía mil temas en el mundo para elegir y tuvo que elegir aquel; ese tema me tocaba a fondo. Estuve a punto de negarme pero esto tal vez podía ayudarme.

Cogí mi esfero, arranque una hoja de mi cuaderno y comencé a escribir:

SECRETOS

Una palabra tan simple puede hacer que tiembles de pies a cabeza, que te duela el corazon y ademas puede hacerte sentir culpable.

Los secretos en bastantes ocasiones no son buenos ademas casi siempre te desvían del camino correcto. Pero ¿qué otra cosa son los secretos?

Hay una simple respuesta; una armadura que te protege ante todo, que te esconde en el fondo te aquellos secretos. Tu sola creas esa armadura, esta es la única solución ante el dolor infringido por ti mismo y los demás. Puedes llegar a un punto e donde sabes que desistirás, que tendrás que salir de aquella armadura, pero si la eliges para siempre podrás llegar al punta del risco que te hará caer al abismo.

Todos esos secretos serán demasiada carga y te carcomerán viva lentamente; y sabes que ese es el pago por esa elección; sabes que caerás en el abismo en cualquier momento y estarás listo para dejarte ir.

Siempre lo has estado y siempre lo supiste.


Solté el esfero por simple reflejo y por fin me sentí aliviada, esto es lo que había necesitado desde siempre; una escritura desde el alma.

Me di cuenta que la mayoría de estudiantes se había ido del salón solo quedaba yo y otra chica bastante bonita. El profesor Jose llego a mi puesto y me hizo un gesto con la mano.

—Emma, te vi muy metida en la escritura. Por poco y rompes la hoja—sonrió—Es hora de que entregues y te vayas.

—Claro profe, igual no era para tanto.

Me recogió la hoja, mientras iba metiendo todo a mi mochila. Salí bastante tranquila era como si el aire estuviera más limpio.

—Oye, espera—me voltee para saber de quién era esa voz.

—¿Si?—inquirí.

—Se te olvidó tu celular—tendió su mano con el celular en ella.

—Te lo agradezco.

—Oye, te inspiras bastante en la escritura

—Enserio, no me di cuenta —enarque una ceja.

—Si, me agradas bastante. Soy Lorena Smith —me extendido su mano

DUDA PERFECTA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora