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♡ (+18)

Su rostro estaba hundido contra la almohada. Trató de abrir sus azulados ojos pero le fue imposible hacerlo. Movió su cabeza hacia un lado y por fin lo logró, sintiendo su vista adaptarse con cierta dificultad al tener al sol directo. Sus ojos miran el desastre que había en aquella habitación, y su oído derecho lograba escuchar la suave y profunda respiración de Taehyung, al igual que sus leves gruñidos, teniendo una de sus grandes manos apretando dulcemente su cintura.

— T-Tae... — susurra, tratando de moverse pero nuevamente no pudo, percatandose de que al estar boca abajo tenia una pierna de Kim contra sus propias piernas y un brazo abrazando por completo su cuerpo, lo que le hizo dar una suave risa. — Tae...

— mh... —gruñe suave, moviéndose un poquito apretando más a Jimin contra su cuerpo. — Cachorro... — su voz, si era posible, estaba aún más ronca por haber despertado recién. — Cachorro, estas calentito... — Busca el cuello del menor y se hunde allí, mordiendo dulcemente la piel de este haciendo que Jimin de un jadeo suave, volteandose cuando sacó un poco el agarre de su cuerpo para tener el rostro de Kim frente a él. — Te ves tan lindo...

Susurra, friccionando dulcemente sus narices antes de juntar sus labios. Y no sabía si era bueno o malo, pero no lograba sentir ningún sabor de la boca ajena, solo la sentía algo adormilada, le besaba de una manera mucho menos brusca que ayer.

Sus manos acarician el pecho de Kim, sintiendo como la hombría de este chocaba contra su propia entrepierna al estar ahora los dos de costado, lo que hizo al mayor tensar un poco su cuerpo, acariciando con una de sus manos la cintura y cadera de Jimin hasta llegar a su glúteo para apretarlo, acercando más sus cuerpos.

— Eres tan irresistible. — murmura, mordiendole dulcemente el labio inferior sintiendo como sus feromonas se volvían más densas. — ¿Eso que huelo es lubricante? — Jimin siente sus mejillas sonrojarse fuertemente, Kim mira su rostro y le da una sonrisa ladeada. — ¿si?

— P-puede ser. — Kim le vuelve a besar sin dejar que trate de explicar más. El menor comenzaba a sentir el miembro del alfa empezar poco a poco a endurecerse contra su propia entrepierna, pasando una de sus piernas por la cadera de Kim para así que Kim siguiera amasando sus glúteos y moviendo las caderas del menor de adelante hacia atrás para friccionar sus miembros de una manera deliciosa, los cuales poco a poco comenzaron a humedecerse por el lubricante del menor.

— Quiero hundirme en ti otra vez. — susurra jadeante, llevando la gruesa glande a la entrada del menor la cual comenzaba a palpitar por algo de atención, mojando la glande del alfa casi que por completo. —

— P-por favor hazlo... — susurra, sediento por sentir la polla del alfa nuevamente en el, llenandolo por completo. Kim gruñe bajo cuando hunde su glande en la entrada del menor y suelta su miembro al alinearlo como debía, dando un movimiento de cadera que lo introdujo de golpe.

Ambos dieron un gemido, Kim apretó uno de los glúteos de Jimin y lo nalgueó, haciendo a este gemir alto, abrazando el cuello del alfa mientras esté empezaba a moverse sin perder la postura de que Jimin estuviera de costado al igual que el, comenzando a chocar sus cuerpos con ayuda de movimientos de cadera de ambos.

— Ah, Jimin. — hunde su cabeza en el cuello del menor, mientras sentía como las paredes del menor apretaban su miembro de una manera exquisita, lo que solo provocaba querer follar a Jimin hasta quedar igual de cansados que anoche.

Las embestidas siguieron, cada vez más duras y arrebatandole más gemidos al omega por la fuerte estimulación en su punto G, hasta que este no pudo más, corriendose en el regazo del alfa con un agudo gemido que fue callado por los labios de Kim. Este gruñía, yendo hasta el cuello del menor con sus manos tomando las caderas de Jimin enterrando su miembro con fuerza. Y cuando sintió como su miembro se hinchó en su interior, Jimin siseó alto. Dando un fuerte chillido cuando los dientes del alfa también se hundieron de golpe en su cuello, teniendo un orgasmo otra vez solamente por la explosión de sensaciones.

Dos Almas - VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora