Automáticamente me tapé la cara con las manos, me coloqué la máscara otra vez y salí corriendo.
Cuando llegue al piso de la fiesta, vi a mi mama y fui caminando hacia ella, antes de llegar a ella vi al señor Robinson a su lado y retrocedí, la adrenalina fluia por todo mi cuerpo, busque un baño lo más rápido que pude.
Me encerré, me senté al lado del lavabo y comencé a llorar, no sabía ni siquiera porque lloraba, solo sabía que tenía un profundo dolor en el pecho, me percate que llevaba puesta la máscara y me la retire, me di cuenta de que esa era la razón. Siempre usaba una máscara ante todos y nunca era yo, pero, aunque quisiera no podía ser yo misma, había perdido muchas cosas valiosas en mi vida y gracias a esto, no podía querer, y menos enamorarme ya que aquella persona nunca me conocería de verdad, solo conocería a alguien que no existe.
Unos golpes hicieron que volviera al presente, me levante y me eche agua en la cara.
—Ya voy —dije con una voz entrecortada.
Me puse la máscara y abrí la puerta; me sorprendí al ver que era Lucas.
—Te estaba buscando, ¿qué te pasó allá arriba?
—Nada, solo me paralicé, disculpa haberte plantado.
—Okay. ¿Hay algún problema si te quitó la máscara?
—Es mejor que la mantengas en su lugar, es una fiesta de mascaras hay que mantener el tema.
—Como tú digas, ¿estabas llorando?
—No, para nada.
Lucas emitió un suspiro y me sonrió.
—Mejor salgamos —dije para cortar la tensión.
Fui a la barra y me senté, pedí un vaso de agua con hielo y Lucas pidió una cerveza mientras se sentaba a mi lado.
Tomé un poco de agua y me recosté en el espaldar de la silla.
—Bueno Emma, ¿qué más me puedes contar de ti?
—Nada interesante me llamó Emma Jones, tengo 16 años, no salgo mucho a fiestas, no tomó ni fumó, y me gusta mucho leer libros de cualquier tipo, pero en especial me gustan los de la edad media.
—Bueno yo me llamó Lucas Simmons, tengo 16 años; cumpliré 17 en noviembre, me encanta las fiestas, bebo, no fumó, también me gusta leer libros de la edad media.
— ¡Qué interesante! —dije con una pizca de sarcasmo
— ¿Eres virgen?
Me sorprendí ante la pregunta y devolvi un poco del agua que habia tomado.
—Sí, ¿y tú? —dije intentando calmarme.
—Lo siento, creía que no eras virgen, es que pues eres muy hermosa y pues... Olvídalo.
—Tranquilo es normal que pregunten eso y gracias por el medio cumplido —le dedique una sonrisa.
—Emma es hora de que te vayas —dijo mi mamá a unos pocos asientos de nosotros interrumpiendo nuestra conversación.
Mi mama se fue acercando junto con el señor Robinson.
—Lucas te acompañará a tu casa, así tu mamá no se preocupará —dijo el señor Robinson.
Noté que Lucas asintió y me cogió del brazo, tomamos el ascensor hasta el estacionamiento. Sacó de su bolsillo las llaves de una camioneta Mercedes blanca, abrí los ojos como platos al ver la camioneta.
— ¿Dónde vives?
—En los Alpes, a 8 cuadras del Instituto.
La camioneta arranco a gran velocidad y en poco tiempo llegamos a mi casa, esta era bastante simple, con tres pisos, jardín y una linda fachada, aparcamos enfrente y Lucas apagó la camioneta.
—Bueno, bienvenida a casa.
—Gracias por traerme, saludes al señor Robinson.
—Okay, Emma. Cuídate —me plantó un beso en la mejilla y me sonroje.
Abrí la puerta de la camioneta y me bajé con cuidado.
—Emma quería saber si me darías tu... pues claro si tu...
Sabía exactamente que me estaba pidiendo así que saque una agenda de mi bolso y un lapicero y escribí mi número, arranque el papel y se lo entregue.
—Cuídate Lucas —sonreí.
—Gracias.
Camine rápido y abrí la puerta de mi casa, la cerré y me deje caer al piso, me quede pensando en cómo me hizo sentir y como podía ser un poco más atrevida con él, es como si pudiera ser yo misma y que por un momento no existiera la máscara.
Subi las escaleras y me cambie de ropa. Me senté en la cama y leí un poco de mi libro, unos minutos después escuché una alerta de mensaje y lo abrí.
Número Desconocido
Buenas Noches Emma. :)
10:38 p.m.
Aunque era un número desconocido, sabía perfectamente que era Lucas.
Yo
Igual Lucas, dulces sueños :)
10:39 p.m.
Lucas
¡Adivinaste! Pensé que te asustarías y me preguntarías "¿Quien eres?" así bien asustada...
10:39 p.m.
Tenia ganas de responderle, pero siempre es mejor mantener la intriga.
Apagué mi celular y me recosté, hasta que mis párpados cedieron.
Abrí los ojos de golpe e inmediatamente visualice a Lucas.
—Lucas, ¿qué haces acá? —pregunte nerviosa.
Me senté en la cama mientras él se acercaba.
—Em, yo sé que te escondes de mí, no lo hagas.
Abrí los ojos como platos y carraspeé.
—¿De qué hablas? —tartamudee con sorpresa.
—Se lo que estás escondiendo, solo ábrete a mi.
—No puedo, aléjate.
—Em, confía en mí.
De repente Lucas desapareció como neblina y apareció el rostro de aquel que me había hecho esto, del que me había destrozado.
—Confía en mí —dijo otra vez y lo único que pude hacer fue gritar.
Me desperté agitada, miré mi reloj y eran las 4:00 a.m. Titiritaba del miedo, estaba tan asustada no sólo por haberlo visto sino porque tal vez Lucas podía saber mi secreto.
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Holis mis corazones de melocotón
Bueno espero que les esté gustando la historia esta es mi primera nota y quiero pedirles que recomienden la historia.
Intentaré actualizar cada semana y pues les pido que VOTEN Y COMENTEN y estén atentos a las actualizaciones.
Los amo besos y abrazos.
Lulú. :)
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DUDA PERFECTA.
Teen FictionEmma es otra chica invisible, tal vez el mismo cliché de siempre. La diferencia es que hay algo que la ha atormentado durante mucho tiempo. Algo oscuro que ha decidido ocultar, la perfección es la mejor de sus mentiras, pero tambien su mayor debilid...