CAP.43

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Seguimos caminando a través del bosque mientras escuchábamos a Daryl.
-Alpha dijo que ha puesto una frontera al norte, dijo que lo veríamos, ha cogido territorio para su grupo, dijo que si sobrepasamos los límites actuará, son peligrosos, será mejor que no nos metamos en su zona.-dijo Daryl y yo le hice una seña de que se callase al escuchar un ruido que no era habitual. Parecía alguien intentando llamar nuestra atención. Caminamos un poco más rápido hasta que localizamos de quien venía el ruido.
-¿¡Siddiq!?-dijo Rick al verlo atado en un árbol con sangre en la cara. Rápidamente corrí y corte la cuerda que le ataba al árbol, él se quitó la cinta que le habían puesto en la boca y empezó a sollozar.
-Siddiq tranquilo.-le dije y él me miró un poco raro y se le escaparon las lágrimas.
-Tenéis que ver algo.-dijo entre lágrimas y empezó a caminar subiendo una pequeña colina. Arriba se veían unas figuras extrañas, no se podían ver bien desde lejos. Me coloqué detrás del grupo junto a Charles, Ayax, Álex y Adri.
-Menos mal que cambiamos el rumbo para ver la frontera, si no no hubiésemos visto a Siddiq.-dijo Ayax y yo asentí dándole la razón.
-Son cabezas. ¡Venga ya, no me jodas!-dijo Charles y yo alce la mirada, me adelante en el grupo y terminé de subir la colina. Al alzar la mirada se me escaparon las lágrimas, di dos pasos hacia atrás y me tambaleé un poco perdiendo el equilibrio y cayendo hacia atrás pero mi cintura fue rodeada por unos brazos que ya habían estado allí miles de veces en cientos de ocasiones diferentes. Me giró haciendo que no mirase las cabezas de nuestros amigos.
-Daryl.-susurré entre lágrimas sin poder casi respirar y a la vez sentí como Charles, Ayax, Adri y Álex se ponían a llorar.
-No le mires, mírame a mi.-me dijo dándome la vuelta.
-Pero es...es Martínez. Tengo que mirarle, despedirme él.-dije sin poder asimilar bien todo pero me di la vuelta y miré a las demás personas que habían muerto.-Oh no.-dije sin parar de llorar.-Tara, Enid, Henry.-dije y Charles, Adri, Ayax y Álex se acercaron y me echaron para atrás, entre los cinco formamos un fila delante de Martínez y levantamos la mano derecha colocándola a la altura del corazón.
-"Adiós hermano. Nuestro ángel guardián, porque donde sea que estes nos cuidas, porque lo hiciste en vida y lo harás en muerte. No fallaste el juramento, tú no pudiste llegar a completarlo, pero recuerda desde el cielo de que se trata. Todos juramos sernos fieles a nosotros mismos aunque en ello perdiéramos la vida, juramos protegernos los unos a los otros, juramos tener nuestra vida deseada dentro de este mundo, y si alguien cae, los demás lo conseguiremos y esa persona seguirá con nosotros en el infinito. Y cuando haya una oportunidad de vengar a un hermano sin poner en peligro a otro, se vengará."-dijimos todos a la vez, ese era nuestro juramento. Los cinco nos arrodillamos con una pierna en el suelo y la otra a la altura de la cadera.-"Con los hermanos, hasta el infinito"-dijimos y le dimos un beso al pequeño tatuaje que todos los de la mansión teníamos hecho.

-"Con los hermanos, hasta el infinito"-dijimos y le dimos un beso al pequeño tatuaje que todos los de la mansión teníamos hecho

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Nos levantamos y empezamos a caminar hacia el Reino sin mirar si los demás nos seguían. Íbamos en fila uno al lado de otro, todos llorando por la perdida de esos amigos y nuestro hermano. Charles rodeó mis hombros con su brazo y me pegó a él.
-Nos cuidará desde el cielo.-dijo Ayax y todos asentimos sin ganas.
-¿Cómo se lo digo a Dani?-pregunté sacándome la cara.
-Nosotros te ayudaremos, Dani sabrá entenderlo, es pequeño pero es un niño muy maduro.-dijo Álex y yo asentí. Miré de reojo detrás y vi a todos los demás mirando el suelo, Daryl iba al lado de Carol apoyándola.
Me separé de Charles y fui hasta Carol.
-Lo siento mucho, no se qué decirte, no puedo ni imaginar lo que sientes ahora mismo.-le dije y las lágrimas volvieron a bajar por mis mejillas.
-Gracias supongo. Yo también lo siento por Martínez.-me dijo y yo le sonreí sin ganas.-Ahora solo queda protegernos para que esto no vuelva a pasar.
-Si, tienes razón. Tenemos que tener cuidado.-dije suspirando y miré a Daryl quién me miraba con un poco de pena. Caminé un poco más rápido y me volví a colocar entre Charles y Álex. Charles volvió a pasar su brazo por mis hombros y sin decir ni una palabra seguimos caminando.
-Jerry, avisa a alguien que vaya a por las dos motos y el carro, ya hablaremos cuando lleguemos allí.-dijo Rick por el walkie.
Al llegar al Reino dos guardias nos abrieron las puertas y nos miraron extrañados al ver lágrimas en nuestras caras. Mi padre se acercó corriendo junto a Guille, Miguel, Dani, Sophia y Beth.
-¿Estáis bien?-preguntó mi padre agitado y yo asentí, ellos se relajaron y procedieron a hacer la pregunta.
-Desde que empezó a anochecer no hemos visto a Caesar. Alpha ha estado aquí.¿Fue a buscaros o algo?-preguntó Guille y las lágrimas empezaron a salir sin control.
-Alpha lo ha matado.-dije despacio mientras miraba la reacción de Dani.
Todos se quedaron mirándome y las lágrimas empezaron a resbalar por sus caras incluido Dani al cual cogí en brazos y él se abrazó a mi cuello.-Tambien han muerto Enid, Henry,Tara, los Salteadores, y más gente.-dije y al darnos la vuelta vimos como todos los jefes reunían a la gente enfrente del escenario, Siddiq subió y contó todo lo que había pasado. Ellos intentaron luchar contra los Susurradores, lo intentaron juntos y eso es lo que de verdad importaba, que sin conocerse lucharon por salvarse juntos. Habían dejado a Siddiq vivo para que nos lo contará.
Después de que Siddiq contase todo y nosotros les comentásemos las fronteras que había la feria siguió pero sin alegría, solo siguió para que la gente cogiese la ropa que necesitaba o comida o lo que quisieran.
A la media hora llegaron los que habían salido a buscar las motos y los carros.
Estaba abrazada a Dani ya que él estaba triste y aunque yo también lo estuviera lo escondí para que él no se preocupara. Dani se separó de mí y se secó la cara con la manga de la camiseta.
-No voy a llorar más.-dijo y yo le miré atenta a lo que decía.-Martinez siempre me dijo que si algún día se iba alguien del grupo tenía que recordar las cosas buenas y no su muerte.-dijo y yo sonreí.-Asi que eso voy a hacer.
-Muy bien Dani, aún así sabes que si no puedes aguantar te tienes que desahogar con alguien, con papá conmigo o con quien tú quieras.
-Si mamá.-me dijo y dejó un beso en mi frente para después irse. Daryl hablo un poco con él y se acercó a mí. Yo me levanté y él me abrazó sin decir nada.-Dani se lo ha tomado incluso mejor que todos.-dije sin separarme de él.
-Ya, he hablado un poco con él, se nota que le ha afectado pero es un niño fuerte, a más de un adulto que hay por aquí le gustaría ser como él.-dijo y yo sonreí sobre su cuello.-Ha tenido buenos ejemplos y uno de ellos era Martínez. Recuerdo cuando dejó al Gobernador para venirse a la prisión, al principio lo teníamos muy controlado excepto tu, él tuvo la valentía de dejar a aquel loco por irse a un lugar seguro para él. Incluso teníamos un bebé recién nacido y no le importó, podría habernos matado a todos mientras dormíamos y hacerse con la prisión y no lo hizo, Caesar era el mayor ejemplo de lo que es una buena persona y a la vez una persona fuerte. Recuerda siempre lo bueno de él, cada risa juntos, cada broma que gastabáis juntos, cada charla juntos incluso cada vez que salíais juntos de una horda. Y ahora seguís juntos, aunque no sea en persona, él siempre estará en nuestros corazones al igual que Andrea, Lori, T-Dog, Shane, Hersel, Tyresse, Dale, Óscar, Axel, todos y cada uno de ellos siguen vivos dentro de nuestros corazones y siempre recordamos lo bueno que vivimos con ellos, no lo malo.-dijo mientras las lágrimas salían de mis ojos al escuchar cada palabra y cada nombre.
-Tu no te irás ¿verdad?, ni Dani, ni Charles, dime que nadie más se irá.-dije separándome y él me miró sin saber que responder.
-Aunque nos separemos, nosotros o otras personas, siempre permaneceremos en los corazones y los recuerdos de los demás, porque aunque no seamos familia de sangre, no todos tengamos relaciones amorosas con los otros, somos una gran familia, y a la familia nunca se le olvida. Solo tienes que mirar la cadena de T-Dog colgada de tu cuello, han pasado más de 10 años y aún sigue ahí.-dijo y yo le sonreí mirando hacia la cadena que colgaba de mi cuello junto a otras.
-Te amo.-le dije mientras él me secaba las lágrimas.
-"Te amo."-me dijo en español haciendo que yo lo mirase alucinada y sonriera.-"Dani me da, emmm, ¿clases? en secreto."-me dijo dudando un poco de las palabras.
-Esta bien dicho.-dije con una sonrisa.
-Dani se alegrará de que sus clases funcionen.-dijo abrazándome por la cintura.
-Claro que si.-dije y vi a los de las demás comunidades guardando las cosas en los carros.-Amor, creo que nos vamos.-susurre y Daryl se dio la vuelta. Rick se acercó a nosotros y nos lo confirmó.
-Nos vamos de vuelta a Alexandria.-nos dijo suavemente y los dos asentimos. Recogimos todo lo que nos teníamos que llevar y nos subimos a los vehículos.
-Sasha, soy Alexia, nos volvemos cada uno a nuestras comunidades.-dije por el walkie.
-Asumo que algo no va bien. Pero vale, nos vemos.-dijo y todos nos fuimos del Reino. Al llegar a Alexandria cada uno se fue a su casa sin decir nada.
-Dani, Sophi, a cenar.-dije cuando Daryl y yo terminamos de preparar la cena. Nos preocupamos de comer en vez de hablar de nada, pues no había sido un buen día.
-Sophi, ¿duermes conmigo?-le preguntó Dani y yo les miré con ternura.
-De hecho, te iba a preguntar lo mismo.-dijo Sophia y Dani sonrió, los dos subieron a la habitación de Dani y Daryl lavó los platos mientras yo limpiaba el suelo. Cuando terminamos nos fuimos a la habitación y nos pusimos el pijama, nos echamos en la cama y miramos el cachito de cielo que se veía desde la ventana.
-¿Crees que nieve mucho este invierno?-pregunté y Daryl me miró.
-No lo sé, pero ya hace frío, así que supongo que nevará. A Perro le gusta la nieve, el año pasado se puso un poco enfermó por estar todo el día jugando con Judith en la nieve.-dijo sonriendo y yo miré como sus ojos brillaban por la poca luz que entraba por la ventana.-Me vas a gastar de tanto mirarme.-me dijo irónicamente y yo sonreí sin dejar de mirar lo bonitos que se veían sus ojos, jamás los había visto así.-¡Una estrella fugaz!-dijo y yo giré la cabeza pero no me dio tiempo a verla.
-Tienes que pedir un deseo.-le dije y él asintió.
-No te diré lo que he pedido, secreto.-dijo y yo reí.
-Esta bien.-dije y me acurruqué en su pecho.-Tengo sueño.
-Duerme mi vida, duerme.-me dijo y empezó a acariciar suavemente mi cabeza hasta que empecé a quedarme dormida.-Te amo.-susurró y yo me dormí...

Un Ángel Con Ballesta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora