5 | La verdadera fuerza de una manada

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Bajo la luna creciente, Naruto atravesaba los bosques que separaban su manada de la aldea humana

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Bajo la luna creciente, Naruto atravesaba los bosques que separaban su manada de la aldea humana. Su corazón latía con fuerza, mezclando la urgencia de su advertencia con el temor de enfrentar la mirada de su padre. Había cometido un error que podría poner en peligro a toda la manada, y sabía que debía enfrentar las consecuencias.

Finalmente, llegó a la entrada de la aldea, donde la imponente figura de su Alfa, de mirada dominante y pelaje plateado, lo esperaba con gesto impasible. Naruto se inclinó ante su líder, consciente de su falta.

—P-Padre, cometí un grave error —comenzó Naruto, sintiendo la garganta apretada por la emoción—. Fui descubierto por una mujer humana...

Fugaku escrutó con sus ojos gélidos al menor de sus hijos, sin pronunciar palabra. El aire pareció estremecerse con el silencio que rodeaba la situación, y el corazón de Naruto latía aún más rápido. Finalmente, él habló con una voz profunda y autoritaria.

—Has cometido un error imperdonable, Naruto —gritó encolerizado—. Exponer nuestra existencia a los humanos puede traer la destrucción sobre nosotros. Nuestra naturaleza debe permanecer en secreto para preservar nuestra seguridad —dijo, con un tono de severidad.

—N-No fue mi intención... Debí ser más prudente.

—¡Sí, debiste!

Las palabras del Alfa resonaron en lo más profundo de Naruto, llenándolo de remordimiento y vergüenza. Sabía que había desobedecido las reglas, y sus ojos se humedecieron con la tristeza de haber defraudado a quienes confiaban en él: a su padre adoptivo.

Sin embargo, el Alfa, aunque severo, comprendía la juventud e impulsividad del chico. Sus ojos se suavizaron levemente mientras continuaba hablando. Debían solucionar el problema cuanto antes.

—Ahora debemos actuar con rapidez. Reúne a los demás y tráelos aquí. Necesitamos comunicar a toda la manada lo ocurrido y tomar las precauciones necesarias. Nuestro futuro está en juego.

Asintiendo con determinación, Naruto se levantó y partió en busca de los demás miembros del clan. Corrió a través del bosque, aullando con urgencia para convocar a la manada a una reunión. Pronto, los demás lobos llegaron, cada uno con la mirada llena de interrogantes y preocupación.

En el centro de la aldea, bajo el resplandor lunar, el Alfa se dirigió a todos con voz firme y enérgica. Explicó la situación y la gravedad del error cometido, instando a la manada a permanecer unida y tomar medidas para protegerse de las posibles consecuencias. Varios de ellos se miraron dubitativos, aquella noticia era sin lugar a dudas la más preocupante que han recibido después de tanto tiempo.  

—¿Qué está pasando? —preguntó una voz familiar para los demás, el próximo Alfa se alzó entre la oscuridad, siendo seguido por Sasuke, el cual desprendía un aura aterradora. 

El había escuchado cada palabra, y no podía estar más que furioso.

La llegada inesperada de los hermanos interrumpió el ambiente tenso de la reunión de la manada. Los ojos de Itachi, serenos y profundos, buscaron comprender la situación, mientras que los de Sasuke, llenos de impaciencia y rabia, escrutaron a su hermano menor, Naruto, con una intensidad intimidante.

FOREST | SasusakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora