Aemond miró el cuerpo inerte del joven en la cama, parecía que tenía un sueño bastante pesado, no parecía grave su estado aunque parecía ojeroso, piel demasiado pálida y cabello desaliñado, se le habían informado que tenía que guardar unos días de reposo.
- Espero contar con su discreción, nadie debe saber esto - dijo Aemond al hombre designado para encargarse del joven. - Además de proporcionarle todos los cuidados que necesita para recuperarse.
- Por supuesto mi Rey, cuente con eso - dijo de inmediato.
- Bien, deseo ser avisado cuando finalmente despierte - dijo y luego salió de la habitación cerrando la puerta tras de sí. - No quiero que nadie a parte del sanador y yo entren a esta habitación - dijo a los dos guardias de confianza que custodiaban la entrada.
Ambos asintieron de inmediato con un "si mi Rey" Aemond finalmente se alejó de quella habitación y subió las escaleras para salir de ese pasillo.
No tardó mucho en encontrar a Daemon y esto lo puso nervioso cosa que trató de ocultar con su mascara de indiferencia - ¿Ya pensastes que hacer con tu madre y abuelo?
- Aún estoy en eso, quisiera matarlos pero Aegon y Haleana se niegan a eso, después de todo es nuestra made y abuelo - dijo desviando la mirada.
- Como tu mano, aconsejo que sean decapitados por insultar a su majestad - dijo Daemon.
- Lo reconsideraré, gracias príncipe Daemon - dijo asintiendo para continuar con su camino.
Daemon inmediatamente lo tomó del brazo - Basta de formalidades Aemond. ¿Qué ocurre?
Aemond lo miró y alzó una ceja - Simplemente estoy pensando en una buena forma de hacer que Rhaenyra acepte mis condiciones, me a tenido distraído.
Daemon le sonrió - Puedes dejarme eso a mí, si me permites volar a Dragonstone para hacerla entrar en razón.
Aemond dudó por un momento - Bien, puedes ir, decirle nuestro acuerdo e invitarla a la Fortaleza Roja dentro de una semana.
Daemon entrecerró los ojos - No hemos hablado sobre eso.
- Tengo un buen plan que Rhaenyra aceptará, solo faltan algunos detalles que pensaré luego.
- Bien, volveré lo más pronto posible - dice el mayor.
Aemond asiente deacuerdo y Daemon se acerca para plantar un beso en los labios del menor sorprendiendolo, aún no se acostumbraba al contacto físico iniciado por el mismo Daemon, era extraño pero ciertamente se sentía bien y no se quejaba.
- Cuídate y suerte en tu viaje. - Finalmente se despidió y volvió a caminar por el largo pasillo dejando a Daemon solo.
Daemon por su parte se apresuró a salir de la fortaleza roja e ir a Pozo Dragón para sacar a Caraxes, tan pronto como ambos estuvieron juntos emprendieron su viaje.
Tiempo después cuando finalmente llegaron a Dragonstone fueron recibidos por Rhaenyra con ojos bastantes rojos, su nariz hinchada y cabello un poco desaliñado.
- ¿Que pasó? - preguntó Daemon.
- Perdí a nuestro bebé - dijo, sus ojos se llenaron de agua nuevamente - lo siento, lo siento.
- Shhh no es tu culpa - Daemon inmediatamente la rodeó con sus brazos y ella lloró en su pecho.
Daemon acarició su cabello hasta que ella finalmente dejó de llorar y se separó cambiando un poco su rostro a uno más serio, limpiando sus lágrimas derramadas - ¿Cómo estuvo tu viaje?
- Aegon entregó felizmente la corona a Aemond, quién encerró a Alicent y Otto en sus aposentos hasta que se decida que hacer con ellos, todo el pueblo acepto felizmente a Aemond como Rey y eso es todo - dijo suspirando.
Rhaenyra lo miró tristemente - La corona nunca será mía.
Daemon hizo una mueca - Aemond quiere que vayas a la Fortaleza Roja la próxima semana, te hará una oferta.
- ¿Que oferta? - preguntó frunciendo el ceño.
- No lo sé, no me lo a mencionado. Sabes, me nombro su mano - dijo desviando la mirada.
Ella lo miró confundida - ¿Porqué haría algo así?
- Hay cosas que no he dicho Rhaenyra - Daemon miró a cualquier lado menos a ella - El trato que me ofreció fue que fuera su consorte disolviendo nuestro matrimonio.
- Y aceptaste - dijo Rhaenyra con dolor.
- No tenía opción, era eso o perder a nuestros hijos y a ti - dijo de inmediato tomándola del rostro para hacer que lo mirase. - Todo lo hice por nosotros.
Rhaenyra no sabía que decir, se sentía traicionada con su propio esposo, acababa de perder a dos de sus hijos y ahora esto.
- Con mi ayuda haré todo a nuestro favor - aseguró Daemon.
- ¿Que te hace pensar que Aemond hará lo que le digas? - ella preguntó.
- Él tiene un enamoramiento por mi, créeme, será mucho más fácil para todos esta decisión. Hay sacrificios que se deben hacer por un bien mayor. - Recitó las palabras dichas por el joven Rey.
- No pienso participar en esta estupidez, es mi corona, mi derecho, tomaré lo que es mío - dijo con rabia.
Daemon sin pensarlo la tomó del cuello y la miró serio - O aceptas los términos de Aemond o él quemara todo Dragonstone con todos dentro, perderás a nuestros hijos, cientos de sirvientes y todos los dragones solo porque quieres la corona que ya tiene alguien más.
Rhaenyra abrió mucho los ojos asustada y lo empujó para que la soltara pero no funcionó. Este no era el hombre que había partido hacia Kings Landing hace tres días, no era su Daemon, era una marioneta de Aemond Targaryen.
Daemon finalmente la dejó ir - No heches a perder esta oportunidad, Aemond no es conocido por su paciencia.
- Ya hablas como todo su séquito - Dijo con rabia escupiendo cada palabra. - Dile a Aemond que estaremos ahí la próxima semana para reconsiderar su oferta.
- Buena decisión princesa Rhaenyra - dijo Daemon.
En silencio, ambos se dirigieron donde tenían el pequeño cuerpo de su hijo listo para quemarlo, Rhaenyra no pudo evitar hecharse a llorar de nuevo por su hijo no nacido, su hijo Luke, su esposo, todo lo malo que cada día llegaba a su vida la desgarraba por dentro.
Daemon sintió como las lágrimas amenazaban por salir, el dolor en el pecho era grande, solo él y Rhaenyra sabían lo ansiosos que estaban por este bebé.
Cuando el pequeño funeral dio por finalizado, Daemon se despidió de sus hijos con un beso en sus pequeñas cabezas y prometió volver a verlos pronto en Kings Landing. Los pequeños se emocionaron mientras que Jace simplemente asintió sabiendo que no era una noticia tan emocionante.
- Nos veremos dentro de una semana - le dijo a Rhaenyra únicamente recordándole su deber.
No hubo beso de despedida, abrazo o algo así y Daemon se fue una vez más.
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Dragon's Blood (Daemond)
FanfictionPor un segundo sus miradas se cruzaron y Aemond se estremeció de pies a cabeza, Daemon tenía el peligro escrito en su mirada pero el joven príncipe quería más que una simple mirada. O dónde Aemond se obsesiona con Daemon desde que lo vio por primera...