—Sakura, coloca esos trapos en esa esquina, necesitamos tenerlos organizados y limpios para las siguientes curaciones.
Mientras se ocupaba de recolectar los paños usados, una interrupción en la rutina habitual del campamento captó su atención. Al observar más de cerca, notó que varios miembros se habían detenido para prestar atención a un hombre en particular; muchos de ellos inclinaban sus cabezas demostrando respeto. Inconscientemente, sus manos se aferraron a la canasta de mimbre que sostenía, sintiendo cómo la tensión se apoderaba lentamente de su cuerpo al mirarlo.
El hombre que había atraído la atención del grupo era imponente y verdaderamente atrayente. Avanzó dos pasos dispuesta a verlo más de cerca, pero se acobardó inmediatamente cuando él la miró. Su penetrante ojo negro le dirigió una mirada que pareció enviar un escalofrío por su cuerpo. Su rostro, tallado como en piedra, estaba envuelto en un aura de enfado inconfundible. A medida que se aproximaba, sus ojos no se apartaban de su figura, transmitiendo una sensación de furia intensa y desprovista de cualquier atisbo de compasión. Cada paso de aquel desconocido resonaba como un eco amenazante y sus rasgos marcados, cargados de una fuerte seguridad, no auguraban nada bueno.
«Realmente va a matarme»
Cuando llegó a la par de su padre, un nudo se formó en su garganta y un sentimiento de temor se apoderó de ella. Trató de disimular, continuando con sus quehaceres, dando un paso atrás para mantener una distancia segura. Sin embargo, no le dio la espalda ni por un instante, pues el miedo latía con fuerza en su pecho.
—¿Qué hacen dos humanas en nuestro campamento? ¿Acaso perdió la cabeza, padre? —Lo escuchó hablar, mostrando inquietud y desconfianza. Su padre frunció el ceño ante su comentario y respondió con una severidad marcada
—Cuida cómo me hablas, Sasuke.
Ella giro su cabeza en otra dirección cuando sintió nuevamente la intensa mirada del azabache sobre ella, intento disimular su incomodidad fingiendo no haber escuchado nada. El ambiente estaba cargado de tensión y ella se sentía como si estuviera al borde de una situación que no podía predecir.
«Sasuke, así se llama. »
Aplastó los trapos hacia abajo, asegurándose de que no se cayeran al transportarlos. Con vacilación, dirigió una mirada hacia su tía, quien se mantenía de brazos cruzados, imperturbable y sin rastro de temor. Lo observaba de pies a cabeza, desafiante y segura de sí misma, lo que le hizo sentir como un inocente cordero rodeado de depredadores hambrientos. A pesar de estar aparentemente "acorralada" en territorio lobuno, su tía irradiaba confianza.
Sin darle cabida al insulto, la rubia se mantuvo serena, sin alzar la voz ni armar revuelo. Sin embargo, ella se sintió consumida por el enojo, notando cómo este se apoderaba de su cuerpo y mente, dejando de lado cualquier razonamiento. Se sentía débil, un animal pequeño e indefenso frente a ellos. Aunque no sería capaz de enfrentarlos en una batalla, reunió el coraje suficiente para azotar bruscamente la canasta hacia el suelo y avanzar con una seguridad que raramente mostraba para confrontarlo.
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FOREST | Sasusaku
Fantasy𝗙𝗼𝗿𝗲𝘀𝘁 ┊ "En el abrazo silencioso del bosque, encuentro la paz y la magia que solo tu amor puede igualar." 2023 Ⓒ Yiyi-rose En un mundo donde la línea entre los humanos y los licantropos se desdibuja, dos almas se entrelazan por culpa de una v...