Tal como Aemond había previsto, la flota Velaryon se puso en marcha hasta King's Landing en el lapso de unas horas luego de recibir la carta rompiéndo así su juramento con la casa Targaryen, la guerra era inminente de nuevo, cientos de barcos junto a los dragones jóvenes tomaron viaje a King's Landing.
Pero esta vez no era una guerra con todas las casas involucradas, no. Era una guerra entre Velaryon y Targaryen, una guerra de la descendencia de la Antigua Valyria buscando su propia extinción.
Todos en la Fortaleza parecían angustiados de la nueva guerra que se avecinaba, incluso los habitantes de King's Landing se habían refugiado en sus casa, las calles estaban completamente vacías a excepción de algunos animales que deambulaban. El comercio y la pesca se habían detenido por completo y parecía que una pandemia se había apoderado de King's Landing.
Los guardias estaban en cada esquina esperando lo inevitable cuando los barcos tocaran las aguas de King's Landing. Los dragones estaban preparados para alzar vuelo cuando se requiera, lo más pronto posible, las armaduras estaban pulidas listas para ser usadas en la batalla y los pequeños dragones junto a decenas de huevos encubados habían sido resguardados lejos de la Fortaleza Roja para evitar que un nuevo intento de masacre de dragones ocurriera.
Solo faltaba un día para que Aemond fuera al Ojo de los dioses para encontrarse con Daemon. Incluso el mismo Aemond se sentía angustiado sobre lo que pasaría el día de mañana.
Se maldijo a sí mismo por beber demasiado la noche en que de alguna forma había terminado con Cregan en lugar de Daemon, quizás si no hubiese sido así, Daemon seguiría aquí con él y la paz reinaría sobre King's Landing y toda su familia.
Cregan pareció leer sus pensamientos - No Aemond, no te culpes por esto.
Aemond lo miró incrédulo - ¿Qué?
- Estas culpandote constantemente de que Daemon se haya ido y provocado la guerra de nuevo.
- Es mi culpa Cregan, si no hubiéramos... él no se abría ido de mi lado.
Cregan suspiró rendido - Encontramos correspondencia de Rhaenys y Corlys en los antiguos aposentos de Daemon, créeme cuando te digo, todo este plan ya estaba hecho desde un principio.
Aemond se mordió la lengua para evitar hablar más replanteandose todo, creyó que estaban en un buen camino con Daemon.
- Debiste matarlo, pero tu amor por él nubló tu juicio - dijo Cregan.
Aemond no dijo nada por un tiempo simplemente miró por la ventana y se mordió el pulgar con nerviosismo, cientos de cosas se arremolinaban en su mente provocandole migraña, sus manos picaban por sostener una espada y destrozar cientos de muñecos de paja o simplemente tener una batalla justa con alguien dispuesto a soportar su ira, rencor y dolor.
- Prométeme que si no vuelvo, cuidarás de Aegon y Viserys - dijo Aemond mirando a la ventana - Protege su reclamo al trono.
- No digas eso, volverás - dijo Cregan.
- Todos sabemos sobre Daemon, no tengo oportunidad pero haré lo que sea posible para detenerlo incluso si mi vida es el precio a pagar.
Cregan se mantuvo en silencio por un tiempo. - Protegeré a Aegon y Viserys hasta que su reclamo al trono esté asegurado.
Aemond asintió y salió de la habitación en busca de los dos niños. Los encontró en la guardería, ambos estaban sumamente concentrados mirando libros con dibujo y algunas letras tratando de adivinar que decía o simplemente dejándose llevar por los dibujos e imaginando nuevas historias. Aemond sonrió un poco y carraspeó. Los dos niños lo miraron de inmediato y sonrieron.
- Aemond - dijo el pequeño Aegon y lo abrazó de inmediato.
Viserys se acercó tímidamente y también lo rodeó con sus brazos
- ¿Dónde está papá? - preguntó Aegon.
Aemond dudó en contar o no la verdad. Eligió la mentira, no tenían porque sufrir por más perdidas de las que ya lo han hecho - Daemon está reuniendo los ejercitos, nos han traicionado, de nuevo y él está al mando.
Aegon y Viserys abrieron mucho sus ojos violeta.
- La guerra se avecina, el día de mañana me enfrentaré con mi retador, no se si volveré sin embargo deseo que Aegon sea Rey si no vuelvo - dijo mirando al niño y este asistió - Al igual que deseo que tú Viserys seas su mano, además de su Regente Legítimo.
Viserys asintió con entusiasmo, aún no entendía que era eso pero seguro era un gran puesto al lado de su hermano el Rey.
- Necesito que ambos se mantengan fuertes, sean unos gobernantes justos pero no débiles, sean unos dragones.
Ambos niños asintieron.
- ¿Que pasará con Jaehaera, Jaehaerys y Maelor? - preguntó Aegon.
- Jaehaera será tu esposa Aegon, tu reina consorte, cuídala y protegela, es tu deber como Rey - dijo Aemond. - Jaehaerys y Maelor serán príncipes de Dragonstone.
- ¿Y si quiero a mi hermano como mi consorte? - preguntó Aegon. - Como tú y papá.
Viserys lo miró asombrado. Aemond abrió la boca incrédulo.
- Oh, bueno... serás el Rey, así que - Aemond se encogió de hombros aún procesando la situación. - Debes velar por el bien del Reino.
Aegon asiente sin comprender exactamente qué era el bien del Reino, sólo sabía que quería a su hermano a su lado siempre.
- Estoy seguro que mantendrán la casa Targaryen más fuerte que nunca, mis pequeños dragones - dijo Aemond finalizando.
Aemond les sonrió y los abrazó por unos minutos, los niños le devolvieron el abrazo y sonrieron. - Volverás Aem - dijo Viserys.
- Lo harás - dijo Aegon seguro de si. - Eres el segundo mejor guerrero de todos, solo superado por papá Daemon.
La sonrisa de Aemond vaciló un poco, exactamente, era el segundo mejor guerrero luego de Daemon.
- Nos veremos pronto, no olviden lo que les dije. Saben que pueden contar con Heleana, Daeron y Aegon - dijo mientras alborotaba sus cabellos.
Los niños rieron y asintieron murmurando un "Cuídate mucho"
Con una última sonrisa, se despidió de ambos y regresó a sus aposentos esperando ansioso hasta el día de mañana, quizás sea su final o tal vez no.
La noche se apoderó de King's Landing pero para ser sinceros, ningún adulto pudo dormir en paz esa noche.
Aemond maldijo internamente a la bruja de Harrenhal, quizás de alguna forma lo había maldecido a él y a Daemon, finalmente sus palabras parecían cumplirse y de ser así, mañana no volvería a King's Landing.
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Dragon's Blood (Daemond)
FanficPor un segundo sus miradas se cruzaron y Aemond se estremeció de pies a cabeza, Daemon tenía el peligro escrito en su mirada pero el joven príncipe quería más que una simple mirada. O dónde Aemond se obsesiona con Daemon desde que lo vio por primera...