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Ambos habían ido nuevamente a la universidad, teniendo esos momentos de ternura en los cuales todos a su alrededor sabía que ocurría entre ambos , esa burbuja de amor que se creaba alrededor de los dos, donde sus lobitos se explicaban con la mirada algo que sus labios no podían decir, algo que sus corazones deseaban gritar a los cuatro vientos y ninguno quería hacerlo.

Jimin se encontraba leyendo, mirando ese libro que tan atento le estaba trayendo esos últimos días. Hasta que de repente, siente como su lobito esponja su pelaje y relame su hocico, inflando su pecho coquetamente haciendo que el menor suelte una risa, sintiendo pronto un mentón posicionarse en su hombro.

— Taehyung. — murmura dando una risa otra vez. —

— El mismo. — dice, antes de pasar sus brazos alrededor del cuerpo del omega para tomar dulcemente el libro que este leía. – ¿De qué trata, cachorro?

El corazón de Jimin da un vuelco cuando al girar su rostro pudo divisar a la perfección el bello perfil que Kim tenía, teniendo su rostro tan cerca, mientras su respiración se aceleraba un poquito. Carraspea y vuelve su mirada al libro.

– Dos personas que se enamoran, pero son separadas por sus clases sociales... — murmura. — es muy cliché, me gustan las cosas así.. — El menor aprieta sus belfos. — No creo que te guste, Hyun-...

— Si a ti te gusta a mi también. —

Algo pareció detenerse en su pecho. Una sonrisita tonta apareció en su rostro para después dar una risa nerviosa, volteando a ver a Kim teniendo sus rostros nuevamente más que cerca.

— ¿Por qué tengo la sensación de que estas coqueteandome? —  Murmura jimin, mirándole con sus ojitos azulados mientras trataba con todas sus fuerzas de no bajar su mirada a los labios contrarios. —

— Pensaba que estaba siendo sutil. — ríe. – siempre te coqueteo, omega. Eres algo lento.— susurra, mientras una de sus manos soltaba el libro para así tomar una de las mejillas de Jimin dulcemente. — ¿Por qué no salimos a tomar un café después? — Jimin Estaba congelado, su corazón no podía saltar más de felicidad y su lobito parecía estar el triple de energético.

Se levanta de golpe, con el corazón en la garganta mientras sentía sus vellos erizarse.

— R-recordé que tengo, amh. – jadea. — irme a-, en la biblioteca. — susurra agitado. — Debo irme...

Kim le mira confundido. Parpadea y ya le ve irse corriendo, haciendo que algo en su interior se sienta como una presión. Su lobito que había llegado más que coqueto y decidido a hacer algo con aquel omega pareció decaer de golpe, ahora se encontraba con sus orejitas gachas y abrazando su cuerpo con su cola algo avergonzado.

¿Quizá malinterpretó sus señales? ¿Qué había pasado?

Jimin por otro lado se encontraba encerrado hiperventilando en un cubículo del baño.

Sus jadeos por el como latía su corazón no paraban. ¿Por qué le había caído como un balde de agua fría que Taehyung estuviera aceptando sus coqueteos? ¡Maldición! Jimin siempre había creído que solo estaba siendo amigable, quizá demasiado. ¡Pero no que en serio estaba coquetandole! ¿Qué significaba eso? ¡solo le confundía mas!

Su lobito chillaba enojado, gruñendo mientras su colita se esponjaba, queriendo sentir de nuevo al mayor cerca, ese calor que emanaba que se iba directo a su pecho de una manera hermosa, lo adoraba definitivamente.
Pero los nervios de Jimin le estaban jugando en contra.

Estas emociones provocaron que tratara de evitar a Kim lo más posible. Necesitaba pensar, y ese aroma que solo lograba engatusarlo y ese calor que hacía querer derretirse en sus fuertes y musculosos brazos definitivamente no le harían concentrarse.

Dos Almas - VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora