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Su lobo se sentía malditamente feliz cada que Taehyung estaba cerca. Jimin seguía sin saber que ocurría, a pesar de llevar ya varios años con su lobito, seguían existiendo ocasiones en las que este reaccionaba de una manera que el menor no entendía en lo absoluto, y es que lo asemejaba más que nada a que para su lobo era extraño tener a un alfa cerca todos los días ahora, solo era cosa de costumbre.

Estaba resultandole conflictivo el ver a Taehyung como algo más, como un alfa. Su alfa.

Eran jodidos mejores amigos desde hace exactamente 13 años, Taehyung cuenta con 21 años, entró en el ejército con 17. Jimin tenía tan solo 19 años. Ambos eran amigos desde tan pequeñitos y jamás hubo nada mas que abrazos y miradas tiernas entre ambos, hasta que... pasó lo de sus lobos.

Había algo entre ellos. Algo que ni ellos entendían, Taehyung tampoco lograba comprenderlo.

- Pronto será el cumpleaños de Jimin, Taehyung. - su madre expresa con una gran sonrisa, mientras sus manos acariciaban dulcemente los hombros de su hijo, viéndole asentir.

- Tengo presente el cumpleaños de Jimin desde siempre, Má. - expresa dulcemente su hijo, teniendo a su lobito fantaseando con lo bello que era el menor. ¿Ven? Extraño. - Me gustaría hacerle una fiesta sorpresa.

-¡Encantador! - exclama su madre.- cuenta conmigo, cariño. Comprare globos y quizá puedo contratar un paya-

- Madre, tiene 18 años. Va a cumplir 19. - expresa Kim, mirando a su madre. Esta eleva una ceja. - ¿Cómo que le vas a contratar un payaso? Por favor...

- P-pero... - su madre suspira, haciendo movimientos con sus manos. - Bueno, amh... tú dime qué hacer entonces. - se sienta, rendida.

- Deben haber dulces... - deja su cabeza contra su palma. - Muchos dulces... - murmura. - El es muy dulce, madre. - sonríe embobado. Su madre eleva una ceja, dándole una mirada pícara. En cuanto Kim nota esto, carraspea, sacándole una risita burlona a su madre. - alcohol.

- Ni de coña. - hasta ahí llegó el buen humor. -

- Madre... -la mujer aprieta sus belfos, antes de elevar sus cejas completamente indignada, asintiendo, viendo hacia otro lado. - podríamos hacer mini hamburguesas y mini pizzas. Estoy seguro de que querrá que solo sea algo pequeño, es ... es... - un suspiro lento sale de sus labios. -el siempre ha sido tan sencillo...

- Eso es algo muy lindo de el, ¿no? - murmura su madre, viendo ese brillo en los ojos de su hijo que le hizo sonreír.

- El es lindo.

- oh, claro que lo es... Sobre todo para un alfa como tú. - murmura, viendo como Taehyung sacaba esa boba sonrisa que otra vez había atacado sus belfos sin siquiera percatarse, teniendo un leve rubor en sus mejillas. - entonces alcohol, mini pizzas. Mini hamburguesas... bebidas también, y compraré chucherías. - Kim asiente, aún avergonzado. - es en una semana, exactamente el jueves.

Queda tan poco...

- Idealmente, deseo hacerle creer que nos olvidamos de su cumpleaños. - su madre asiente, guiñandole un ojo a modo de complicidad. - Me debo ir... Gracias por todo, madre. - deja un dulce besito en la mejilla de la mujer.

- No es nada, cariño.


Un escalofrío pasa por la espina dorsal del menor, viendo como Kim se bajaba de su automóvil, haciendo que este sonría achinando sus ojitos. Aquello desde lejos para Kim fue lo mas bello que pudo apreciar.

Dos Almas - VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora