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Después de algunos días, Jimin había estado bastante satisfecho claramente con todo lo sucedido con taehyung en su celo, ambos habían hecho un gran trabajo para satisfacer sus necesidades. Pero cuando pudieron recobrar del todo la conciencia de sus actos, se dieron cuenta del peligro que sufrieron al hacer aquellas cosas sin protección.

— ¿P-pero qué pasaría si...?

— Cariño, si llegaras a tener a un bebé mío aquí... — Acaricia el vientre del menor. — Seremos una bonita familia — exclama el alfa besando aquella zona dulcemente. — lo cuidaré mucho y le daré mucho amor. — ronronea Kim contra em vientre de Jimin, sacandole una risita.

— ¿de verdad? — Pregunta, mirándole. Acaricia dulcemente el cabello de Kim para que este subiera a besar sus labios de una manera dulce. —

— Contigo quiero todo, una familia, una casa... Quiero tener una vida contigo, cariño. Te esperé durante tanto tiempo que tenerte aquí, conmigo... es lo más hermoso que me ha podido pasar. — Kim acaricia dulcemente las mejillas del omega.

Jimin le miraba totalmente embobado, antes de juntar sus labios otra vez, acariciando el bonito cuerpo de su pareja. Roza dulcemente sus naricitas, mordiendole dulcemente el labio inferior de Jimin.

[...]

— Bueno Joven Jimin, cuénteme. — expresa la omega, mirando a jimin atenta.

— Me gustaría saber los resultados del examen de sangre. — Murmura el menor mientras apretaba sus manitos entre sí. La mujer comienza a buscar en su computador los resultados que Jimin había hecho hace un mes. Una prueba de embarazo por sangre. —

— Bien, aquí esta. — hace un suave click en el documento.

Jimin había ido después de su celo, claramente preocupado de que algo pudiera ocurrir. Pero no había tenido ningún cambio hormonal en todo aquel mes, solo estaba comiendo un poco más de lo normal. Pero aquello también podría ser por algo de estrés de la universidad.

Es por ello, que preocupado se acercó a su doctora que iba controlando sus celos y demás, queriendo hacerse una prueba que demoraría un poco, pero que por fin ya estaba lista. Se haría una prueba normal, pero siempre podían fallar y prefería un resultado totalmente válido.

Su lobito estaba emocionado, estaba realmente feliz de poder en algún momento tener cachorros con su alfa. Ya estaba marcado, un cachorrito no vendría mal. Es por ello que si recibía la noticia de estar en cinta, no sería tan de golpe.

El rostro de la mujer deja de sonreír de golpe, mirando la pantalla antes de tragar saliva.

— Dame tu mano.  — expresa la doctora, Jimin confundido se la entrega.

— ¿P-pasa algo? — Pregunta, mirándole preocupado, sintiendo como un extraño escalofrío pasaba por su cuerpo. La mujer trata de buscar las palabras para evitar que lo que fuera a decir afectara más de lo normal a Jimin. —

— Jimin, debes saber que... quizá es buena idea hacerte otro examen, puede que este se haya hecho mal y por ello salga este resultado y-

— Dígame qué es lo que sale ahí. — exige ya con bastante preocupación. Su lobito frunce su ceño, mirando confundido a la muchacha.

— B-Bien... — Acaricia la mano del menor. — Yo sé cuanto puedes querer estar en cinta... Pero lo que me dice aquí, es que no lo estás, Jimin. — Jimin suspira, pensando que seria algo más fuerte. Pero lo que viene después definitivamente no se lo esperaba absolutamente nada. — T-tu no puedes quedar en cinta.

Un balde de agua fría sacudió su cuerpo de repente. Su lobito jadeo, mientras los ojos del menor se cristalizaban de golpe al tener a su lobo desanimado completamente. Suelta un jadeo, tapando su boca con una de sus manos la cual daba suaves temblores

— P-por qué... — murmura, sintiendo como una lágrima bajaba por su mejilla.

— Aparentemente ...— El menor siente como su lobito jadeaba con fuerza. — S-según el examen, eres infertil, Jimin... No puedes tener hijos.

Aquello fue el detonante para que su lobo se sintiera aún peor de saber que jamás podría darle cachorros a su alfa. Era la peor noticia que podría decirle la mujer en aquella sesión.

Un omega se suponía que estaba hecho para aquello, para procrear una familia. Si la mujer le decía aquello, el lobito de Jimin pensaba en todo momento que él era el culpable. Que él era quien iba a hacer estar insatisfecho a su alfa. Toda la culpa era de él por nacer así.

La mujer insistió tanto en hacer otro exámen que Jimin solo aceptó, para después salir de aquella clínica entre sollozos vagos, escuchando como su teléfono sonaba, haciendo que lo tome y responda la llamada sin ver  quién era.

— ¿Cómo fue todo, cachorrito? — Expresa un feliz Kim al otro lado de la línea. Pero en cuanto escucha como Jimin sorbía su naricita y su voz tembló, Kim al instante cambio el tono de voz. — ¿Q-qué pasó?

— Alfa... p-por favor ven... — susurra, llorando contra el teléfono al no poder resistir más. — P-por favor... — sollozaba devastado

— Cachorrito, dime dónde estás.

[...]

Kim no tarda en llegar, envolviendo entre sus brazos al omega. Y en cuanto este le dice aquella noticia, algo claramente se rompió dentro de Kim, sintió una fuerte presión en su pecho por parte de su lobo. Pero no dejó de abrazarlo, sabiendo que si era duro para él, para el menor lo seria aún más.

— Cachorro... — Toma sus mejillas llenas de lágrimas. — Escúchame...

— Perdón... — jadea, sorbiendo su naricita. — L-lamento no poder hacerlo... N-no... T-te prometo que yo estaba seguro que si podía y-y... — solloza, jadeando con fuerza

— Bonito... — Sus ojitos enrojecidos le miran. — Un cachorro, hubiera sido una bonita nueva compañía para los dos... Pero si no está, yo soy feliz contigo... Somos jovenes aún, bonito.— Acaricia sus mejillas. — Con tenerte a ti me basta completamente... —

— P-pero no podré darte nunca una familia... J-jamas, un cachorrito, o-o cachorrita... — Le dice, completamente devastado, con el ánimo por los suelos.

— Nosotros seremos nuestra familia... — sonríe levemente. — Se que es duro, bonito... Pero no es tu culpa, ¿si? No sufras, por favor... no me gusta ver tus ojitos llenos de lágrimas... Yo no dejaré de amarte por esto...

— ¿Me lo prometes? — susurra, con su voz quebrada.

– Te lo prometo...

Susurra, abrazando con fuerza a su cachorrito mientras Kim cerraba con fuerza sus ojos. Escuchando a su lobo gruñir molesto porque el omega no estuviera en cinta, pero no estaba molesto con Jimin, si no que con la situación. El lobo de Tae no podía entender la situación, era un animal después de todo.

— Yo a ti te adoro, bonito. Te adoraré siempre. — Deja un dulce besito contra la frente del menor, mientras este le abrazaba con fuerza. —


Gracias por leer!

Dos Almas - VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora