No soy un niño - Saitama y Genos (Traduccion)

Capitulo 33: Baile de invierno - Parte 1

Genos no podía creerlo. ¡Finalmente! ¡Saitama era suyo, y solo suyo! Todo el trabajo duro que había puesto en los últimos años había dado sus frutos, y Genos estaba en la cima del mundo.

Prácticamente había saltado a clase ese día, su sonrisa contagiosa extendiéndose de oreja a oreja. Todos los ojos estaban puestos en Genos mientras bailaba al frente de la clase, saludando a los estudiantes a los que apenas hablaba como si los hubiera conocido toda su vida. Tatsumaki le hizo una mueca mientras le disparaba una sonrisa deslumbrante y la saludó con un alegre "¡Hey Tatsu!"

Los dos apenas hablaron, de hecho Tatsumaki odiaba a Genos. ¿Por qué estaba siendo tan amable de repente? ¿Qué le ocurria?

"¡Genos!" El chico oyó la voz familiar y dulce gritar desde detrás de él, y se giró para ver a Mizuki sonriéndole dulcemente. Se veía hermosa hoy. Su cabello caía en cascada por sus hombros, su cuerpo envuelto en un jersey rosa de gran tamaño que la hacía parecer más pequeña de lo que era. Genos sonrió apreciativamente, retrocediendo para envolver a la chica en un cálido abrazo.

Mizuki jadeó, fundiéndose en los brazos amorosos de su novio, y a su vez envolviendo sus brazos alrededor de su cintura.

Esto era nuevo, Genos nunca fue realmente el tipo cariñoso, y sin embargo, aquí estaba sosteniéndola en sus brazos frente a todas estas personas. Podía sentir su corazón aleteando, y su postura ablandándose contra él.

Parecía estar de buen humor hoy. Tal vez finalmente estaba listo para dejar de ser tan distante.

"¡Me alegro de verte!" Genos le sonrió, cogiendo su mano y llevándola al frente de la clase para sentarse a su lado.

Hablaba en serio. Estaba muy feliz de verla hoy. Normalmente no podía esperar a alejarse de ella en estos días, pero si no fuera por Mizuki, entonces Saitama y Genos habrían sido descubiertos después de su incidente en Inglaterra, ¡y entonces quién sabe qué habría pasado!

Mizuki podría estar en medio de los dos, pero no era su culpa. Realmente necesitaba apreciarla más.

"A mi también... me alegra verte..." Se sonrojó profundamente, intentando evitar la línea de visión de Genos para que no notara su reacción.

Genos se sentía increíble, extasiado. Nada podría molestarlo hoy y no quería nada más que compartir su felicidad con todos a su alrededor. Escuchó el chasquido de la puerta, y esos pasos fuertes y familiares palpitaban por el suelo.

Era Saitama, solo sabía que lo era.

El profesor se acercó al frente de la clase con una sutil sonrisa en su rostro, y cuando se dio la vuelta sus ojos fueron atraídos directamente a Genos. Los dos compartieron una mirada intima, en donde se decían todo, y Saitama dejó que su sonrisa se profundizara, solo un poco.

"Eso es raro," susurró Mizuki, "Profesor Yusha realmente se ve feliz, por primera vez."

Genos se rió, volviéndose hacia Mizuki y sonriendo como un niño de la escuela. "Tienes razón", le dijo, luego miro de nuevo a su amor con adoración. "Él se ve feliz."

Las siguientes semanas llevaron la misma energía que ese día.

Genos estaba alegre, Saitama sonreía. Cada ciertos días Genos terminaba de vuelta en casa de Saitama, y volvían a vivir esa primera noche de cita una y otra vez. Se las habían arreglado para follar en cada habitación de la casa dos veces, y cuando sus cuerpos se debilitaban por el agotamiento se acostaban en la cama y hablaban hasta que salía el sol. Los fines de semana eran siempre los mejores, cuando los dos tenían tiempo para acurrucarse en la cama y dormir hasta el mediodía. A veces se acostaban todo el día y veían dibujos animados, otras veces la pasaban juntos cálidamente y caminaban por los bosques circundantes.