Moral

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Las semanas pasaban, Sergio y yo nos veíamos todos los días, el iba a la comisaría de vez en cuando y siempre que no subía me esperaba abajo y yo como siempre bajaba antes de la hora, hoy no era la excepción así que antes de que terminara mi jornada decidí cambiarme y sorprenderlo.

Entre al baño privado de mi oficina y empecé el cambio, me hice rice mi cabello, me maquille un poco y me cambié, me quite la ropa y quedé en la nueva lencería que había comprado hace poco de dos días; era de color azul oscuro, tenía una máscara de gato del mismo color y un poco de negro, tacones negros y más nada, cogí mi gabardina,mis esposas y la máscara y la guarde en el bolso,me coloque la gabardina y la cerré,quedando totalmente tapada por ella,cogí mis cosas y salí de la oficina y me tope con Suárez.

-Inspectora, se retira?.-pregunto viéndome y asentí sería,me dio una mirada y sonrió.-Esta muy guapa.- sonreí y me retiré.-

-antoñanzas, ven aquí.- lo llame al verlo en la puerta del elevador.-

-Digame, inspectora.-

-Estoy despeinada?.-pregunte y el negó embobado.-Eh, me irame.- dije y el subió la mirada nervioso.-

-Perdone, es que está usted muy guapa.- susurro y asentí agradecida, subí al elevador y marque planta baja.-

Al salir del elevador me tope con que cada hombre, policía y hasta mujer se me quedaban mirado y me tope con Alicia venía comiendo un chupa chupa cuando me vio y se descojono la muy zorra.

-Vas hecha una diosa.- dijo riendo y me contagió.-

-Gracias.- respondí risueña.-

-Vas con tu... ladronzuelo?.-pregunto en susurro y la mate con la mirada.- vale vale, no lo llamaré así,mejor Gafitas.-respondio y me miró divertida.-

-Me voy a ver ahora mismo con el.- sonreí satisfecha y apareció Tamayo junto a Alberto, últimamente no se le despegaba.- Bueno,Sierra me retiro.- dije sonriendo.- Tamayo.- salude sería el ignoré a Alberto.-

-Que vaya bien!.- grito Alicia y puedo asegurar que el chupa chupa volvió a su boca.

La puerta de la comisaría se abrió y Sergio se dejó ver, me sorprendí de la osadía que tenía para poner un pie dentro de la comisaría, le gustaba el riesgo aunque lo negara.

-Cariño,estás lista?.-pregunto sonriendo y asentí, me tomo de la mano y salimos juntos hacia la calle, puedo asegurar que Alberto al igual que todos estaban sorprendidos,pero el primero estaba molestó.- Estás hermosa.- sonrió, me tomo de la cintura y me planto un beso, hundí mis manos en su cabello ya más abundante que antes.- ummm...Hueles...delicioso.- soltó entre el beso.-

-Tu también.-sonrei alejándome un poco.- vamos?.-pregunte y el asintió embobado.-

Subimos a su coche y nos encaminamos hasta la casa de la colina,nuestro nido de amor/pasión. El tráfico era demasiado,la calefacción estaba puesta y yo estaba muriendo de calor, así que decidí adelantar la sorpresa.

-cariño, no nos ve nadie ¿verdad?.-pregunte y el asintió sonriendo.-

-Nadie.- aseguro.-

Sonreí tranquila y desate el nido de mi gabardina, alce un poco mi cuerpo en el pequeño espacio y me deshice de ella tirándola al asiento de atrás, Sergio me veía sorprendido,deseoso de tenerme y así lo cumplí cuando lo tome del cuello y uno nuestras bocas,sus manos atacaron mi cintura y seguidamente mi culo,lo amasaba como si de masa se tratara y el fuera un experto en eso,no podíamos detener los jadeos,era demasiado para ambos tener que esperar hasta la casa de la colina.
P

-Te necesito ahora.- susurro y baje mi mano desde su cuello,pasando por su pecho y abdomen hasta llegar a su erección, si que me necesitabs.- Duele no poder hacerte el amor.- espetó viéndome, me subí como pude a horcajadas sobre el y moví mi cuerpo contra el suyo, logrando la fricción que tanto necesitábamos.- Te deseo tanto.- soltó en un susurró mientras yo besaba su cuello sin dejar de moverme y el amasaba y azotaba mi culo.- estás muy sexy, inspectora.-

Sonreí y desabotone su camisa blanca, lamí desde su clavícula hasta la comisura del labio para atraparlo entre mis dientes, el morbo me cegaba cuando se trataba de Sergio, no me importaba la ética, lo que era moralmente correcto, solo deseaba dejar de ser una dama para convertirme en su mujer, deseaba tanto que el se volviera completamente conmigo y con mi cuerpo,que no existiera lo que está bien, yo solo me quería quemar en ese fuego que nos prendía cada vez que hacíamos el amor.

- Te voy a quitar todo esto.- susurro y rompió mis bragas,las empuñó en su mano y las guardo en la guantera del coche, bajo mi sujetador, amaso mis pechos y lamió los pezones como le vino en gana,mis gemidos no cesaban, hasta que escuchamos un sonido del coche trasero. Habían avanzado y nosotros estábamos haciendo más tráfico.-Continua con lo tuyo,yo puedo conducir así.- sususrro y me prendí de su cuello,el coche se movío durante unos segundos y después se detuvo,lo apagó y sonrió mientras devoraba mi boca.-

-Salgamos.- susurré proponiéndole que me follara sobre el capo del coche,pero el negó.-Amor.- me queje.-

-Te vas a a enfermar, está haciendo un frío de los mil demonios.-susurri besando mi mandíbula.-

-Aqui estoy incómoda y si me enfermo podremos estar más tiempo juntos..- sonreí juguetona, me tomo del culo abrió la puerta y salió conmigo, si que había friio,pero el capo estaba caliente tanto que casi me quemo,pero su mano se llevó la mayor quemadura.-

No me soltó en ningún momento,volvió al coche y cojio un Jersey negro,lo extendió sobre la parte del capo y me sentó,estaba calentito. Lo tomé de la camisa y le comí la boca,mis manos bajaron a su bragueta y libere su erección, la boca se me hizo agua,pero no pude pensar porque lo próximo que sentí además de sus manos en mi rostro sus labios en los míos devorandome fue su embestida,esa que me hizo gemir de dolor y placer, me cogí de su cuello y ayude con el movimiento.

-Necesiti escucharte decir lo que ya sabes.- pidió y yo llena de pasión conteste como una sumisa.-

-Soy tuya...seré tuya siempre,Sergio.- mordí su hombro y escuche un susurró en mi oído.-

-Eres mia,solo mía.-

-Solo tuya.- Respondi y sentí como salía de mi, me ayudó a poner los pies en el suelo y me volteo, pero no se alejó,me rodeo la cintura con el brazo y me pegó a el.-Hazlo ya!!.- pedí y el beso mi cuello.-

-Te dolerá desde aquí, lo haré suave.-sususrro y negué,no me importaba nada más que sentirlo.-Hazlo fuerte.-solte y sonrió para después morder levemente mi cuello. Entro en tan fuerte como se lo pedí y gemi de placer y claramente de dolor,pero eso me gustaba.- así.-gemi y el gruño en mi oído,sabía que se correría.-

Me comencé a mover más rápido apoyando mis manos en el capo verde aceituna del coche, cambio el amarre del vientre y piso sus manos a cada lado de mi cintura,mis pechos ficharon con el capo ahora tibio y sentí como su manos izquierda me cogía desde la parte de atrás del cuello y me embestia fuertemente, embestida que nos hizo llegar a ambos.- siii!!!!.- gemi y pegue mi espalda a su pecho.-Te amo.-

-Te amo, viciosa.-susurro haciéndome sonreír.-

Lo próximo que escuchamos fue una sirena de policía acercándose.

-Joder!!!.-

AdictosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora