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Muy cerca del atardecer, a unos 10 mil metros de altura, donde el sol se escondía tras las nubes, dejando el hermoso degradé entre un rojo furioso, anaranjado infierno y amarillo fuego, acordes precisos para un desenlace que todos sabían que pasaría, mas nadie sabía cómo sucedería.
Los fantásticos destellos incandescentes del último sol se podían divisar sin mayor esfuerzo por los cristales delanteros del avión, transporte del grupo destinado a salvar al mundo.
El miedo se podía oler a distancia. El silencio era tan sepulcral que hasta se podía escuchar el latido acelerado de los corazones. Sin embargo, en otros, la concentración era máxima, sobre todo en André quien tenía sentado a su lado a Marck, tan nervioso que no podía dejar de mover su pierna de arriba abajo. Por momentos ponía su mano en la rodilla para intentar calmarse, pero esta inconscientemente volvía a moverse.
De pronto, una luz roja se encendió en la cabina de la nave, indicando, para los entendidos, que el objetivo de salto estaba próximo a llegar. Mas todos, sin excepción, dejaron de hacer lo que estaban haciendo y detuvieron la mirada en aquella luz.
Automáticamente la pierna se Marck se detuvo drásticamente, quedando completamente paralizado. Rizzo lo notó inmediatamente y esbozó una leve sonrisa en su rostro intentando también encontrar palabras de aliento para su amigo.
— ¿Sientes ese frio intenso que sube por tu espalda? —le dijo poniendo su mano en la rodilla de chico— ¿Aquel cosquilleo en tus piernas? —anexó mientras Marck intentaba entender las palabras del chico— ¿Eso qué quieres hacer y no puedes porque estas paralizado? ¿Lo sientes?
— ¡Sí! —contestó Marck tragándose el nudo en su garganta— ¿Cómo sabes que siento eso? —preguntó sorprendido Balbo con extrañeza al percibir que André había definido muy bien su estado.
— ¡Porque yo también lo siento! Es el miedo que intenta apoderarse de ti—respondió firme Rizzo sin inmutarse antes de levantarse y tomar su casco.
Y cuando ya se levantaba y la mirada de Marck se elevó para mirarlo con admiración, André cerró con una frase clave para él.
— ¡Si logras dar ese paso, cruzar esa línea que te dibujo la mente, entonces serás inquebrantable! —finalmente el chico Rizzo caminó hacia el centro del avión para juntarse con Thommy quien lo esperaba y así definir los paso a seguir.
La mirada de Marck se quedó fija en el caminar de su amigo quien con unas simples palabras le entregó tal confianza que súbitamente su pierna dejo de moverse y el corazón, quien ya se le salía del pecho, volvió a su estado normal.
Mientras tanto, el piloto del avión ya había anunciado la proximidad al destino indicado. Mas no fue necesario comprobarlo con los ojos ya que las turbulencias se hicieron sentir notoriamente producto de los fuertes vientos y el clima cambiante de las montañas, exhalando el vaho desde la boca de todos.
— ¡5 minutos! —exclamó el copiloto a un Frank que se asomó por la compuerta principal.
— ¡5 minutos! —índico con voz y su mano, mostrando los 5 dedos a los chicos que lo siguieron con la mirada.
Instintivamente, la tensión se hiso presente. La concentración tenía que ser total para así no cometer ningún error que pudiera costar vidas. Aun sabiendo que era una misión sin retorno, nadie pretendía morir sin lograr su objetivo.
— ¡Muy bien! —exclamó Frank al resto del equipo— ¡Reúnanse por acá por favor!
Automáticamente todos los chicos se reunieron con el hombre que tenía más experiencia al mando de un equipo. De manera inconsciente Frank pensaba que él estaba al mando de la misión producto de su experiencia en el crucero, mas no todos estaban de acuerdo con ello.
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LAZZARUS RENACIMIENTO
Science FictionEstá, es la tercera entrega de la saga dónde LAZZARUS: RENACIMIENTO les entrega el descenlase de LAZZARUS: LA CURA DE LA MUERTE Y LAZZARUS: CONTAMINACION. Finalmente nuestros protagonistas llegan a su fin. Solo leyendo la historia sabrás si todo sal...