Narra Maelenys:
La audiencia sobre el título de mi hermano sería llevada a cabo mañana, mientras tendríamos tiempo para algunas cosas, lo primero que querían mis padres era ir a ver al abuelo y presentarle a Aegon y Viserys.
Me desperté temprano y fui a preparar a mis hermanitos, todo el camino hacia la habitación de nuestro abuelo se sentía lúgubre y algo deprimente, sabíamos los rumores de cómo estaba así que el pensar en eso no era agradable, todo el camino me mordía el interior de mi mejilla sin querer realmente ver a mi abuelo sufrir en el deporable estado que estaba.
Entramos todos juntos, al inicio el no nos reconoció, mi madre le recordó quien eramos a lo que el aunque parecía estar muy adolorido nos sonrio feliz pidiendo que nos acercarnos, Daemon comenzó a quejarse de lo que pensaban hacerle a Lucerys con su título pero era algo que obvio estaba poniendo mal a Viserys así que mi madre cambió de tema.
Ellos se fueron a buscar a mis hermanitos mientras me dejaban con el adulto, el me pidió que me acercara y yo lo hice arrodillandome al lado de la cama, el paso su mano por mi cabello y observo mi cicatriz, se había vuelto parte de mi así que la mayoría de mis vestidos la mostraba con bastante orgullo.
_¿Aemond?_ me pregunto a lo que yo no supe que contestar sabia que se referia a si ya lo habia visto_ estuvo muy molesto y triste porque te dejamos ir, trato de ir a verte, el ha rechazado a todas sus pretendientes, no te ha olvidado, no creo que pueda hacerlo, los Targeryan solo tenemos un gran amor como el fuego de los dragones, debes de cuidarlo o te arrepentirás como yo, te convertiste en una rosa con espinas, fuerte pero dulce por dentro, serás reina algún día pero no dejes que el poder te gane_ comenzó a decirme dejándome completamente callada.
Me sorprendió su momento de lucides tan grande, le tomé la mano y afirme que lo haría, notaba cuanto le había costado decirme todas aquellas palabras, le costaba mucho respirar, todos siempre me decían lo mismo, que eligiera mi felicidad, no lo entendia antes pero ahora tenía claro que todos esperaban que yo no pasara por el dolor que ellos pasaron aunque era inevitable.
Si me daban a elegir entre proteger a mi familia o a Aemond, eligiria a mis hermanos, el era un verde que por más que me doliera se pondría del lado de su madre, ellos podían ser crueles pero seguían siendo su familia, éramos dos lados completamente diferentes y aunque quisiéramos unirnos el trono lo rompería todo de nuevo.
Mis padres regresaron a la habitación, Aegon y Viserys comenzaron a llorar cuando el trato de tocarlos, los tome en mis brazos y les dije a mis padres que iría a calmarlos, ellos asintieron dejándome ir, confiaban en mi así que podría irme un buen rato sin que fueran a buscarnos.
Fui al árbol que tenia con Aem y me sente a esperarlo, los gemelos ya se habían calmado y ahora jugaban con el pasto mientras de vez en cuando les hacia cosquillas entreteniendolos, Aemond lucia mucho más intimidante ahora que era más alto, el ejercicio había afilado su cuerpo y el parche que ocultaba su ojo faltante lo hacían ver más como un guerrero, aunque su cabello era probablemente más largo que el mío.
Me miró curioso cuando llegó por los niños que jugaban a mis pies, toque la pequeña cabecita de mis hermanos para que me prestaran atención, les sonrei y me pare para después alzarlos para que vieran al otro.
_Aemond ellos son mis hermanos menores, Viserys II y Aegon III, niños el es Aemond, es importante para mi así que sean buenos si?_ les dije haciendo que el par asintiera, ellos te entendian pero apenas estaban aprendiendo a hablar asu que no nos delatarian, para mi sorpresa el les sonrio, diciendo que serían unos muy guapos caballeros.
_Al menos tu hermano Aegon no es tan inútil como el mio_ se burlo mientras nos volvíamos a sentar en el árbol, me reí para después disculparme por no poder estar solos, el negó diciendo que no le desagradaban los niños, lo mire dudosa ya que recordaba cuanto detesto a Jace y Luce en su momento, pero los gemelos lucian bastante a gusto con el, incluso los cargaba.
_Helaena tuvo gemelos igual con Aegon, el no los quiere pero mi hermana los adora, se llaman Jaehaerys y Jaeheara, son casi de la misma edad que ellos_ me explico haciéndome sonreír, su hermana y sobrinos eran importantes para el, eso me enternecia, le pregunté si podía conocerlos y el asintió diciendo que de seguro a su hermana le gustaría la compañía de otra mujer.
Me daba pena que siendo tan dulce Helaena terminara casada con alguien como el borracho de Aegon, no lo merecía, el haber sido cercana a Aem de niños igual me había hecho convivir bastante con mi otra tía, ella me agradaba aunque no fue alguien común, era hermosa por dentro, no me quería imaginar por lo que ahora pasaba.
Ver a Aemond jugando con mis hermanos era una imagen muy tierna, nunca me lo pude haber imaginado siendo tan dulce con los niños, lo miraba con una sonrisa pensando que en un futuro seria un buen padre, haría por sus hijos todo lo que no hicieron por el, no me habia planteado antes el tener hijos pero no podía evitar desear el ser una familia así.
Le mencione que se veía tierno con un bebe en brazos, el clavo su mirada en mi pero para evitarla me recargue en su hombro, mis hermanos se treparon sobre mi acostándose buscando dormir y el menciono que yo igual me veia bien de ese modo, el me preguntó si yo deseaba hijos a lo que de inmediato asenti afirmando que seria lindo, lo mire preguntando si el quería y esperar su respuesta me aterro un poco.
_Contigo lo quiero todo Mae_ afirmó sin dudar haciéndome sonrojar, su mano se puso sobre mi vientre mientras me dejaba un beso en la cabeza, no recordaba lo descarado que era cuando se trataba de decirme cosas sobre el amor que sentía por mi y es que nunca había sido necesario, los dos sabíamos sobre nuestro amor y que queríamos una vida juntos, todo era como si el tiempo no hubiera pasado.
Vi la figura de Eddin a lo lejos, sabía que estaba molesto y que era mi señal para irme, le mencione a Aem que tenia que irme y el asintió no sin antes besarme, acepte gustosa, me separe sonriendo y el afirmó que me dejaría un regalo en mi cuarto por la noche, ahora estaría ansiosa por saber que sería, le dije que lo esperaría, llegue al lado de mi mejor amigo que cargando a uno de mis hermanos pregunto si esto era en serio.
El quería mantener mis pies sobre la tierra pero yo ya estaba en las nubes imaginándome un futuro en el que pudiera a diferencia de todas las parejas que conocía, casarme con quien yo realmente amaba, poder ser feliz con una familia y sin guerra o conflictos, aun así sabía que no sería tan fácil solo como imaginarlo.
Narrador Omnisciente:
En la mente de Aemond ahora se encontraba esa imagen, su amada con el vientre abultado cargando a su hijo o hija, era una de las cosas que más deseaba en el mundo, ella siempre había tenido un don natural para cuidar a la gente y estaba seguro de que seria una asombrosa madre, ella era la única que quería para madre de sus hijos, la única que quería como su esposa y su mujer.
La vio irse con el par de gemelos, queriendo figurarse que ese podía ser su futuro, comenzó a preparar el regalo que le tenía, podía sonar muy ridículo y cursi como en los libros pero el sabia que a Maelenys le encantaría, una caja de madera tallada con dragones en el al rededor y rosas, dentro el había puesto todas esas cartas que durante años le había estado escribiendo, fue a uno de los patios y varios empleados se quedaron confundidos al volver a verlo recolectar las peculiares flores tal y como cuando era un niño enamorado.
El príncipe las corto y se aseguró que no tuvieran ni una sola espina para después incluirlas en la caja por montones, le costó el poder ir a meterlo a los aposentos de la chica pero el esfuerzo valió la pena, incluso Stark estaba embelesado con un regalo que no era para ella.
_Wow en serio te debe de amar, ahora entiendo porque no parabas nunca de hablar de el, te envidio_ afirmó viendo la caja repleta de esos detalles que solo demostraban cuanto el corazón y alma de Aemond amaba a Maelenys, ella estaba con una sonrisa inspeccionando cada pequeño detalle del objeto, por la mañana de doleria la cara de tanto sonreír, sus ojos soltaban lágrimas de alegría afirmando que era lo más hermoso que alguien alguna vez le hubiera dado.
La princesa pasó el resto de la noche en vela con su guardia leyendo cada una de esas cartas, cada una más hermosa que la anterior, el corazón de la chica quería explotar de felicidad, tanto tiempo que lo había extrañado había valido la pena para eso, fue feliz durante todo ese rato hasta que el sonido de la puerta la sacó de su burbuja de amor, la audiencia de su hermano ameritaba que toda su alegría se fuera para ser remplazada con fastidio y enojo de nuevo.
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Rosa de espinas (Aemond Targaryen X Tu)
FanficLas rosas son bellísimas pero para tomarlas debes pasar entre sus espinas, puede que te lastimes o las lastimes a ellas, pero Aemond estaba dispuesto a hacer lo que fuera para tener a su rosa dragon. Maelenys era esa rosa, su sangre los había destin...