CAP.40

14 1 1
                                    

-Alexia, Ale, Daryl, Daryl,¿alguno me escucha?-escuché adormilada a través del walkie.
-Si, estoy aquí.¿Ya venís?-le pregunté a Ayax.
-En diez minutos estamos allí pero necesitamos saber que no están por allí cerca y que cuando lleguemos solo tengáis que salir e irnos.-dijo.
-Si, ahora mismo despierto a Daryl, os veo cuando lleguéis.-dije y me senté.
-Recibido.-dijo Ayax y yo dejé el walkie enganchado al cinturón junto al cuchillo y la pistola.
-Daryl.-dije moviéndolo bruscamente y él dio un pequeño salto y agarró el cuchillo de su pantalón.-Tranquilo, no quería asustarte.-le dije y él volvió a guardar su cuchillo.-En diez minutos llegan los chicos. Tenemos que estar listos y asegurarnos de que los Susurradores no estén cerca.
-Vale.-me dijo y se levantó, extendió sus manos para que yo las agarrara y de un tirón hizo que mi cuerpo chocará con el suyo.-Buenos días para ti también mi amor.-dijo irónicamente y yo sonreí.
-Buenos días amor.-le dije y él me besó.-Vamos a recoger las mantas y las latas de la cena.
-Preferiría volver a tumbarme contigo, darte besitos y ya sabes, podríamos practicar para cuando tengamos un bebé.-me dijo posando sus manos en mi trasero y pegándome a él.
-Me encantaría pero no podemos, tenemos que recoger esto y no hay tiempo.-le dije rodeando su cuello con los brazos y dejando un pequeño beso sobre sus labios.
-Solo un poquito.-dijo y yo negué.-Porfa, un minutito.-dijo y yo reí pero volví a negar.-Bueno vale.
-Venga que solo nos quedan cinco minutos.-le dije y los dos nos soltamos, recogimos las cosas en silencio y miramos entre las ramas que no hubiese nada.-Ayax, ya tenemos todo listo y no hay nadie alrededor.-dije por el walkie.
-Bien, tardaremos unos diez minutos. Es que nos retrasamos al salir, perdón.-dijo y yo bufé.
-Bien, avisa cuando estéis.
-Lo haré.-dijo y yo volví a colgar el walkie.
-Daryl.-lo llamé y él se giró a mirarme.
-Dime.
-No se, solo quería escucharte.
-¿Querías escucharme decir "dime?-preguntó y yo le sonreí haciendo que él lo recordara y también sonriera. (Por si no lo recordáis, está en el CAP.5, después de dejar a Jim sobre el árbol).
-Esta vez lo quería escuchar yo.-dije y él río.
-Fue hace tanto tiempo, pero aún así lo sigues recordando. Yo te lo dije porque pensé que te habías enfadado por algo o cualquier cosa, solo quería que te rieras un poco y que pudiésemos hablar de algo para asegurarme de que no estuvieras enfadada conmigo.
-No tenía motivos para estarlo, que tonto.-dije riendo.-Jim me dijo que yo era la única en la que confiabas y que no desperdiciará tu amistad.-dije con una sonrisa.
-Esta claro que no la desperdiciaste, solo miranos ahora, tenemos hasta un hijo, aunque no sea biológico es nuestro y estamos pensando en la posibilidad de un bebé. Jim me lo dijo, dijo que yo tenía un brillo en los ojos cuando te miraba, ni siquiera nosotros nos dimos cuenta de nada.
-Incluso nos hizo falta hablar con Hersel para que él nos confirmara todo.-dije mirándolo.-Aun así sigo sin notar ese brillo.
-Porque solo te fijas en mis ojos cuando te estoy mirando, quizás es por eso.
-Tienes razón.-le dije sonriendo.
-Nunca dejes de sonreír.-me dijo y yo le miré un poco extrañada.
-¿Por qué?
-Porque si dejas de sonreír es porque dejas de ser feliz y no podría vivir sabiendo que tú no eres feliz.-me dijo y yo le miré a los ojos y fui a abrazarle lo más fuerte que pude.-Solo tú consigues que diga estas cosas.
-No sé por qué siempre terminamos hablando así. Pero si de algo estoy segura es de que te amo y me da igual lo que pase si tú estás a mi lado, me da igual mientras no me falles, y si yo te fallo también me falló a mi misma así que no lo haré.
-Alexia ya estamos aquí.-dijo Ayax por el walkie interrumpiendo nuestra conversación.
-Ya vamos.-le respondí. Daryl y yo cogimos las ballestas, Daryl bajó por la escalera y cuando él llegó abajo subí la escalera para arriba y la volví a atar, caminé por una rama y me descolgué saltando al suelo.-Vamos corre.-dije y nos subimos rápidamente a mi coche, Adrián acelero y salimos de allí con el otro coche conducido por Álex detrás. Cuando llegamos a Alexandria Rick nos abrió la valla y pasamos rápidamente.
-¿Qué hacéis aquí tan pronto?-nos preguntó preocupado.
-Nos encontramos con un grupo grande de caminantes pero entre ellos había Susurradores.-le dije.
-Vale, quedaros aquí en Alexandria, ya veremos qué hacemos, de momento id a descansar.-nos dijo y los dos asentimos, Álex guardo el deportivo en su garaje y yo guarde mi coche en el garaje de la casa de Daryl y mía.
-Voy a ver a Kay, ¿quieres venir?-le dije a Daryl.
-No, hace una semana le dije a Merle que le arreglaría su moto, voy a ir ahora, nos vemos para comer.-me dijo y yo asentí, le di un beso y salí camino de la casa de mi hermana, a mitad de camino me encontré con Charles.
-Hey Charlie, ¿donde vas?-le pregunté.
-Iba a casa de Kay, desde que llegamos aquí no hemos estado mucho juntos los tres asi que pensé en ir a su casa y avisarte a ti de que vinieras.
-Yo también iba para allí, y tenía pensado lo mismo.-le dije y los dos reímos por nuestra coincidencia.
-Perfecto. Por cierto, deja de llamarme Charlie, sabes que lo odio Lexi.
-Esta bien.-le dije sin finalizar la frase.-¡Charlie!-le grité y salí corriendo a casa de Kay riendo con el detrás.-¡Kayra!¡Hermanita sal a abrirme!-grité a unos metros de su casa y ella salió a la puerta, yo corrí hasta llegar y entré a su casa intentando cerrar la puerta pero Charles entro y me atrapó.
-¿Ahora que?-dijo Charles y empezó a hacerme cosquillas.
-Lo siento, pero para porfavor.-dije riendo y él paro.
-¿Qué pasa?-preguntó Kay mirándonos.
-Que le llamé Charlie.-le dije riendo.
-Nonono, eso lo sabía, te escuché gritarselo. Me refiero a que por qué estáis aquí.
-Porque echamos de menos nuestros tiempos de los tres a solas.-dijo Charles y yo asentí.
-Vamos con papá, seguro que él también echa de menos nuestros momentitos juntos.-dijo Kayra y los dos asentimos.
-Vamos a por él y luego al lago.-dije y los tres salimos a casa de mi padre, picamos en la puerta y cuando él salió le agarramos del brazo sin decir nada y fuimos al lago, al llegar nos sentamos los cuatro en el suelo.
-Podríais haberme dicho algo cuando me habéis sacado de casa. Aunque me alegro de tener un ratito con vosotros.-dijo mi padre y los tres sonreímos.
-Fue divertido ver tu cara de confusión.-dije y los cuatro nos reímos.
-Hoy es 7 de noviembre, ¿tenéis las cartas terminadas?-dijo papá y los tres asentimos.-Solo queda quemarlas como todos los años.-dijo y los cuatro sacamos un par de papeles doblados.
-Te echo mucho de menos mamá.-susurré y prendí fuego a los papeles con mi mechero, después los demás hicieron lo mismo con los suyos. Sentíamos varias miradas sobre nosotros pero las ignoramos y seguimos mirando como se quemaban las cartas hasta que todo se redujo a cenizas y volvimos a la realidad.-Creo que ya es momento de que sepáis algo. Vengo ahora.-dije y me levanté del suelo empezando a caminar hacia el garaje donde se encontraba mi coche.
-Hey, ¿por qué prendisteis fuego a esos papeles?-me preguntó Merle quien venía con Daryl.
-Son cartas que le escribimos a mi madre, lo hacemos todos los años. Durante todo el año vamos escribiendo un poco cada día y cuando llega su cumpleaños quemamos las cartas. Es como una manera de comunicarnos con ella.-dije sin dejar de caminar y secando las lágrimas que sin darme cuenta se me habían escapado. Al llegar al garaje abrí mi coche y cogí una caja de la guantera, tanto tiempo ahí guardada, sin que nadie salvo mi difunta madre supiese lo que había dentro, sin dejar que nadie la viese. Salí corriendo hacia el lago con la caja que traía mi nombre entre las manos.
-¿Qué es eso?-preguntó Charles.
-Es lo que tanto tiempo escondí en la guantera del coche. Cuando escapamos de la prisión alguno de los que nos marchamos juntos dijo "menos mal que quieres tanto a tu coche", lo que de verdad quiero es esta caja. Mama la tenía guardada, me la dejo en la herencia.-dije sentándome.-Antes tenía una nota puesta fuera, decía que yo la abriese cuando creyera que estaba lista y creo que ya va siendo hora de saber lo que hay dentro.-dije y abrí la caja encontrándome con un papel y un sobre.-Voy a leer la carta.-dije nerviosa.-"Hola cariño, si estás leyendo esto significa que yo ya he muerto. Alexia ,mi pequeña, quiero que leas esto junto a tu padre y tus hermanos. Ahora que supongo que ya estés con ellos comienzo. Lo más probable es que Héctor me haya matado, se que la vida con él no es fácil, me alegro de que Borja tenga la custodia de Charles y Kayra, aunque me duele que yo tenga que tener a Alexia, ella también está sufriendo esto. Borja, mi amor, porque tú siempre serás mi amor, quiero que sepas que te echo de menos, que todavía te amo, eres la persona que me ha hecho más feliz en mi vida, nuestro amor fue increíble, me diste tres hijos que no pueden ser más buenos ni más guapos. Jamás te he dado las gracias, por nada, por hacerme feliz, por darme a nuestros hijos, por intentar alejar a Héctor, por mantener a salvo a Char y a Kay aunque no lo hayas podido hacer con Ale, yo no he podido hacerlo con ninguno de los tres. Charles, mi grandullón, recuerdo el día en el que naciste, mi primer bebé, mi primer verdadero motivo por el cual aferrarme de verdad a la vida, con esos preciosos ojos azules, tan luchador como eres, desde pequeño luchaste por lo que querías, siempre te gustaron los coches y ahora eres uno de los mecánicos más reconocidos del mundo. No hay palabras en el diccionario para describir lo orgullosa que estoy de ti. Alexia, mi niña soñadora, siempre pensando a lo grande, sin importarle lo que costará, nunca has dejado de creer en ti y en qué podrías conseguirlo todo costará lo que costará. Siempre luchando por el bienestar de tus hermanos antes que por el tuyo, nunca cambies, sigue así de estudiosa, así de sincera con todos, así de risueña. Desde el cielo estaré esperando a mi yerno de ojos azules y con tatuajes que me prometiste, pero asegúrate de que él te cuide y de que te respete tanto a ti como a tu familia. Kayra,mi chiquitina, la más pequeña de los tres, la más tímida, la más cariñosa, la más miedosa. Todavía eres pequeña pero he de decir que tus dos hermanos eran más cabroncetes que tú cuando tenían tus años, siempre liando alguna de las suyas, y mejor ni te cuento cuando se aliaban para liar alguna de las suyas, tu siempre has sido más tranquila, cosa que agradezco desde lo más profundo porque con esos dos torbellinos necesitaba algo de tranquilidad. Necesitaba que mi último bebé fuese tranquilo para que controlase a sus hermanos y ahí apareciste tu, mi mayor salvación contras esos dos hiperactivos que tienes por hermanos. Espero que sigas con tu sueño de jugar fútbol, que no lo cambies porque el deporte femenino esté muy debajo del masculino, sigue con tu sueño, yo veré cómo lo haces pequeña. Quiero finalizar esto diciendo que esté donde esté os quiero más que a mí vida, que estoy muy orgullosa de vosotros. Seguid creyendo en vosotros hasta el final y no os separéis por nada ni por nadie, confiad en vosotros mismos y entre vosotros. Cada vez que miréis el cielo recordad que yo estoy mirando desde allí y que siempre seréis mi amor y mis peques. Os amo a los cuatro, Mamá."-leí mientras dejaba que las lágrimas salieran sin ningún control, de fondo sentía los soyozos de mis hermanos y mi padre. Volví a doblar el papel y cogí un montón de fotos que había allí. (Aviso:son 20 fotos)

Un Ángel Con Ballesta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora