No soy un niño - Saitama y Genos (Traduccion)

Capitulo 29: Todos los anteriores

Pobre King, le fue peor que a los demas xD

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El profesor se miró por última vez en el espejo del pasillo de su casa, exhalando suavemente cuando su mirada se encontró con el reflejo de sus propios ojos acerados. Estaba limpio, recién afeitado y vestido para impresionar. Saitama lució un look más informal esa noche: una camiseta negra de manga larga, combinada con un conjunto ajustado de pantalones azul marino. Desde el punto de vista de la moda, se veía bastante común, pero este atuendo era más de lo que parecía.

Era el arma secreta de Saitama.

Su belleza no estaba en el estampado ni en el diseño, sino en la forma en que esculpía su cuerpo. Era simple, sin patrón, pero eso significaba que no había nada que distrajera los ojos de un hombre de notar la forma en que se aferraba a sus musculosos brazos o exageraba sus abdominales. Lo ajustado de los pantalones hacía que su trasero se viera increíble, y el hermoso color azul significaba que los ojos de las personas se atraerían allí de inmediato.

Se veía sexy, pero lo más importante, parecía como si fuera completamente sin esfuerzo. Le abriría la puerta a su cita y ¡bum! Allí estaría él, con su ropa informal, luciendo tan indiferente que dolía y lo suficientemente caliente como para hacer que alguien sangrara por la nariz.

Fueron los detalles sutiles como estos los que hicieron de Saitama un vestidor tan elegante. No necesitaba estampados atrevidos ni colores bonitos para impresionar. Conocía su cuerpo y sabía cómo usarlo.

Sabía exactamente lo que este equipo le haría a Genos, como lo había hecho a todos los hombres antes que él. Aunque ninguno de ellos se quedaría mucho tiempo después, no como el chico. Puede haber sido extraño, pero al menos era consistente.

¡Los hombres que habían mostrado interés en su pasado terminaron siendo unos completos bichos raros al final! Estaba empezando a pensar que era un 'imán de raritos'.

Saitama sabía que los hombres lo encontraban atractivo, eso era evidente. Había sentido ojos observándolo a través de la barra más veces de las que podía contar, y había recibido una buena cantidad de propuestas de citas y frases cursis para ligar, pero de alguna manera las citas nunca habían funcionado para él. Chicos que parecían realmente entusiastas solo unos días antes lo habían cancelado una y otra vez, usando patéticas excusas que solo un imbécil creería.

A menudo se les ocurrían historias de enfermedades misteriosas que habían aparecido de la noche a la mañana, o mentiras escandalosas de que el motor de su automóvil había sido manipulado o que sus llantas habían sido cortadas.

Si esas cosas fueran ciertas, Saitama no habría querido comenzar una relación con ellos de todos modos. Debe haber significado que tenían un acosador, o un ex vengativo o algo así. ¿Por qué otra razón le cortaría los neumáticos a una persona? Obviamente tenían mucho drama en sus vidas y Saitama no estaba dispuesto a involucrarse con ese nivel de locura.

Quería una vida agradable y pacífica. No tenía tiempo para las tonterías de los demás, o sus mentiras.

¡A lo largo de los años, Saitama había lidiado con suficientes locuras como para durar toda su vida! Cada vez que pensaba que su suerte estaba empezando a cambiar, y que en realidad había encontrado a un hombre respetable, le demostrarían que estaba equivocado en cuestión de meses.

El último novio real que había tenido era un buen ejemplo. Él también resultó ser un mentiroso. Siempre lo recordaba por su apodo: King.

Era un caballero, o eso pensaba Saitama. El profesor lo había conocido en un bar una noche, sus ojos se encontraron a través de la habitación y la chispa fue instantánea. Después de comprarle una bebida a Saitama, los dos hablaron durante horas y él se ofreció a comprar todas las bebidas de Saitama por el resto de la noche antes de pedirle una cita. Los lugares a los que iban juntos eran bastante extravagantes, por lo que era obvio que él también tenía dinero de sobra. Por un tiempo, King había parecido la pareja perfecta de Saitama. ¡Era cariñoso, ambicioso, divertido! No había nada en él que a Saitama no le gustara.