CAP.19

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1semana más tarde...
Esos días había estado colocando latas  alrededor de la cabaña, de esa forma si alguien o algo se acercaba yo podría estar alerta. También había explorado unos pueblos cercanos, conseguí armas, comida y agua.
Ya decidida, recogí todo lo que me servía de aquella casa y comencé a caminar por el bosque, iba a volver con el grupo, creo que solo necesitaba pensarlo un poco pero ellos son mi familia, no puedo dejarlos así.
3h más tarde...
Paré para comer algo, no había comido nada en todo el día, me había despertado había recogido todo y me había marchado.
Después de comer seguí con mi camino, ya estaba cerca de la prisión.
En cuanto llegué quedé paralizada al ver que el Gobernador estaba allí con algunos de sus hombres. De repente una camioneta destruyó la vaya dejando que los caminantes entrasen y además, abriendo las puertas de atrás soltando unos veinte caminantes mas. En ese momento los hombres de Philip empezaron a disparar, vi a Rick fuera de la vaya, luchando contra caminantes, de inmediato fui a ayudarle, maté a los tres caminantes, y sentí como un cuerpo caía detrás de mí, al darme la vuelta vi a un caminante con una flecha en la cabeza, era Daryl que venía acompañado por Merle.
Todos juntos empezamos a disparar, Glenn entro con una camioneta y fue a recoger a Hersel, el cual estaba con Rick, solo que detrás de la vaya. Los cuatro que estábamos fuera entramos dentro del campo de la prisión y nos subimos en la camioneta que Glenn conducía. A toda velocidad entramos al patio y Carl cerró la vaya, el Gobernador se había ido. Salí del coche y Carl vino corriendo a abrazarme.
-Enano, te eche de menos, te quiero.-le dije abrazándolo.
Así uno por uno, abracé a todos, incluso a Merle y Michonne.
Él único que no había abrazado era a Daryl. No sabía si abrazarle o no, antes del Gobernador le había dicho que lo amaba, pero verdaderamente no lo sabía, y era consciente de que él tampoco lo sabía. Al final me acerqué a él y le dí un abrazo.
-Te eche de menos Ale.-me susurro en medio del abrazo.
-Creo que yo también.-le respondí con una sonrisa y me separé.-¿Dónde está la bebé más preciosa de la historia?-dije cariñosamente acercándome a Beth y cogiendo a Judith. Esta empezó a tocarme la cara mientras sonreía.-Que pequeña, te caigo bien ¿a que si?-le dije mientras le daba pequeños golpecitos en su enana nariz.-Venga te devuelvo con la rubita.-dije y le devolví la bebé a Beth a la que le di un beso en la cabeza.-Espera espera espera, yo he abrazado a todos menos a Ayax,¿dónde está?
-Está echado en la cama, defendió la prisión y se volvió a vuestra celda, no te vio. Ha estado toda la semana metido en la cama llorando mientras olía tu camiseta favorita y jugaba con una de tus flechas, apenas come, apenas bebe, no duerme casi nada, una hora como mucho. Vete a darle una sorpresa.-me dijo Adri.
-Vamos entremos todos, hace frío fuera.-dijo Rick y todos entramos al pabellón.-¡Ayax, somos nosotros!
-¡Vale!-respondió triste desde la celda.
-Vamos sube y dale una sorpresa.-me dijo Álex y me empujó un poco hacia las escaleras.
Subí en silencio mientras todos me miraban y me quedé fuera de la celda escuchando lo que hablaba mientras jugaba con mi flecha.
-¿Cuándo vas a volver Ale? Te echo mucho de menos, ni siquiera sé si estás viva o no, solo quiero que vuelvas y me digas que no te volverás a ir, te quiero muchísimo, vuelve porfavor, eres mi hermanita.-dijo llorando.
-Volvería sin que me lo pidieras, yo también te quiero mucho hermanito.-dije susurrando mientras entraba en la celda, él se dió la vuelta y vino a abrazarme.
-No te vuelvas a ir.
-No lo haré. Ahora vamos con los demás, te has vuelto un ermitaño en tan solo una semana.
-Está bien, vamos.-me dijo con una sonrisa.
Bajamos con el grupo.
-Daryl, toma.-le dije un poco seca mientras le extendía su ballesta, no se la había devuelto, él me pasó la mia y vi como había algo grabado en ella.
"DD×AM". Eran nuestras iniciales juntas. Le miré y subí a dejar mis cosas en la celda que seguiría compartiendo con Ayax.
Me acosté un rato en la cama mientras miraba el techo, no hacía nada, no pensaba en nada, simplemente era un momento de relajación.
-Hola.-me dijo Carol entrando a la celda.
-Hola, ven siéntate o échate, como estés más cómoda.-le dije y ella se acostó a mi lado, antes de irme habíamos hablado sobre el tema de Daryl y todo estaba bien entre nosotras.
-Creo que si te vas, moriremos todos de depresión.-dijo sonriendo divertida.
-¿Por qué?
-Todos estaban tristes, nadie reía, los tres mosqueteros siempre estaban tristes y la mayoría del día con los ojos llenos de lágrimas.
-¿Los tres mosqueteros?-pregunté divertida.
-Si, Ayax Adri y Álex, los tres llegaron juntos, los tres tienen los mismos años, los tres se dedicaban a cantar, los tres son españoles,los nombres de los tres empiezan por A, los tres son divertidos, siempre andan con sus bromas. Son casi iguales, que me digas que Ayax y Adri son iguales, lo acepto, son gemelos, pero Álex es igual, y en el tema de personalidad tú también eres igual a ellos, creo que eso es cosa de españoles.
-Pues parece ser que si.-le dije y las dos nos reímos.
Estuvimos hablando de tonterías un par de horas.
-Bueno Ale, ya me voy.
-Espera, ¿dónde están Axel y Óscar?, no los he visto.-pregunté preocupada por los dos prisioneros que habían sobrevivido.
-A Óscar lo perdimos cuando fuimos a rescatar a Maggie y a Glenn, y Axel murió antes, el Gobernador le pegó un tiro en la cabeza, no exactamente el Gobernador, fue uno de sus hombres.
-Vaya.-dije apenada.
-Y que Glenn nos contará que tú estabas en Woodbury, fue como una sorpresa, Michonne solo vió como se llevaban a Glenn y Maggie.
-Yo me había separado un poco para buscar gasolina, armas y provisiones.-le expliqué.
-Bueno, me voy, luego nos vemos.-me dijo, yo le asentí y se fue.
Después de un rato acostada,decidí bajar, dentro de poco se haría de noche, quizás dentro de dos horas o algo así. Cuando bajé vi a todos reunidos allí, hasta Merle colaboraba.
-Hey,¿qué hacéis?-pregunté llegando hasta todos.
-Estamos seguros de que Philip volverá, así que estamos haciendo un plan.-me explicó Merle.
-¿Philip es el Gobernador?-preguntó Daryl mirándonos extrañado.
-Si, es su nombre real, Philip...-dije explicándole y gire mi vista a Álex-Philip BLAKE-dije resaltando la última palabra y Álex me miró riendo.
-¿Es broma?-me preguntó el rapero y yo negué con la cabeza, todos nos reímos, sabíamos que ese era el nombre artístico de Álex y nos había hecho gracia.
-Vale, ahora explicarme el super mega hiper plan.-dije sonriendo.
-Ven acércate.-me dijo Rick y le obedecí- Mira, Michonne Carl y yo iremos a buscar armas por los alrededores. Cuándo traigamos las armas, iremos un pequeño grupo a Woodbury mientras, los demás se quedarán esparcidos por la prisión, de esa manera si el Gobernador viene cuando vayamos a Woodbury, los que estén aquí podrán defender la prisión haciéndoles una emboscada.
Saldremos mañana a buscar armas.-me explicó todo y yo asentí.
-Viene Andrea.-dijo Maggie entrando al pabellón.
-¿Andrea?-dije sin entender, pensaba que ella había muerto.
-Si, yo la salve, estaba sola en el bosque huyendo de los caminantes, luego llegamos a Woodbury y ella se quedó allí, ahora es una especie de novia de Philip.-me explicó Michonne brevemente mientras me pasaba una AK-47 y salíamos corriendo hacia fuera. Allí la vi llegar caminando, haciéndose paso entre los caminantes que ahora estaban en el jardín. Cuando llegó a la vaya, Merle le abrió y rápidamente pasó para que el mayor de los Dixon volviese a cerrar la vaya.
-¿Qué haces aquí?- le preguntó Rick a la ofensiva.
-Vamos, dejad de apuntarme, y no me hables así, me conocéis suficiente para confiar en mí.-dijo viendo como nadie bajaba las armas.
-Ya no eres la misma, y encima eres novia de ese hijo de puta.-le dije entre dientes.
-Pero...
-Ni pero ni ostias. Mira las marcas que tiene Glenn en su cara, obligó a Maggie a desvestirse, a mi me cortó la puta cara, y luego, como si no le bastará, hace que Merle y Daryl se peleen. ¿Y tú quieres poner "peros" para defenderlo?-le grité mientras señalaba lo que nos había hecho a cada uno.
-Yo venía a avisaros de que está preparando a la gente de la comunidad, quiere una guerra, y ellos son el doble. Lo hago de buena fe.-dijo moviéndose nerviosa.
-¿Lo haces de buena fe?¿Eh?-le pregunté sarcásticamente mientras le sonreía de la misma manera.-No me jodas, si fuese de buena fe, hubieses matado a ese hijo de perra y te hubiese largado con su cabeza en una puta mochila, vendrías aquí y nos darías la cabeza de ese imbécil para poder jugar a fútbol con ella.-le dije entre dientes.
-No es mi culpa.
-Vete a la mierda, dices que no es tu culpa pero vas seguir dándole tu culo todas las putas noches, a mi no me vengas a tocar los cojones, si tú solo quieres arreglar las cosas, coges y está querida noche, después de follartelo le clavas un jodido cuchillo en la cabeza.-le dije enfadada, ella solo me miró-Por tu mirada se que no lo harás, así que púdrete.-añadí y me fui dentro del pabellón, sentí pasos detrás de mí.
-Espera.-me dijo esa voz ronca que confundía mis sentimientos.-Ale, relájate porfavor.
-Daryl, alguien puede morir por culpa de ese idiota.
-Lo se, lo sé, pero no quiero que te dé un infarto del estrés, ven aquí e intenta relajarte anda.-me dijo acogiéndome en un cálido abrazo, solo con un simple tacto me hacía sentir segura y era capaz de relajarme.-Vamos arriba.-me dijo susurrando con esa voz ronca. Asentí y los dos subimos a su celda.
-¿Para qué subimos?
-Para que te relajes, siento que si la vuelves a ver le pegarás. Y además me gusta estar solo contigo, me siento en paz y hace mucho que no estamos solos.
-Bueno, entonces supongo que estaremos un rato aquí.
-Creo que seguimos teniendo algo pendiente, tu y yo, de aquella noche en la torre. No se, si se te apetece.-me dijo mientras me acariciaba ,con un dedo , mi pierna.
-Daryl hay gente, pueden entrar, o nos pueden oír.
-El pabellón de los presos está libre.
-¿Y que les decimos cuando los vean irnos hacia allí?
-Sabemos ser silenciosos, si nos vamos con las ballestas y muy en silencio, apenas se darán cuenta.
-Venga va.

[+18, no leer si no quieren]

Salimos de la celda con las ballestas y fuimos al pabellón donde antes estaban los presos, tal y como Daryl había dicho, nadie se enteró de que nos íbamos.
-Vamos a aquella celda.-me dijo y corrimos hasta una celda que estaba en la parte superior del pabellón, entramos en ella y no había nada en especial.
-¿Protección?
-Tranquila tengo aquí.-dijo y se abalanzó sobre mí empezando a darme besos por todo el cuello. Rápidamente le quité el chaleco de alas y el me quitó la chaqueta que me había regalado.-Prefiero verte así que verte con ropa.-me susurró con su voz ronca agitada, mientras  veía sorprendido mis curvas las cuales había dejado al aire al quitarme la camiseta. Sin pensarlo, yo también le quite la camiseta, para que acto seguido él quitará mi sostén de un tirón.
Daryl me empujó suavemente a la cama para luego ponerse encima mientras me besaba. Poco a poco fue bajando sus besos, iba bajando desde mi boca hasta mi cuello, hasta que después de unos cuantos besos llegó a mis pechos. Me miró sonriente con las pupilas dilatadas y empezó a juguetear con mi pezón en su boca. Yo soltaba pequeños gemidos. Me moví un poco pidiéndole más, él enseguida me entendió, bajó mis pantalones de un tirón, llevándose con ellos la ropa interior, lo tiro a algún sitio y me dirigió una sonrisa.
Daryl volvió a besarme, cada besó era más apasionado, más necesitado. Él introdujo sus dedos dentro de mi sin ni siquiera avisarme, lo que hizo que yo soltará un gemido bastante ruidoso. El cazador río ante mi reacción y empezó a mover sus dedos, cada movimiento me llevaba hasta las estrellas. Mis gemidos eran ahogados por los besos de Daryl, hasta que ya no aguanto más y se quitó lo que le quedaba de ropa, sacó sus dedos y se coloco el preservativo. Sus besos no cesaban, era notable que nos necesitábamos. Daryl se introdujo dentro de mi y comenzó a moverse, yo rodee su cadera con mis piernas haciendo que cada penetración fuera más profunda y los dos tuviésemos mayor satisfacción. Después de unas cuantas embestidas, ya casi no podía aguantar.
-Daryl.-lo llamé en un gemido.
-Dime.-me dijo gruñendo.
-Ya no aguanto más, me voy a venir.
-Vamos, vente, yo estoy a punto.-y después de tan solo dos embestidas más, me vine a la vez que él.-Madre mía Ale, esto si me gusta, tenemos que venir más veces.-me dijo acostándose a mi lado.
-Hay estado genial, pero debemos volver, nos echarán en falta si no volvemos ya.-le dije, él asintió, nos vestimos rápidamente y volvimos a nuestro pabellón...

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