XI_CURIOSIDAD (PARTE I)

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CAPITULO 11

PERDIDOS

—No sé si este mensaje lo recibirán. Quizás lo hagan; en 20 años más, donde será demasiado tarde. Espero que los sobrevivientes puedan seguir en eso, sobreviviendo. Espero y tengo fe de que los infectados no nos ganaran esta batalla, la contienda más brutal de la cual se haya tenido registro. Yo por mi parte me despido. Desde el fin del mundo. Teniendo tan solo 5 horas de vida, prefiero hablar con quien quiera que me escuche, antes de lamentarme y enloquecer con lo que me pase. Con el desenlace. Cuídense y cuiden a los suyos—fin del comunicado.

15 HORAS PARA LA MUTACION

Una magnifica conspiración entre el clima y el destino, los cuales se confabulaban en contra de quienes quisieran hacer el bien o solo sobrevivir cerca del búnker, donde las almas en desgracia se exponían en búsqueda de la última esperanza para salvar a los pocos seres humanos con vida en el planeta.

De las pocas almas dentro del gran refugio de fierro y metal sólido, desprovisto de misericordia, solamente dos se enfrentaban a lo descabellada que era esta tempestad.

Como sabemos, los infectados no discriminaban edad, sexo o color de piel. Para ellos, todos los seres humanos eran comida y no escatimaron esfuerzo en correr por los corredores del laboratorio para alcanzar a una Danny Hall quien se aferraba a su hijo Démian, protegiéndolo con su cuerpo, intentando que las mordeduras fueran primero a ella y si había algo de piedad dentro de los mismos dementes, se compadecieran de su pobre niño.

Ni siquiera se detuvieron estos contaminados cuando desde lo más profundo de su estómago, de su alma, Danny emanaba un gran rugido, su última esperanza de salvación en tan solo un grito, que desgarró incluso su garganta.

— ¡Andréeeee!

Se escuchó el eco por todas partes, lo que despertó hasta los infectados más despistados, haciéndolos salir de su estado pasivo, accionando sus instintos básicos, sobrevivir en base a alimentarse.

2 de los 10 dementes más cercanos a Danny y su hijo estaban a un salto de devorar hasta el último hueso de su presa, cuando súbitamente, disparos de escopeta atravesaron sus cuerpos despedazando sus estómagos, salpicando de líquido vital la ropa de la chica asustada, agazapada, en completo estado de shock.

— ¡Ponte de pie si quieres vivir! —gritó una voz conocida a unos metros de distancia. Al mismo momento que seguía disparando su arma para acabar con los demás infectados que amenazaban a la chica y el pequeño desamparado.

— ¡Buena frase de TERMINATOR señor! —agregó otra voz conocida descargando su arma en contra de los dementes.

Mas, el alma de la chica aun no volvía a su cuerpo y solo reaccionó, con un gran rostro de espanto, cuando Gustav Perrens, su padre y protector, la tomó del brazo y la arrastró unos metros para ponerla de pie.

— Pero ¿Cómo llegaron acá? —musitó ella con notorio dolor para hablar, producto del grito, al mismo momento que acomodaba nuevamente a Démian en sus brazos.

— ¡Se lo diríamos doctora! —se entrometió Lukas Orión— ¡Pero tendríamos que dejar que la horda que viene por el pasillo nos devorara! —agregó.

Las balas aún se disparaban por las armas de dos soldados que sobrevivieron junto a Rita y Gustav en la armería. Al mismo instante que Rita corría hacia Démian quien al verla le estiró de inmediato los brazos. Danny se sorprendió de aquello penetrándola un sentimiento de congoja, mas no quiso decir nada.

— ¡Ya vienen! —gritó aterrado un soldado en alusión a la horda más grande.

Los nervios se apoderaron de quien no estaban acostumbrados a convivir con el exterior y con la fuerza letal de los dementes sin tenerlos dopados o muertos en frente.

LAZZARUS RENACIMIENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora