CAP 15

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A la mañana siguiente me desperté muy temprano, estaba apunto de amanecer, el cielo todavía estaba oscuro, lo que hacía que se viesen un montón de estrellas.
Abrí los ojos, iba a salir afuera a ver las estrellas, me di cuenta de que estaba sola en la cama, Ayax se había levantado ya, aunque era de noche todavía. Salí afuera y vi a Ayax tirado en el suelo mirando el cielo. Sin decir ni una palabra me tiré a su lado y el puso su brazo debajo de mi cabeza para que estuviera más cómoda.
-Ale, todavía es muy temprano ¿Qué haces despierta?
-Nose, simplemente me desperté y no conseguía volver a dormir.
-Yo me desvele, me quedé un rato mirando como dormías, ver a la gente dormir me da sueño y me duermo yo, pero se me fue imposible. Además el cielo está putamente precioso, suena un poco cursi eso pero es verdad, me encanta mirar las estrellas, me relaja, cuando tuve que ir al centro de menores siempre que no podía dormir miraba las estrellas por la ventana. Adri también lo solía hacer, nos sentábamos los dos juntos en la ventana mientras hablábamos y mirábamos las estrellas.
-Yo solía sentarme en la ventana a llorar en silencio después de que mi padrastro me hiciera eso.-Ayax ya sabía todo lo de mi padrastro, se lo había contado a él y a los otros dos españoles.
-A nosotros nos pegaban en aquel centro, no tiene ni comparación con lo que te hacia ese degenerado.-dijo mientras que se le caían algunas lágrimas.-A mi hermano le hicieron un corte enorme en la espalda por ponerse delante de mí, a mí me iban a pegar con un cinturón y él se puso delante para que no me pegaran a mi.-dijo con la voz quebrada mientras seguía soltando lágrimas.
-No llores, no me gusta ver llorar a la gente que quiero.-le dije reincorporándome y secandole las lágrimas.
-A mí tampoco me gusta.-dijo él empezando a secarme las lágrimas que sin darme cuenta se me habían escapado.-Ven aquí.-me dijo abrazándome y haciendo que yo apoyará mi cabeza en su pecho.
-Tenemos que hacer esto mas veces, me gusta estar aquí echada mirando las estrellas.
-A mí también. Pero tengo un poco de frío.
-Voy a por una manta.-dije y me levanté para ir a la celda.
En el pabellón no había ningún movimiento, todos estaban durmiendo como era normal. Cogí la manta y volví a salir afuera, viendo cómo Ayax seguía exactamente como cuando me fuí.-Ya tengo la manta feo.-le dije mientras me volvía a echar a su lado con la cabeza apoyada en su hombro y ponía la manta sobre nosotros.
-Gracias, hacía mucho frío.-dijo sonriendo mientras seguía mirando al cielo.
-Hacia mucho tiempo que no miraba las estrellas, la última vez que las mire  fue antes del apocalipsis.
-Yo tampoco las volví a mirar desde que todo empezó. Por cierto, ya tengo tus regalos, y la cena será esta noche,espero que tú también tengas mis regalos.-dijo sonriendo sin quitar la vista del cielo el cual ya empezaba a estar cada vez más claro.
-Si, lo tengo,pero lo tengo que envolver todo.
-Yo te puedo ayudar.
-No, quiero que sea sorpresa para todos.
-Esta bien fea.
-Feo tu no te jode.-le dije sonriendo. Sentí como Ayax se reía ya que estaba echada en su pecho.
-Ya ha amanecido, aunque sigo muy agusto aquí.
-Nos podemos quedar más, no creo que nadie se haya levantado ya, es muy temprano.
-Tienes razón.
1h después...
-Fea, entremos ya.-dijo y yo levanté un poco la cabeza para verle la cara.
-Vale vamos, me tengo que cambiar de ropa, está ya está asquerosa. Y tú también deberías hacer lo mismo.
-Vale me cambiaré.
-¿Sabías que me encanta tu voz?-le pregunté mientras nos levantabamos para volver dentro.
-¿Y tú sabías que a mí me encantan tus ojos?-dijo mirándome mientras sonreía.
-Me lo dicen mucho, sobre todo ahora ¿sabes?, es que últimamente socializo con muchísima gente, tengo cientos de amigos.-le dije bromeando mientras entrábamos en el pabellón, ya todos se habían levantado.
-¡¡¿Donde cojones estabais?!!-dijo Adrián llegando corriendo y un poco enfadado.
-Estabamos afuera, tumbados en el suelo mientras mirábamos el cielo y hablábamos.-dijo Ayax tranquilo.
-¿¡Pero sabéis el susto que me habéis dado!?
-Nose, no estoy en tu mente para saberlo.-dije y los tres nos echamos a reír.
-Con ocho simples palabras haces que pase de estar un poco enfadado a reírme.-dijo Adrián.
-Es que la fea tiene un don.-dijo Ayax sonriendo y abrazándome por los hombros.
-Bueno, feos, me voy a cambiar de ropa.-les dije y me subí las escaleras mientras saludaba a todos los del grupo.
Después de cambiarme volví a bajar y esperé a que Ayax se cambiase para desayunar con él. Cuando él bajó nos pusimos a desayunar. Al terminar, dejamos los platos.
-Nunca te había dicho que me encanta ese collar con la flecha.-me dijo Ayax mientras yo veía como Daryl bajaba las escaleras.
-Me lo regaló él.-le dije a Ayax mientras cogía el collar con la mano, de reojo vi como Daryl se llevaba la mano a donde tenía el collar, y derrepente salió corriendo hacia su celda.
-¿Alguien ha visto un collar con una flecha? Es igual que el que lleva Alexia.-dijo apurado mirando por todos los lados.
-Iré a buscar donde los coches.-dije y salí mientras los demás se movían buscando también el collar.
Busque por todos los sitios, hasta que lo vi tirado al lado de mi coche. Lo cogí y volví corriendo al pabellón.
-Hey, Daryl ya lo encontré.-le dije dándole el collar.
-¿Donde estaba?
-Tirado al lado de mi coche.
-Gracias, ¿me ayudas a ponérmelo?
-Cla...
-Ya te ayudo yo.-me interrumpió Carol.
-No, le he preguntado a Ale no a ti.-dijo enfadado mientras me daba el collar para que lo ayudase. -Gracias, esto...¿Podemos hablar?
-No se de que, pero vale.
-Vamos fuera.-dijo y salimos afuera.-Lo que escuchaste ayer era verdad, al principio todo fue un reto que ella me puso en la granja, pero al final terminé llevándome bien contigo, no te puedo decir que estoy enamorado de ti, te mentiría, no creo que esté enamorado, nunca lo he estado. Te quiero mucho, pero nada más o al menos eso creo.
-Esta bien, el sentimiento es el mismo, así que vete diciéndole a Carol que fallastes el reto.
-Ahora espero que todo esté bien.
-Claro.-le dije y me dio un abrazo.-Iré a envolver los regalos, adiós.-añadí y me fuí, no sabía lo que sentía por él, pero no era lo mismo que sentía por T-Dog, Glenn, Rick o alguno de ellos, era distinto.
Me fui a la celda que compartía con Ayax y envolví todos los regalos.
...
Ya era por la tarde, íbamos a preparar la mesa donde íbamos a hacer la cena.
Rick y Daryl se iban a encargar de matar al venado, y después Lori y Carol lo cocinarian.
...
Ya todos estábamos sentados para cenar, era una noche muy bonita, rodeados de amigos que ahora eran familia. Entre risas, cenamos.
-Antes de abrir los regalos quiero que canteis una canción. Había una canción que yo y Lori solíamos escuchar, "Un violinista en tu tejado" es de Melendi. Os agradecería si la cantais.- dijo pasándole la guitarra a Álex y señalandonos a Ayax y a mí.-Adrián tu  haz la base con Álex.
-Venga vale.-digimos los cuatro a la vez.
-"Eres tan dura, como la piedra de mi mechero, me asaltan dudas, de si te quiero. Y eres tan fría(ayy) como el agua, que baja libre, de la montaña. Y no lo entiendo, fue tan enfimero. El caminar de tu dedo en mi espalda dibujando un corazón.Y pido al cielo, que sepa comprender estos ataques de celos que me entran si yo no te vuelvo a ver. Le pido a la luna que alumbre tu vida, la mía hace ya tiempo que yace fundida. Con lo que me cuesta querer solo a ratos, mejor no te quiero será más barato. Cansado de ser el triste violinista que está en tu tejado. Tocando pa'l inglés siempre desafinao'. Eres tan tenue, como la luz que alumbra mi vida, la más madura, fruta prohibida, tan diferente y parecida a la tormenta que se llevó mi vida. Y no lo entiendo, fue tan efímero, el caminar de tu dedo en mi espalda dibujando un corazón. Y pido al cielo, que sepa comprender estos ataques de celos que me entran si yo no te vuelvo a ver. Le pido a la luna que alumbre tu vida, la mía hace ya tiempo que yace fundida, con lo que me cuesta querer solo a ratos, mejor no te quiero será más barato. Cansado de ser el triste violinista que está en tu tejado. Tocando pa'l inglés siempre desafinao'.
...
Le pido a la luna que alumbre tu vida, la mía hace ya tiempo que yace fundida, con lo que me cuesta querer solo a ratos, mejor no te quiero será más barato. Cansado de ser el triste violinista que está en tu tejado. Tocando pa'l inglés siempre desafinao', y mientras rebusco en tu basura , nos van creciendo los enanos de este circo que un día montamos. Pero que no quepa duda, muy pronto estaré liberado. Porque el tiempo todo lo cura, porque un clavo saca a otro clavo. Siempre desafinado, mientras rebusco en tu basura , nos van creciendo los enanos de este circo que un día montamos. Pero que no quepa duda..."- cantamos Ayax y yo, su voz ronca y mi voz se compenetran a la perfección. Cuando terminamos de cantar la canción todos nos aplaudieron y los dos nos miramos sonriendo.
-Bien ahora a por los regalos.- dijo Rick y todos fuimos a por los regalos que habíamos conseguido.
A todos les gustaron los regalos, incluso a Carol. A Daryl, le regalé flechas y un carcaj nuevo, el collar se lo daría más tarde, él me dió ropa y una AK-47. Los demás me regalaron ropa, armas, y joyas.
-También encontré una máquina de tatuajes, y cogí tinta. ¿Alguien quiere un tatuaje? Dibujo bien.
-Yo.-me dijo Ayax.
-¿Qué quieres?
-Tatuame en el cuello "Alexia".
-¿Es broma?
-No de verdad.
-Entonces yo me pondré "Ayax".-le respondí y le tatue el cuello para que luego él me lo tatuase a mi. Después algunos se hicieron algún tatuaje.
-Chicos, vamos ya a dormir, es muy tarde.-dijo Rick y todos nos fuimos a nuestras celdas.
-Ahora siempre nos acordaremos del otro.-me dijo Ayax mientras se acostaba a mi lado.
-Claro que sí, eres como mi hermano.
-Y tu para mí.-me respondió sonriendo.-Ahora a dormir. Buenas noches fea.
-Buenas noches feo.- le respondí y nos dormimos abrazados.
...
Me desperté, otra vez muy temprano, tampoco había amanecido. Pero esta vez Ayax si que estaba durmiendo. Me levanté con cuidado para no despertarlo, me puse otra ropa, cogí una manta y salí fuera a ver las estrellas, solo que esta vez lo haría sola.
Después de estar un rato mirando las estrellas sola, sentí que alguien había salido del pabellón, me giré para ver quién era.
-¿Qué haces despierta? es muy temprano.-me dijo Daryl.
-Me desvele,¿tú?
-Igual.-dijo sentándose a mi lado, estábamos los dos sentados en el suelo.-Ayer también saliste a ver el amanecer, pero con Ayax.
-Si, presiento que va a pasar algo, no se el que, pero sea lo que sea, no me deja dormir.
-Igual solo es cosa tuya.
-No lo sé, encima hoy salimos a seguir limpiando la cárcel.
-Es verdad, no me acordaba de eso.
Seguimos hablando hasta que amaneció y entramos otra vez al pabellón.
-Chicos, hoy saldremos a limpiar y explorar la cárcel, apenas tenemos provisiones, somos mucho así que iremos a buscar la cafetería y también buscaremos el sitio de los médicos.-dijo Rick.
-Puede que halla un arsenal.-añadió Daryl.
-Aquí no, pero si cerca.-le dijo Rick.-Saldremos Glenn, Maggie, Alexia, Ayax, Adrián, Álex, Hersel, T-Dog y yo. Ahora que ya lo saben, coger vuestras armas y vámonos.
Subí a mi celda acompañada de Ayax, cogimos nuestras cosas y volvimos a bajar.
-Joder, solo tengo cuatro flechas y en el carcaj no tengo ni una.-dije susurrando para mí misma.
-Toma, no son muchas pero es mejor que llevar solo cuatro.-me dijo Daryl extendiendo su mano con otras cuatro flechas.
-Gracias.-le agradecí y el solo asintió.
-Vamos.-dijo Rick y salimos.
Fuimos avanzando con cuidado por los pasillos, todo estaba muy oscuro, Glenn iba poniendo flechas en las paredes indicando por donde se volvía, todo era igual y sin esas flechas sería muy fácil perderse.
Íbamos todos en silencio, pues de ese modo si había caminantes los podríamos escuchar.
-Atrás atrás atrás.-dijo Rick muy rápido viendo como un pasillo estaba lleno de caminantes, aunque fue en vano el ser sigilosos, algunos nos habían visto y ya los tenemos detrás.
-Vamos por aquí.-dijo Glenn guiándose por las flechas.-No no no, estamos rodeados.-dijo al ver que llegaban más caminantes desde el otro lado.
Todos empezamos a seguir a Rick que había empezado a correr por otro pasillo.
-Vamos entrar aquí.-dijo Rick abriendo una puerta.
-Faltan Maggie y Glenn, hay que ir a buscarlos.-dijo Hersel preocupado.
-Vale, iremos a buscarlos.-dijo Rick abriendo un poco la puerta y revisando que ya no había caminantes.
Salimos todos con cuidado y empezamos a caminar en silencio.
-Maggie, Glenn.-susurraba Hersel. Aunque de repente soltó un grito de dolor, había un caminante en el suelo que parecía que estuviera muerto pero no era así, y le mordió la pierna. En ese momento Glenn y Maggie llegaron al escuchar el grito, pero no fueron los únicos, los caminantes también lo escucharon.
-Correr correr. -dijo Rick sujetando a Hersel junto con T-Dog.-Hay que entrar ahí.-dijo cuando vio una puerta que estaba cerrada por dentro. Yo abrí la puerta de una patada rompiendo la cerradura de dentro, ese lugar era la cafetería, además no había caminantes dentro.
Daryl y T-Dog se pusieron en la puerta mientras que Álex, Glenn y Adrián sujetaban a Hersel, pues Rick le iba a cortar la pierna a la altura de la mordida, así evitaría que la infección se expandiese. Ayax y yo mirábamos por si necesitaban ayuda.
-¡Eh!-nos avisó Daryl de algo, cuando levantamos la cabeza vimos a seis presos detrás de una reja.-Salid con las manos en alto.-dijo Daryl, mientras  que él y yo apuntábamos con las ballestas y Ayax apuntaba con la 9mm que yo le había regalado. Los seis salieron con las manos en alto, uno de ellos llevaba una pistola pero uno de los seis me sorprendió todavía más...
-Tiene que ser una puta broma, si si si esto es una pesadilla.-dije mirando como uno de los presos era mi padrastro.
-Alexia, no le das un abrazo a papá.-dijo egocéntrico.
-Tú no eres mi padre, eres un puto enfermo.
-Vamos, te ves todavía mejor que antes.-dijo sonriendo y acercándose poco a poco.
-Ni te muevas hijo de puta.-le dije poniendo una flecha en la ballesta.
-Vale vale, perdón nena.
-Como no te calles te voy a meter un puto tiro entre ceja y ceja.-le amenazó Ayax quitandole el seguro a su pistola.
-¿Donde está Max? me cae mejor que este. - dijo señalando a Ayax.
-Te juro que te voy a matar.-le dijo Daryl entre dientes, estaba muy enfadado.
-¿Ahora tienes dos perritos falderos?
-Chicos, necesito ayuda.-dijo Rick cuando terminó de amputarle la pierna a Hersel. Glenn paso corriendo de repente para el sitio donde estaban los presos y saco una mesa de metal con ruedas. Entre casi todos los del grupo subimos a Hersel a la mesa y salimos corriendo.
-Carl, abre, somos nosotros.-le dije a Carl para que viniese a abrir la puerta.
Todos entraron al pabellón, Daryl y yo nos quedamos fuera, sabíamos que los presos nos habían seguido. Y en efecto  en segundos aparecieron en la puerta.
-Pabellón C, una celda de estas es la mía.-dijo el que llevaba la pistola intentando pasar.
-¿A dónde te crees que vas?-le dije poniendo una mano en su pecho y empujándolo para atrás. Él intento sacar la pistola pero Daryl le hizo una llave y yo se la quite. -¿No puedes resolver nada sin la pistolita?
-Yo no me metería princesa, de una ostia te mata.-dijo mi padrastro.
-Yo no diría eso, esta chica no es un pétalo de rosa, es fuerte.-le dijo Daryl.
-Tu que sabrás, ella solo es una pequeña zorra débil.-le respondió mi padrastro.
-Si tan débil soy, no te importará que haga esto. - le dije antes de levantar el la mano y partirle el labio de un puñetazo.
-¿Tienes ganas de tener otra noche de las nuestras?- me preguntó enfadado.
-Hector, eres un hijo de puta.-le dije a mi padrastro para volver a pegarle, está vez haciendo que empezase a sangrar por la nariz.
T-Dog salió del pabellón apuntando con su pistola a todos los presos, detrás de él salió Rick.
-¿Qué pasa?¿Qué hacéis aquí?
-En ese pabellón está mi celda.-dijo el de la pistola.
-Ahora nada es de nadie.
-¿Por qué no lleváis a ese hombre a un hospital?-preguntó otro de bigote.
-Ya no hay hospitales, no hay policía, no hay militares, no hay gobierno, no queda nada.  -les explicó Rick.
-Asi que estáis de suerte, el estado de Georgia os deja en libertad.-les dijo Daryl.
-No me voy a ir, que unos entren en una cárcel por su propia voluntad y que encima luego dicen que no queda nada, eso no es normal.-dijo el de la pistola y el de bigote intentó convencerlo de que se tenían que ir pero él , Héctor y otro de los presos no querían, los otros tres parecían no querer problemas, decían de marcharse.
-Vamos a hacer un trato, nos dais la mitad de vuestra comida y nosotros os ayudamos a limpiar otro pabellón.
-Esta bien.
-¡Eh! ¡Los que salieron antes venir, volvemos a salir!¡Maggie, tú quédate!- gritó Rick.-Vamos.-dijo cuando todos habían llegado.
Antes de limpiar un pabellón entero, los presos deberían saber cómo matar a un caminante. Rick les explico todo, aunque al ponerlo en práctica no lo hicieron, no les pegaban en la cabeza. Así uno de ellos fue mordido, y el de la pistola le clavó el machete en la cabeza. Después de un rato, me tuve que separar del grupo, no aguantaba las continuas miradas de Héctor. Salí fuera a que me diese un poco el aire, mientras que Rick y los demás iban con los presos y los otros estaban con Hersel.
-¿Estás bien?-me preguntó Guille quien venía con Miguel.
-Si, no te preocupes. Hacia mucho que no hablábamos, y contigo nunca hablé.- les dije.
-Conmigo si que hablaste, me dijiste que también me cortarias los pies.-dijo Miguel y los tres nos reímos.
-Bueno, me refiero desde que llegasteis aquí.-dije con una sonrisa.
-Ale, nos encantaría seguir hablando contigo, pero tenemos guardia.
-Vale, chao chicos.- les dije y se fueron.
-Ale,¿estás bien?- me preguntó Daryl y yo giré la cabeza para mirarle a la cara.
-Si, siéntate.-le dije señalando el suelo justo a mi lado, él se sentó.-¿Los demás?
-Dos de los presos han muerto, Héctor, Óscar y Axel están en su pabellón, tenían mucha comida nos dará para bastante tiempo. Y los demás que salieron están sanos y a salvo en el pabellón.
-Ojalá se hubiese muerto Héctor.-dije mirando el suelo.
-No dejaré que te haga nada, y Ayax, Adrián, Álex, Guille, Rick, Glenn, nadie dejará que te haga nada.
-Gracias.-le dije sonriendo y apoye mi cabeza en su hombro.
-Mientras que esté aquí, nunca dudes que te cuidaré. Nos prometimos que cuidariamos las espaldas del otro y así lo pienso hacer.-dijo mirándome directamente a los ojos.
-Yo también lo haré así.-le dije sonriendo.
-Vamos dentro, tus españoles, el chino y todos estaban preocupados por ti, además aquí fuera hace frío.
Entramos los dos juntos al pabellón, todo estaba bien, Hersel se había despertado solo lo saludé y subí a la celda a echarme un rato en la cama, estaba cansada y ni siquiera había hecho mucho, pero encontrarme con Héctor, que muerdan a Hersel, no había sido fácil. Y sin saber cómo me quedé dormida...

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