Me desperté pero aún no había salido el sol. Me levanté con cuidado de no despertar a Sophia y me di cuenta de que Charles no estaba en su saco de dormir junto a Beth. Abrí la puerta de la caravana y me encontré a mi hermano sentado en las escaleras con un cigarro en su mano.
-Menos mal que invitas a uno eh.-le dije cogiendo el paquete de tabaco y el mechero del suelo.
-"Estabas durmiendo"-me dijo mientras yo me sentaba y encendía un cigarro.
-"¿Qué pasa? Son las cinco de la mañana y no tienes que hacer ni guardia ni nada."-le pregunté.
-"No lo sé."-dijo en un suspiro-"Aquí hay chicos más jóvenes que yo que le podrían gustar a Beth y tengo esa inseguridad."
-"Venga ya. Lleváis muchos años juntos y no te va a dejar por un niñato que conozca de casi dos meses."-le dije para que se diera cuenta de que lo que estaba pensando era una tontería-"Te imaginas que Daryl pensará que me podría ir con Adrián o Álex, son más de mi edad que él."
-"Te recuerdo que en la prisión tenía celos de Ayax hasta que se hizo novio de Kay."-me recordó Charles y yo reí pensando en aquellos años.
-"Fueron buenos tiempos pero por culpa de aquel tuerto se terminó todo."-dije refiriéndome al Gobernador.
-"Estamos mejor aquí, aunque en la prisión éramos como más libres por así decirlo."-dijo Charles. Escuchamos un ruido que venía de la caravana de enfrente y los dos quedamos en silencio mirando mientras seguíamos fumando, esa caravana es la que nos dejaron a Daryl y a mi. La puerta se abrió y salió Carol.
-Hola Charles. Hola Alexia.-saludó ella y yo me extrañe de que estuviera en Hilltop pero Charles y yo le devolvimos el saludo con la cabeza. Después de ver que llegaba al puesto para hacer guardia volví a hablar.
-"Voy a por mí tabaco."-le dije a Charles después de enseñarle que su cajetilla estaba vacía. Me levanté de las escaleras y entré en la caravana que nos habían dejado a Daryl y a mi. El pequeño de los Dixon estaba sentado en el suelo escondiendo su cabeza en el hueco que quedaba entre su torso y sus piernas que se encontraban flexionadas. Al escuchar mis pasos levantó su mirada y con tan solo la luz de la luna pude ver sus ojos azules llenos de lágrimas. Pasé por delante de él con un nudo en la garganta para llegar hasta mi mochila y coger el paquete de tabaco, con eso en la mano me dispuse a salir de la caravana pero sentí un pequeño suspiro de él como si quisiese decirme algo y seguido de eso un pequeño sollozo se escapó de su boca así que frené en seco y me di la vuelta para poder verlo, él volvió a levantar su cabeza y se podía ver que tenía los ojos un poco hinchados. Di un par de pasos hasta quedar en frente de él, me agaché para quitar sus brazos de encima de sus piernas y darle un toque en cada rodilla para que estirase las piernas, una vez así me senté encima de él colocando una pierna a cada lado de su cuerpo y después de acomodarme escondí mi cabeza en su cuello y pasé mis brazos por su cintura para abrazarle, él reaccionó abrazándome también por la cintura.
-Espera.-le dije separándome un poco y lanzando el paquete de tabaco por la puerta la cual había dejado abierta.
-¡Gracias!-gritó Charles desde fuera y volví a colocarme como estaba.
-Lo siento.-dijimos a la vez y los dos soltamos una pequeña risa.
-No debí gritarte.-me dijo y seguido me dio un beso en el hombro.
-Y yo tampoco tenía que haber reaccionado así.-dije dejando un beso en su cuello.-No sabía que Carol estaba aquí.-le dije en un susurro.
-Llego después de cenar pero tú no viniste a dormir.-dijo y sentí como unas pocas lágrimas caían en mi hombro y él soltaba algún soyozo.
-Lo siento, perdoname. No quería que volviésemos a discutir y me fui a la caravana de Jesús, dormí junto a Sophi.
-No tienes que darme explicaciones nena.-me dijo soltando un suspiro mientras sus lagrimas seguían mojando mi hombro. Levanté mi cabeza haciendo que nuestras caras quedasen separadas por un centímetro.
-Ya deja de llorar porque voy a terminar llorando yo.-le dije secando su cara con mis manos.
-Pero es que no tenía que tratarte así pero llevamos tanto tiempo sin tener problemas con ningún grupo que es como si mi cabeza hubiese colapsado.-dijo sin dejar de llorar-Tienes el hombro mojado.-me dijo dándose cuenta de que mi camiseta estaba mojada por esa parte por sus lágrimas.
-Me da igual, como si la camiseta está empapada, lo único que me importa es que dejes de llorar. Y yo tampoco tenía que reaccionar como lo hice pero ya está porfa.-le dije y dejé de mirarle por dos segundos para estirarme un poco y coger una pequeña lámpara que había en el suelo y la encendí para luego volver a dejarla en el suelo al lado de nosotros, volví mi mirada a Daryl y ahora con la luz de la lámpara pude ver cómo los ojos de mi cazador estaban rojos y un poco hinchados por haber llorado.
-Eres guapísima, te lo prometo.-me dijo y yo reí.
-Pero Daryl, ¿qué te pasa?,pasas de llorar a decirme esto de repente.-le dije riendo.
-Es la verdad.-me dijo mirándome a los ojos, yo sonreí y le di un pico.-Hey besame bien.-dijo sin separar su cara de la mía y besándome de una forma lenta pero con amor.-Así es como me gustan los besos.-dijo al separarnos.
-A mi solo me gustan tus besos.-le dije con una sonrisa que él me devolvió un poco sonrojado.-Te vas a poner como un tomate a estas alturas de la relación Darylina.-dije riendo provocando que a él se le escapara una dulce risita.
-Te amo mi reina.
-Y yo a ti.-le dije volviendo a apoyar mi cabeza en su hombro hasta que los dos quedamos totalmente dormidos.
Me desperté al sentir que alguien hablaba y me di cuenta de que Daryl y Rick estaban hablando, Rick estaba sentado en el suelo al lado de Daryl y el ballestero seguía en la misma postura en la que nos habíamos dormido y aún seguía con sus brazos alrededor de mi cuerpo dejando pequeñas caricias en mi espalda.
-¿Qué tal vas con Lexi?-le preguntó Rick a Daryl.
-Genial, habíamos discutido por una tontería pero ayer se arregló todo.
-¿De qué manera lo arreglaste pillín?
-¡Rick! Lo arreglamos hablando, aunque fue raro pasábamos de los lloros a la risa en cuestión de milésimas de segundo,sobre todo yo.
-¿Ella lloró?
-No, él que estaba llorando era yo, ella me estaba abrazando y también me estaba dando besos para que dejase de llorar. Si llega a llorar ella me muero por haberla hecho llorar yo y encima por esa tontería que dije y de la cual no entiendo porque dije eso porque ella llevaba la razón y yo simplemente había colapsado en ese momento y solté la estupidez del siglo.
-Solo eres así con ella Darylina, yo también me merezco algo de tu cariño
¿no?-dijo Merle en broma, no me había dado cuenta de que él también estaba allí.
-¿Tan diferente me comporto con ella?-preguntó abrazandome un poco más fuerte.
-Si, pero no es malo, estás enamorado de ella es normal.-le dijo Rick.
-Parece mentira que estemos teniendo esta conversación después de tantos años.-dijo Merle riendo.
-Deja de reírte que te he visto con Katherine.-dijo Rick.
-¿Quién es Katherine Merle? No será la que vive dos casas a la derecha de la mía, pelo castaño de ojos marrones.-le dijo Daryl.
-Exactamente esa.-dijo Rick y Merle soltó una pequeña risa.
-Vamos a dejarlo que me da pena, está más rojo que un tomate.-dijo Daryl riendo.
-Es que es injusto, estáis dos contra mí.-dijo Merle.
-Espera a que Alexia se despierte.-dijo Rick haciendo que Daryl riese.
-Se va a burlar de ti hasta dentro de cinco años.-le dijo Daryl.
-Tampoco soy tan mala, aunque sí que me voy a burlar de ti.-dije sin levantar la cabeza del hombro de Daryl provocando que este se ría.
-¿Tú no estabas durmiendo?-preguntó Merle cambiando el tema.
-Me desperté hace un ratito, cuando Rick se puso en modo abuelo cotilla para saber cómo va nuestra relación.-dije y Daryl volvió a reír esta vez acompañado de Merle.
-¿Me acabas de llamar abuelo cotilla disimuladamente?-dijo Rick provocando mi risa.
-Un poquito.-dije riendo.-Mi amor.
-Dime reina.
-Tengo hambre.
-Espera que me levanto a por unas galletas que me trajo Carol.
-No.
-¿Por qué?
-Porque no quiero soltarte.
-Entonces no te las puedo coger.
-Merle, tráeme las galletas porfa.
-¿Por qué no se las pides a Rick?-preguntó quejándose.
-Porque tu eres mi cuñado, tendrás que hacerme un poco de caso.-le respondí.
-¿Y si no quiero?-dijo en broma.
-Si no quieres estoy por apostar que te pegará una patada en la parte que más le duele a todos los hombres.-dijo Daryl en broma y yo le di la razón.
-Ya voy.-dijo Merle suspirando y trayéndome las galletas que le pedí. Cambié la posición en la que estaba y me senté entre las piernas de Daryl. Daryl puso sus manos en mi cintura cerca de mi trasero provocando la mirada pícara de Merle.
-Esas manos donde yo las pueda ver niños.-dijo Merle con una sonrisa, yo seguí comiendo las galletas y Daryl le contestó.
-Tienes envidia porque quieres estar así con Katherine.-dijo Daryl riendo y Rick y yo nos reímos también por su comentario.
-Lexi, te traje las galletas defiéndeme un poco.
-Lo siento pero no.-le dije con una sonrisa y el rodó los ojos.
-Dame una reina.-me dijo Daryl y yo le extendí el tupper con las galletas para que cogiera las que el quisiese, después les ofrecí a los otros dos hombres quienes gustosos cogieron dos cada uno y yo cerré el recipiente en el cuál todavía quedaban un par de galletas.
-¿Cuándo vinisteis?-les pregunté a Rick y a Merle.
-De madrugada nos pusimos en marcha.-dijo Rick.
-Y llegamos a las 8, estuvimos dos horas de viaje, vinimos muy despacio.-añadió Merle.
-¿Y qué hora es?-pregunté.
-Son las 10 princesa.-me dijo Daryl.
-Estais muy cariñosos y muy pegados vosotros dos eh.-dijo Merle señalándonos a mi y a Daryl, yo sonreí y gire un poco la cabeza para poder ver a Daryl quien también sonrió.
-Es lo que tiene esta enana.-dijo Daryl mirándome a los ojos con una sonrisa para después besarme.
-Sisi, seguro, nunca habéis estado así y mira que lleváis tiempo juntos.-dijo Rick apoyando a Merle.
-Anda id a que Katherine y Mich os den más abrazos y besos.-les dije echando mi cabeza hacia atrás de manera que mi espalda quedase completamente pegada a Daryl y mi cabeza estuviese en su hombro, él colocó sus manos en mi vientre por debajo de la camiseta y dejó pequeñas caricias allí.
-Daryl, te despertaste travieso hoy eh.-dijo Merle mirándonos.
-¿Por qué?-preguntó el anterior nombrado.
-Mira donde tienes las manos Darylina.-le respondió Merle y Rick soltó una pequeña carcajada.
-Venga ya, tampoco es para tanto.-dije yo metiendo los brazos dentro de la camiseta y posando mis manos encima de las de Daryl.
-Parece que no tienes brazos.-dijo Rick riendo.
-Por cierto Lexi, tu padre ha venido también, y Kay, Ayax, Álex y Adri.-me aviso Rick.
-Vale. ¿Con quién se quedó Dani?-pregunté.
-Con Guille Martínez y Miguelito.-me respondió Merle.
-Vamos a verles.-le dije a Daryl levantándome y él hizo lo mismo, entrelazamos nuestras manos y salimos de la caravana en dirección a la casa, detrás de nosotros salieron Merle y Rick hablando entre ellos.
-Hola.-dijimos Daryl y yo entrando a la casa sin soltar nuestras manos. Todos nos saludamos, el último saludo que quedaba era el de Daryl y mi padre en el cual preste atención.
-Buenos días suegro.-le dijo Daryl con una sonrisa y yo miré a mi padre con gracia.
-Te dije en la prisión que no me llamaras así pero supongo que tendré que acostumbrarme. Buenos días hijo.-le dijo mi padre y sonreí mientras Daryl tenía una cara confusa. Yo reí mirando la cara de Daryl y me acerqué a abrazarle.
-¿Estoy soñando verdad? Es imposible, no me creo que me vayas a dejar llamarte suegro, nonono, esto es una trampa, cuando menos me lo espere me va a hacer cualquier cosa.-dijo Daryl pasando su brazo por mis hombros pero sin dejar de mirar a mi padre, todos los presentes rieron incluso mi padre lo hizo.
-¿Prefieres lo de la prisión?-preguntó mi padre en broma y Daryl negó riendo.-¿Cómo va la chica?
-No nos dice nada. Sabemos que se llama Lydia, suponemos que tiene 16 años y Alpha, la líder del grupo, es su madre. Tenían que venir ayer a por ella pero no han llegado.-le respondió Daryl.
-¿Puedo verla?-preguntó mi padre.
-Si, voy contigo.-le respondí y salimos los dos en dirección a las celdas.-Es aquí papá.-dije abriendo las puertas y entrando.-Buenos días Lydia. Te traigo a alguien que no conocías y tiene permiso para entrar.-le dije con una sonrisa que ella me devolvió.
-Hola, me llamo Borja, soy su padre.-se presentó mi padre.
-Lydia, sabes que tenían que venir a por ti ayer pero no vinieron, no sé si vendrán hoy o incluso mañana.
-No vendrán Alexia, y así lo prefiero.-me respondió ella.
-¿Por qué?, Alpha es tu madre, tienes que quererla aunque sea un poco y creo que prefieres estar con ella que estar aquí metida.-le dijo mi padre.
-Prefiero estar en esta celda. Tengo ropa limpia, comida bien hecha, allí no comen la comida caliente y si cazan se lo comen crudo. Además si vuelvo me harán alguna atrocidad de las que les hacen a los que fallan en algo.-dijo ella, yo ya había escuchado aquello.
-¿Y donde es 'alli' exactamente?-preguntó mi padre intentando sacarle la ubicación del grupo.
-No...no tienen un sitio seguro. Se van moviendo continuamente, no están en un sitio en concreto.-dijo ella. Era la primera vez que nombraba algo respecto a la ubicación de su grupo.-La última vez estaban cerca de un río pero al día siguiente de que me atraparais se iban a mover de ubicación.
-Puede que sigan por ahí cerca.-me susurró mi padre al oído y yo asentí.
-Te traeré ropa, ¿has desayunado?.-le dije a Lydia.
-Si, Charles me trajo el desayuno por la mañana.-dijo ella y mi padre y yo salimos de las celdas.
-Ire a por la ropa, luego voy para la casa.-le dije a mi padre, él asintió y yo fui a una caravana que estaba repleta de ropa de todas las tallas. Busque ropa que le fuese bien a Lydia y se la llevé.
-Toma.-le dije pasándole la ropa.
-Gracias.-me dijo y yo asentí para luego volver a marcharme.
-Espera.-me dijo Lydia cuando empecé a subir las escaleras pero volví a bajar-¿Puedo salir a tomar el aire?
-Cambiate, te dejaré salir pero conmigo, no puedo dejarte salir sola.-le dije y ella asintió.-Cuando termines me avisas, estaré sentada en las escaleras para que tengas tu privacidad.-le dije y fui a sentarme a las escaleras. A los cinco minutos me avisó.
-Ya estoy.-dijo y fui a abrirle la puerta.
-Iremos de la mano. No hagas nada de lo que te puedas arrepentir.
-No, solo quiero caminar un poco y ver el cielo.-dijo y yo asentí sin estar segura. Le agarre de la mano y salimos al exterior de las celdas, dimos un paseo por allí y luego volvimos a las celdas.-Gracias, siento haberte quitado un par de horas de tu tiempo.
-No te preocupes, si no vienen a por ti saldré a más a menudo contigo, además no tenía mucho que hacer hoy.-le dije y me despedí con la mano. Salí de la celda y fui hacia la casa, al entrar no vi a nadie pero escuché voces que venían del salón que tenía la casa, caminé hasta allí y estaban todos sentados hablando.
-Menos mal que apareces, dos horas buscando ropa.-me dijo Charles.
-Es que Lydia quería salir a dar un paseo y la saqué un rato.-le respondí.-Y vosotros anda que me dejáis sitio para sentarme.-les dije y ellos se echaron a reír.
-Ven aquí gruñona.-me dijo Daryl y yo fui y me senté en sus piernas.
-Tara y Jesús van a hacer la comida hoy.-aviso Maggie y los anteriores nombrados asintieron.
-Cocinan muy bien los dos, mejor que Rick Daryl y Carl.-dije y todos se echaron a reír incluso los tres chicos.
-Tampoco lo hacemos tan mal.-dijo Rick defendiéndose a él y a los otros dos hombres.
-El día que fui a comer a tu casa, os mandamos cocinar y cocinasteis unos spaghetti creo que fueron, y no se os quemaron por poco, porque no sabíais como apagar la vitrocerámica.-dije y todos rieron.
-Es que siempre la usa Mich mientras yo le voy ayudando a cortar o cosas que no tienen nada que ver con el fuego.-dijo Rick y todos volvimos a reír.
-Anda, id a cocinar que sino vamos a comer muy tarde.-dijo Maggie y tanto Tara como Jesús se levantaron y se dispusieron a ir a la cocina.
-¡Haced algo mejor que lo de Rick, Daryl y Carl porfavor!-les dije yo alzando la voz para que me esucharan y sentí las carcajadas de los dos.
Después de un rato, comimos y estuvimos la mayoría de la tarde hablando y riendo. Hasta que de pronto...
-¡Están aquí!¡Han vuelto a por Lydia!-dijo un guardia entrando a la casa agitado por haber corrido hasta allí.
-Daryl, vete a por Lydia, Ale vete a hablar con ellos.-dijo Rick y corri hasta mi caravana, cogí la ballesta y volví a salir corriendo. El guardia me abrió el portón y yo salí mientras todos los que tenian más experiencia en batallas, y por ende los de mi grupo, miraban desde lo alto del muro.
-Pensaba que no volverías.-dije saliendo de los muros.
-Quiero a mi hija.-dijo y un bebé que estaba allí empezó a llorar, eso atraería a los caminantes.
-Te la tren ahora.-dije nerviosa por los llantos del bebé.-Haced que deje de llorar, va a traer a caminantes.-dije y justo apareció Daryl con Lydia. Ella paso por mi lado con la cabeza gacha. Los caminantes empezaron a llegar y la mujer que sostenía al bebé lo dejo a unos metros de ella, cerca de una plantación de maíz que teníamos fuera de la comunidad, allí escondida vi a Connie quien salió rápido cogió al bebé y volvió a esconderse, en segundos dejamos de escuchar los llantos del bebé y el grupo de Susurradores se fue,Connie entro dentro de la comunidad con el bebé y entre yo y unos cuantos del grupo terminamos con aquellos caminantes.
El resto de día paso tranquilo, cenamos y fuimos a la cama.
-Tenia la esperanza de que no volvieran y así poder integrar a Lydia, en dos meses ya podría ser una miembro más de la comunidad.-le dije a Daryl y él me abrazó.
-Puede que sea mejor así.-dijo y yo asentí abrazándole también.
-Te amo.
-Y yo preciosa.
Poco a poco los dos quedamos dormidos en un profundo sueño...
______________________________________
Nombración especial para Ayax y Prok (Ayax y Adrián)(Solamente es porque hoy fui a un concierto de ellos 🙃)
ESTÁS LEYENDO
Un Ángel Con Ballesta
ActionAlexia es una chica joven que ha pasado por muchas cosas, cree que lo que vive es una pesadilla, hasta que de verdad empieza la pesadilla mundial. Piensa que morirá sin que nadie la quiera en el mundo nuevo, pero nunca se imaginaría que un ballester...