VII_ CASERÍA (parte 1)

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Los cobardes, huelen el miedo y la muerte tantas veces en la vida que cuando tienen que ser valientes pierden la vida. Los valientes, en cambio, solo huelen el miedo y la muerte una vez y lo mas probable es que sean recordados, siempre, como héroes.

Capitulo XII

Cacería

Crucero Renovatio, 22:15

1

Peligrosamente las olas del mar se acrecentaban rápidamente. El viento era cada vez más intenso y las nubes color burdeos en el cielo amenazaban con dejar caer el líquido de la vida sin compasión. La tormenta estaba cada vez más cerca aunque también el navío estaba cerca del puerto ST. ANTOAN, el cuello de botella que le llamaban los chicos.

Dentro del navío, Omar, atado de manos, sentado en una silla en el medio de la habitación donde lo tenían recluido, miraba sin temor como André caminaba de un lado a otro de la sala, tal cual lo hace un león enjaulado.

Rizzo lo miraba con desconfianza, su mano derecha tocaba su arma de servicio acomodada en su cintura mientras con la otra se rascaba la barbilla tratando de buscar alguna respuesta en los dichos de, uno de los que él pensaba, era cómplice en el motín.

— ¿Me dirás dónde está tu hermano?—preguntó André al fin, sentándose en otra silla frente a Omar.

—Me has preguntado mil veces lo mismo y volveré a responderte igual—contestó Omar sin siquiera ponerse nervioso.

—Si no sabes donde esta y no sabes por qué hizo lo que hizo entonces ¿Por qué querías escapar?

— ¡No quería escapar pedazo de animal! ¡Tú fuiste el que se disparato! ¡Llegaste una mañana donde mi hermano te salvo de la muerte segura! ¡Te dio comida, una cama donde dormir, luego te recuperaste, salvaste a aquellos muchachos en el errante y de un momento a otro te desquiciaste y pensabas que todos estaba en contra tuya! ¡Yo no sé cómo es estar un año en las afueras pero acá, acá aun no perdemos la cordura amigo!

Las palabras de Omar calaban hondo en André, mas éste no demostraba flaqueza en su sentir. Si bien Oilecup decía gran verdad, André solo quería encontrar una pista de donde podía haber ido Frank junto a Nelzon y Koke. Su fin, ya lo había decidido con Giselle y Micky.

—Pues si tanto defiendes a tu hermano—dijo mientras extraía una agenda desde su espalda— ¡Entonces explícame las ultimas 3 páginas de este almanaque! ¡Tu hermano lo escribió!—exclamó abriendo el cuadernillo para comenzar a leer.

UNA HORA ANTES

—Si podemos encontrar una pista de donde fue Frank podemos saber si lo que dice Nelzon es verídico—dijo André.

El concilio se había reunido nuevamente en el comedor donde se congregaron en la mañana para recibir a André. Katherine, Giselle, Dália, Micky y André eran los que discutían del tema y de cómo afrontar lo que inexorablemente se les venía encima.

—Creo que lo primero es atracar el navío en cuello de botella—propuso kath—Luego buscar algo de comida y suministros, necesito más suero para la enfermería—concluyó.

—Si es verdad, con la llegada de los chicos del errante el suero se está terminando rápido—ratificó Dália apoyando lo que decía Katherine.

—No alcanzaremos a llegar a la isla—confirmó Micky—Incluso si vamos a toda velocidad tardaríamos 7 horas en llegar y la tormenta esta por tocarnos. Lo mejor sería ir a cuello de botella, tomar suministros y esperar hasta que la tormenta pase—sugirió el chico.

—Lo único que queda es saber que vamos a hacer con Omar—dijo Giselle en alusión al recluido—No sabemos de que lado esta—afirmó.

—Lo que me parece extraño es que después de tenerlo apuntado con un arma decida ser parte del motín y luego quedarse, sin escapar con los demás—sostuvo André levantándose y haciendo su gesto típico de rasgarse la barbilla para pensar, dejando a los demás descolocados.

LAZZARUS RENACIMIENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora