ELIZABETH
Mierda, mierda y más mierda.
Me empecé a vestir de forma rápida y algo torpe. Jordan me imitó y comenzó a colocarse su uniforme nuevamente.
Soy una tonta, ¿en qué momento se me ocurrió que esto era buena idea? Si mi padre se entera me meterá a un internado para señoritas en Suiza o peor, en un convento de monjas como dijo Mason y luego asesinará a Jordan con sus propias manos, entonces, mi padre terminará en la cárcel. Stiles posiblemente terminara loco y será internado en Eichen House.
No puede ser, arruine mi vida y la de todas las personas que amo. Soy una persona horrible, ¿cómo pude ser tan egoísta y dejarme llevar por mi enamoramiento?
Joder, mi dulce oficial no puede morir es tan joven y guapo.
No me di cuenta que me había perdido en mis pensamientos por un instante hasta que sentí las manos de Jordan en mis hombros.
— Beth — me llamo sacándome de mi trance. Sus hermosos ojos verdes me miraban preocupado.
Joder, terrible película se estaba montando mi mente.
— Cierra los ojos un segundo, por favor — dijo y yo lo miré confundida, ¿por qué me pedía eso justo ahora?
— Por favor, preciosa — me suplica y esta vez no me pude negar, cierro los ojos sin replicar.
Siento como sus manos comienzan a masajear mis hombros con lentitud, sus manos bajan lentamente de mis hombros a mis brazos y así sucesivamente, masajeaba y acariciaba cada zona intentando que me relajara. Al mismo tiempo, también empezó a repartir muchos besos por toda mi cara logrando que suelte una pequeña risa.
— Me encanta tu risa...— comenta dejando un último beso en mi nariz.
Abrí lo ojos y me encontré con su rostro tallado por los ángeles.
— ¿Mejor? — pregunta dedicándome una amplia sonrisa de esas que me derriten.
Este hombre sabe perfecto el efecto que tiene en mi.
— Mucho mejor.— respondo soltando un suspiro.
Me había relajado bastante hasta el punto que no recordaba porque estaba tan estresada y tan preocupada, los pensamientos intrusivos habían desaparecido.
— Te pusiste la camisa al revés.— expresa y automáticamente bajo la mirada y observo que efectivamente es así.
Estaba por quitármela para colocarla correctamente pero Jordan se me adelantó.
— Deja te ayudo..— dijo con esa voz tan sexy que tiene. Retiró la blusa de mi cuerpo, la acomodo y volvió a ponérmela. Deslizo la blusa por mi cuerpo lentamente. Sus manos se detuvieron en mis pechos, los apretó levemente y empezó a masajearlos por encima de la tela, provocando que suelte algunos gemidos.
— ¿Recuerdan que estoy afuera y estoy escuchando todo lo que dicen o hacen? — se hace presente la voz de un muy molesto Mason del otro lado de la puerta — ¡Dejen la calentura y vístanse, ahora! — nos regaña mi mejor amigo dando fuertes golpes a puerta.
Joder, es cierto, ¡mi papá debe venir en camino!
Jordan soltó una pequeña risita al escuchar a Mason y yo también no pude evitarlo. Terminamos de vestirnos a velocidad de la luz y al concluir, toque la puerta indicándole a Mason que estamos por salir.
— No hay nadie, salgan — dice Mason, yo abro la puerta permitiendo que ambos salgamos.
Lo primero que veo es la mirada pícara que nos lanza Mason, yo le guiño un ojo.
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El OFICIAL PARRISH
Fanfiction« Donde Elizabeth hará hasta lo imposible para llamar la atención del oficial Parrish. »