ELIZABETH
— Entonces...¿Se te declaró y tú le lanzaste tu zapatilla? — asiento avergonzada. Mason suelta una carcajada escandalosa.
Empujó su hombro para que se calle porque algunas miradas se posaron sobre nosotros al escuchar a mi amigo riéndose como loco.
— Basta Mason, no es gracioso.— murmuro enojada.
— Si lo es.— afirma entre risas — Llevas enamorada de Derek desde que te conozco e intentaste toda clase de cosas para que se fijará en ti y cuando por fin te confiesa que le gustas, lo golpeas con un zapato. — Mason suelta otra carcajada — Es que es simplemente increíble.
Le di una mirada asesina antes de adelantarme y caminar hasta las canchas donde estaban Bobby y mis compañeros de clase. Desafortunadamente, nos toca educación física. No se confundan, yo amo a Bobby, pero odio los deportes con todo mi ser.
— Beth, no te enojes — dijo Mason al llegar a mi lado, pasa su brazo por mis hombros y me abraza
— Lo siento, no debí reírme...¿me perdonas?Mason al notar que no tengo intención en contestarle y mantengo una expresión sería, usa un arma mortal contra mi.
Cosquillas.
Comienzo a reír descontroladamente sin poder evitarlo — Mason...b..as.ta — hablo con dificultad entre risas — Te...per..dono
Mason se detiene al escuchar mis palabras y yo le lanzo un fuerte golpe en el hombro que lo hace tambalear y corro rápidamente hasta el entrenador antes de que se vengue.
— ¡No huyas cobarde! — grita corriendo detrás de mi. Yo me rio y me giro solo para sacarle la lengua.
— Stilinski, Hewitt, llegan tarde. — nos regaña Bobby al vernos llegar. — Intégrense al círculo, vamos a hacer calentamiento — nos ordena y nosotros obedecemos.
Nos unimos al círculo y comenzamos a imitar los mismos ejercicios que hacen nuestros compañeros.
— ¿Y hoy qué parte del cuerpo mágicamente te dolerá para evitar hacer deportes? — susurra Mason para que solo yo escuche.
— Hoy no tendré que fingir nada porque ayer casualmente me lastime las rodillas al tirarme de un carro en movimiento.— le guiño un ojo y el ríe.
Mason y yo nos dedicamos a hablar de temas triviales hasta que la conversación de tres chicas de nuestro salón nos llamó la atención.
— El lunes fui a la comisaría a visitar a mi hermano a la comisaría y me encontré al bombón del oficial Parrish. No saben lo lindo y amable que es. Es el hombre perfecto, se los juro. — escucho como una pelinegra que no logro reconocer porque esta de espaldas habla de mi hombre y no me gusta para nada.
— Una vez lo vi aquí en la escuela y es guapísimo.— suspira una pelirroja.
— Si yo también lo vi y quede flechada. No sabía que había oficiales tan atractivos. — habla una chica rubia de baja estatura.
— Y la mejor parte es que me dijo mi hermano que el oficial es soltero, no está saliendo con nadie. — chilla emocionada la resbalosa — Eso significa que está completamente disponible para mi.
Trago saliva y me contengo para no ir y arrancarle todos los pelos.
— Sara Parrish.— dice la pelirroja — Queda perfecto. Son el uno para el otro.
— Si, hasta sus apellidos combinan.— apoya la rubia.
No creo soporta otro segundo más escuchando a ese par de descerebradas.
— Joder, Beth. Estás toda roja. — musita Mason — Trata de tranquilizarte, no las escuches.
— Dice una palabra más sobre mi hombre y le meteré un balón por la boca y otro en el trasero — advierto furiosa, está que me hierve la sangre.
— ¡Den 3 vueltas a la cancha! — ordena Bobby — ¡Ahora! — el sonido de su silbato resuena por todo el lugar, todos salen corriendo menos Mason y yo.
Camino hasta las gradas y tomo una botella de agua que está intacta y tomo el agua qué hay en ella, sin importarme a quien pertenezca. Mason me sigue y comienza a decir algunas palabras para que me calme que claramente no están funcionando.
— Y bien, Stilinski, ¿Qué te duele hoy? — dice Bobby posicionándose frente a mi y Mason.
— De hecho, nada, estoy perfecta y lista para patear traseros. — respondo con una sonrisa forzada.
— Vaya, esto es nuevo. ¿Tendrá algo que ver que Haigh estaba hablando de tu hombre? — cuestiona el entrenador dando justo en el blanco. El rey del chisme tenía que ser.
Con que la chica que estaba hablando de Jordan es la hermana del idiota del oficial George Haigh, no me sorprende en absoluto.
— ¿Sabe lo de Parrish? — habla un Mason incrédulo.
— Se más que tú.— le presume Bobby.
Mason me mira en busca de repuestas esperando a que yo lo niegue, pero se muestra ofendido cuando no digo nada.
— Si, es por esa trepadora así que hazme un favor y ponla de portera.
Bobby no me contesta nada, solo toma su silbato y le sopla para indicar a todos que paren de corren y vuelvan.
— ¡Haigh, a la portería! Los demás hagan una fila detrás de Stilinski.— nos indica y todos seguimos sus instrucciones sin rechistar.
Sara se mira molesta al haber sido elegida, pero no dice nada al respecto y camina hasta el centro de la portería.
— ¡Stilinski, tú comienzas! No te moverás de allí hasta que hayas metido 4 goles.
Le envío una mirada cómplice a Bobby antes de pasar al frente y colocar el balón en medio de la cancha.
Pateo el primer balón con todas mis fuerzas en dirección a su cara, la toma totalmente desprevenida así que el balón logra impactar contra su rostro. Suelta un chillido y yo reprimo las ganas de reírme.
— ¡Lo siento! — me disculpó hipócritamente.
Pateo un balón tras otro, todos en dirección a alguna parte de su cuerpo. Mientras le tiraba balonazos me puse a reflexionar que estaba siendo muy injusta con ella, Parrish es perfecto, es normal que las chicas se fijen en el, no puedo culparla porque le guste.
Cuando ya metí los 4 goles me fui a sentar a la bancas y Bobby también cambio de portera al ver que Sara ya tenía algunos golpes en varias zonas de su cuerpo, cortesía mía.
— Bien hecho, Beth.— me felicita Bobby en un susurro cuando pasó a un lado de el. Lo que más me sorprende es que me llamo por mi nombre.
Camino a sentarme en las gradas junto a Mason.
— ¿Mejor? — pregunta Mason tendiéndome una botella de agua nueva.
— Mucho mejor.— digo y acepto la botella que me tiende.
Bebo el contenido de la botella de plástico en cuestión de segundos, estaba muriendo de sed. Estuve desquitándome aproximadamente 15 minutos con la mini Haigh, eso me dejó agotada y además, el sol está infernal.
— ¡Son tan guapos! — escucho el chillido de una de mis compañeras.
— No me importaría si me arrestarán.— suelta otra chica.
— ¡Oficiales, arréstenme! — grita eufórica una voz femenina y muchas ríen.
Confundida por esos comentarios volteo hacia donde ellas miran y visualizo a mi oficial y al oficial Haigh que caminan hacia nuestra dirección.
Mierda, ahora si no creo poder controlarme.
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Aquí les dejo otro cap, espero que les guste <3
#TeamParrish
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El OFICIAL PARRISH
Fanfiction« Donde Elizabeth hará hasta lo imposible para llamar la atención del oficial Parrish. »