Me desperté con dolor un dolor de cabeza asquerosa, sentía que mi cabeza a explotarIa en cualquier momento. Mi alarma no dejaba de sonar hasta que se cayó al piso y se destrozó.
Me levante y abrí la puerta de mi cuarto, la casa estaba totalmente en silencio era muy extraño para ser las 8:30 de la mañana, baje a la cocina y como me imaginaba mi mamá se había ido a una reunión y dejo una nota."Les deje masa de pancakes hecha e hice mercado para que hagan su almuerzo y disfruten el día.
Los ama Mamá"
Me fui a hacer mis pancakes y de una vez los de mi primo; tenía que intentar ser amable con él, sino esto no funcionaría.
Después de hacerle sus pancakes subí las escaleras y entre a su cuarto sin tocar. Creo que se me estaba haciendo costumbre.
Me acerque a la cama y se los deje en la mesa de noche.
—Estos pancakes están muy claros ¿y la miel? —arrugo la cara en señal de desagrado.
—Hice el mejor esfuerzo Jake y no soy tu sirvienta tu puedes traerte la miel, ya eres grandecito —dije con un gruñido.
Azote la puerta de su cuarto y me fui al mío, me senté en mi cama a comer, recordé que tenía que ensayar las partituras de la nueva canción de violín. Saque mi violín, y comencé a buscar las partituras, había jurado que las deje encima de mi mesa de dormir. Desorganice todo mi cuarto buscándolas, hasta que finalmente fui a preguntárselas a Jake y apenas abrí la puerta, me encontré con que las estaba leyendo.
—No sabía que tocaras violín —dijo intentando molestarme.
—No sabes muchas cosas de mí y deja de entrar a mi cuarto sin permiso. Ahora dámelas.
— ¿Y si no quiero? —me respondió acomodándose en su cama
—No querrás verme furiosa ¿o sí? —arquee una ceja
—Sorpréndeme —dijo retándome.
Mientras veía una maratón de Game of Thrones, me rugió el estómago, mire la hora y note que eran las 2:00 pm así que decidí pedir una pizza mediana. A los quince minutos sonó el timbre y baje corriendo las escaleras para recibir la pizza; pero me encontré con Luke.
—Ho-o-la, ¿qué haces acá? —estaba tartamudeando tanto que ni sabía que decía.
—Hola Em, vine a visitarte ya que no tengo nada que hacer. Si no te molesta —se encogió de hombros y sonrío.
—Eh no — tragué saliva y respire hondo—. Pasa —estaba atónita y apenas me podía mover.
—Linda casa, y lindo camisón de conejitos.
*Oh por Dios el me vio con mi camisón de dormir y lo peor con el de conejitos.*
*Sí, no lo notaste. Que inteligente eres....*
—Gracias —sonreí para disimular mi vergüenza—. Sigue y siéntate—señale el sillón.
Apena entro, se tiro al sillón y comenzó a mirar toda la casa.
Volvieron a tocar el timbre y fui a abrir, esta vez sí era el repartido, le sonreí mientras recibía la pizza y me senté en el sillón junto a Luke.
—Oye si quieres ven a mi cuarto estoy viendo una maratón de Game of Thrones y está muy buena y pensaba comerme la pizza mientras la veía —sugerí mientras miraba el piso.
—Claro, que pena haberte interrumpido la maratón.
—No hay problema, estaban en comerciales—mentí, no importaba si me la perdía por estar con él.
ESTÁS LEYENDO
DUDA PERFECTA.
Подростковая литератураEmma es otra chica invisible, tal vez el mismo cliché de siempre. La diferencia es que hay algo que la ha atormentado durante mucho tiempo. Algo oscuro que ha decidido ocultar, la perfección es la mejor de sus mentiras, pero tambien su mayor debilid...