Cap. 5

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Narrador Onmiciente:

En cuanto su hijo se fue, Alicent fue directamente a los aposentos de su marido, con toda la intención de que sus nietos recibieran el castigo adecuado, al llegar vio a Viserys tan entretenido como siempre en su maqueta, suspiro fuertemente haciendo que el notará su presencia.

_Tus nietos son una amenaza_ soltó haciendo que el contrario luciera confundido_ ellos le regalaron un cerdo con alas a Aemond, burlandose de el y humillandolo_ afirmó a lo que el rey simplemente mencionó que su hijo no debía de ser tan ingenuo_ no se trata de Aemond, o de su faltante dragon, se trata de su falta de respeto por su familia, tus hijos_ le volvió aclarar haciendo que por fin el otro le prestara completa atención.

_Son niños, es una inocente broma, además no digas mis nietos, no creo que Maelenys tuviera que ver en aquel plan, Aegon por otro lado_ cuestiono el Targeryan haciendo que la castaña suspirara, ella podía encargarse de su primogénito pero a Jace y Luce no podía tocarles un cabello sin que Viserys la dejara, el rey apunto hacia el ventanal desde donde se observaba a Maelenys consolando a Aemond.

La mujer sabía que aquella niña era buena, que sus intenciones no eran malas a diferencia de las de la mayoria de la gente que los rodeaba, quería convencerse de que la albina no debía pagar por los pecados de su madre, de que ella no era como Rhaenyra, se notaba que Mae no era igual a sus padres, ella no lastimaria nunca a su hijo, no le mentiria o lo odiaria, quería creer que ellos si podían tener su final feliz, solo por eso había aceptado su matrimonio, no le arruinaría la vida a su hijo como lo hicieron con ella.

_La princesa es dulce y gentil, en cambio sus hermanos son una falta de respeto a la casa Targeryan solo por el hecho de existir_ afirmó sin miedo haciendo que Viserys la mirara confundido, quería oír las palabras, ella suspiro resignada a decirlo en voz alta_ son bastardos_ el dedo del rey se puso frente a su rostro indicándole callar, que no lo volviera a mencionar, no dijo que los rumores eran falsos, solo que no debían ser hablados, se sintio completamente frustrada mientras salía del salón, en busca de la siguiente persona a la que tenía algo que reclamar.

Aegon callo de la ventana confundido ante la repentina aparición de su madre, a esta no le pareció importarle la pequeña exhibición de su hijo, solo de inmediato menciono el como debía defender a Aemond, el primogénito suspiro molesto, de seguro su querido hermanito había ido a acusarlo, la mujer comenzó con su típico de discurso de que el algún dia sería rey y que tenía que comenzar a comportarse como tal, el entre dientes murmuró que Rhaenyra era quien tendría el tono, su madre enfurecida le tomó la cara.

_Si ella llega al trono tu vida corre peligro_ afirmó a lo que el Targeryan estaba confundido_ solo no tengo que molestarla, además Aemond se casara con Maelenys, estaremos a salvo_ afirmó esta vez el chico haciendo que su madre soltara el aire enojada, nadie nos asegura que eso ocurrirá, fueron sus últimas palabras antes de salir, el otro negaba, sabía que su hermanito no dejaría que su matrimonio no ocurriera.

Ya faltaban pocas lunas para el día del nombre de Aemond, Mae se encontraba ansiosa planeado cada microdetalle de como es que le daría el huevo a su tío, además de mencionarle lo de la idea de sus padres de comprometerlos, comenzaba a pensar que quizás esos regalos no serían suficiente, sin contar que no eran precisamente regalos de su parte.

Eran príncipes, gente de todas las casas importantes que buscaban una alianza con la casa del dragón les regalaban a cada integrante regalos extremadamente costosos en sus respectivos días, no existía algo caro digno de sus estatus que no les hubieran dado ya, pensaba en hacerle una canción pero aquello de todas maneras se le hacía muy poco, caminaba de un lado al otro por los jardines de la fortaleza pensando en que escribir hasta que Sir Harwin apareció en su vista.

_El regalo de Aem, es una canción pero aún así quiero buscar algo mejor para el_ explicó que hacía al castaño que la miro sonriendo, se le hacía tan dulce todos esos actos de la niña hacia el contrario, le propuso llevarla al entrenamiento de los demás príncipes a lo que la albina olvidó por completo que hacía y emocionada acepto, el adulto sabía que Daemon cada que la veía le enseñaba una que otra habilidad con la espada y el mismo lo hacia, Maelenys debía aprender a defenderse aunque aquello no fuera digno de una señorita, seria la futura heredera, no podía esperar a que como damisela en peligro alguien más fuera en su rescate.

Ambos caminaron hacía el campo de entrenamiento, la niña estaba de la mano del guardia de su madre, cuando está había extendido la mano el contrario no tuvo corazón para negarse, sabía que el contacto físico era algo especial para la ojimorada, podía tener solo 8 años pero no era ciega, veia las miradas de su madre con el castaño y sabía que el color de cabello de sus tres hermanos no era coincidencia, al igual que era consciente de que sus características fuertes Targeryan no cuadraban con su apellido, notaba el trato especial que tenia su "tio" con ella.

Pero nada de aquello le importaba, a su visión el ser bastardo solo era verdad si es que habías nacido de una relación totalmente fuera del matrimonio y sin amor, aun así era consciente que aquello era un secreto que se debía mantener, soltó la mano del adulto en cuanto supo que estaban lo suficientemente cerca como para que el resto los vieran, Aemond fue el primero en notaria haciendo que le sonriera y Aegon por fin tuviera oportunidad de golpearlo.

_Principe Aemond no se distraiga, eso en un futuro podría costarle la vida y no creo que lo valga_ le advirtió Sir Cristian Cole al niño, este hizo una mueca, todos notaban el odio del hombre por la princesa, era la muestra de que para Rhaenyra nunca fue el único, el menor volvió a atacar venciendo su combate algo molesto por el comentario claramente mal intencionado.

_Mae quieres entrenar con nosotros?_ pregunto Luce mientras miraba a la niña que acentia pero en ese momento el Strong se atrevió a decir lo que todos notaban, que obviamente el caballero le daba más atención a los hijos de la reina que a los de la heredera, este lo miro mal pero sabía que sería una oportunidad para probar su punto.

_Bien entonces pelearan los primogénitos, Aegon contra Jacaerys_ anuncio a lo que todos se quedaron confundidos, era obvia la diferencia de edad y altura de ambos además de que el castaño no era el primer hijo, la albina presiono sus manos en puños ante eso, el primer hombre era el importante, la pelea dio inicio y a los pocos segundos el mayor ya había empujado al Velaryon tirando lo al piso.

_Esta pelea no es justa!, además yo soy la primogénita, deseo intentarlo, a menos de que Aegon tenga miedo_ reto la albina haciendo que el otro príncipe se enojara y aceptara sin pensarlo mucho, ninguno escucho a Cole decir que Mae no debería de luchar.

El más alto trato de atacarla cuando aún estaba desarmada pero ella fue más rapida, corriendo hacia donde tenían las espadas de madera y tomando una justo a tiempo para que el ataque no le diera en la cara, ella podía detener casi todos los ataques pero el solo los hacía cada vez más fuertes en un intento de que se le callera la espada, pero aunque ella debia sostenerlo como las dos manos para soportar la fuerza, no retrocedía ni un solo paso.

_Uso los medios necesarios para ganar, ella no es una dama usted no necesita ser un caballero_ anuncio Criston dándole permiso a Aegon de romper el código de los duelos, paso su pie tirando a la niña directo contra el piso causando una queja de esta, el abuelo de la chica estaba escandalizado por la situacion al igual que el resto de los presentes.

El caballero tuvo que tomar a los otros tres príncipes para que acudieran en el rescate de la chica, este mismo solo murmuró que la terminara, el mayor comenzó a golpear con la espada los brazos de la niña y sus costados mientras está intentaba safarse, Aemond le grito que la dejara o sufriría las consecuencias, pero cuando el príncipe volteo a ver a su hermano para burlarse de que fuera a rescatar a su princesita, esta lo golpeó en sus partes nobles.

El Targeryan grito de dolor y se retorcio, la Velaryon consiguió escapar de entre sus costados y pararse, de detrás de él golpeó la parte baja de su espalda ahora siendo su tío el que estaba en el piso, su vestido y cabellera estaban alborotados pero ella sonreía, coloco su espada en el cuello del otro albino y se paro sobre el para evitar cualquier movimiento, alzó la espada de madera al oír a Aegon quejarse y rendirse, proclamó que ella ganó y lo dejó libre.

Todos estaban algo sorprendidos, ya que aquello había sido el plan de Mae desde el inicio, lo notaron cuando Aegon se paro de nuevo trato de atacarla, ella se defendió pero el quiso volver a derribarla igual que antes pero ella no callo, en cambio lo piso con su tacón, sabía que se veía débil y que no tenía tanta fuerza como los hombres pero sabia aprovecharse de eso.

Rosa de espinas (Aemond Targaryen X Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora