CAP.42

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La luz del sol entró por la ventana provocando que me despertara y al instante sentí un ligero peso sobre mi abdomen y sobre mi pecho. Al abrir un poco los ojos vi a Daryl con un brazo alrededor de mi vientre y con la cabeza apoyada sobre mi pecho, se veía tan tranquilo dormido que me dió pena despertarle y lo dejé dormir mientras le acariciaba suavemente el pelo.
-Mmmm-musitó mientras se pegaba más a mi y se acurrucaba en mi cuello.-¿Qué hora es?-susurró con la voz ronca.
-Las ocho y cuarto.-le dije y él se sentó apoyando la espalda en la cabecera de la cama, luego me cogió a mi de los hombros y me subió encima de él haciendo que quedasen mis piernas a los lados de las suyas.
-Vaya pelos que tienes.-dijo soltando una pequeña risita.
-Venga, a las nueve y media tenemos que irnos y todavía tenemos que vestirnos, desayunar, preparar alguna mochila y las motos.-le dije y me levanté de la cama, fui hasta la cocina a preparar algo de desayunar y al poco llegó Daryl con los ojos todavía un poco hinchados de haber dormido. Los dos desayunamos tranquilamente y después fuimos a vestirnos.

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Como aún sobraba bastante tiempo para irnos decidí hacerme un peinado más elaborado de lo normal, siempre iba con algo simple, pero era la feria y había que cambiar un poquito aunque fuera

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Como aún sobraba bastante tiempo para irnos decidí hacerme un peinado más elaborado de lo normal, siempre iba con algo simple, pero era la feria y había que cambiar un poquito aunque fuera.

-Ya estoy cielo

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-Ya estoy cielo.-le dije a Daryl saliendo del baño, él se quedó mirándome y sonrió.
-Te queda bien el pelo así.-me dijo y yo le lancé un beso. Preparé una mochila con un poco de comida, agua y algún cuchillo con alguna pistola. Del mini armero que tengo escondido en casa cogí una Mac 11:

Un Ángel Con Ballesta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora